-¡Ya está!¡Se acabó!- dijo Romanoff retirando la papelera en la que acababa de volver a escupir algo de bilis.-Pienso llamar a Bruce.
Eran las 4:26 de la madrugada y ambas nos encontrábamos en el salón. Nat había intentado calmar en la habitación los problemas que me estaba dando la absenta, pero en cuanto me subió la fiebre no tuvo más remedio que traerme al salón y poner el aire acondicionado a mínimos de temperatura. Lo hubiese hecho en la habitación, pero toda la planta de dormitorios estaba controlada por la misma climatización, y hasta que Stark no individualizase nuestras habitaciones no podía hacer pasar a todos frío por mi culpa.
La sala estaba a unos 10 grados centígrados y podíamos ver el vaho en el que se convertía nuestro aliento al hablar. Ella llevaba puesto un pijama de invierno y la bata cerrada hasta el cuello, con los calcetines enguatados por fuera y el final de la pernera metida en ellos. Estaba sentada en el sofá, tapada con una manta que había sacado de un mueble oculto.
Yo, a cambio, era el polo opuesto. Con un pijama corto y en tirantas, estaba lívida y sudorosa, tumbada con las piernas recogidas y la cabeza apoyada en las piernas de Alya. Sufría de escalofríos pero mi temperatura no bajaba de los 45º.
-No, estará dormido- la voz me temblaba, pero no sentía frio alguno. Solo calor, mucho calor.- Estoy bien.
-Eso me lo hubiese creído antes- dijo pasándome la mano por la frente para apartar las pequeñas gotas que se escurrían.- Pero llevas poco más de una hora temblando, y no te baja la fiebre de ninguna forma.
-Pero tampoco sube- el dolor de cabeza no amainaba, y volvía a notar la boca rasposa y seca.- Mientras se mantenga todo está bien.
-Eso no lo sabes- por enésima vez escuché el pitido del termómetro en el oído. Me tomaba la temperatura cada treinta minutos y eso empezó a las 12.- Tu temperatura es la misma desde hace más de dos horas. Me niego a creer que no ha cambiado ni una sola décima. Estoy segura de que este termómetro solo puede medir un máximo de 45, y no te señaliza más.
-Estaré bi. . .- otra vez volvieron los cólicos. Me aparté al borde del sofá y volví a escupir en la papelera. Escupía por que no tenía nada en el estómago que poder devolver, y solo me quedaba echar una mezcla entre saliva y bilis que me dejaba la boca para el arrastre.
Alya me tendió un vaso con un poco de agua que rechacé y volví a tenderme como estaba. Me sentía hecha pedazos y el estómago no hacía más que retorcérseme de forma increíblemente dolorosa. Pensaba tirar el mueble-bar de Tony al completo cuando esto acabase.
-¡No pienso esperar al desayuno!- apartó los pelos que se habían pegado a mi frente y la besó de forma cariñosa.-Jarvis, despierta al doctor Banner.
-¡No!- el grito me dejó la garganta pelada, pero no pensaba dejar que levantase a Bruce por mí.- Debe estar descansando, Alya. Sé que estas cansada, por ello te pido que vuelvas tú a la cama. Estaré mejor para la mañana.
-Estas loca si piensas que te voy a dejar sola- cambió el paño húmedo que tenía en el cuello y lo volvió a remojar en un cubo que estaba en la mesilla junto al brazo del sofá. Lo volvió a colocar en su sitio y volvió a llamar a la IA.- Jarvis, llama a Banner y dile que lo necesito en el salón urgentemente.
-Nat. . .- intenté hablar pero me detuvo con un dedo pulsando mis labios.
-Me duele verte así, Ash- dejó de rozar mis labios para acariciar mis mejillas.- Y aunque sé que te pondrás bien, no puedo evitar preocuparme por tu estado actual.- Besó mi coronilla y me abrazó los hombros para arrimarme a ella.- Si Bruce puede aliviarlo, quiero saberlo.
Yo acabé consintiendo derrotada, no tenía suficientes fuerzas ni para discutir. Abracé sus piernas tapadas por la manta y me relajé en lo que llegaba Banner.
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Ashlynn (Natasha Romanoff x Chica)
FanfictionKat no es una chica normal. El violeta de sus ojos la delatan. Sin ella saberlo, ha vivido toda su vida en una mentira. Tras un accidente poco corriente, Kate se empieza a meter sucesivamente en problemas hasta acabar en donde su mundo dará un vuelc...