Capítulo 18

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Un momento después, cuando él separó sus labios de los de ella, Hipo le dirigió una sonrisa incómoda mientras respiraba hondo. ¡No sabía lo que le pasó! Sabía que la amaba, pero ¿estaba realmente listo para contarle todo? Pero después de eso, no tenía otra opción

—Mérida ...—

Bajando la cabeza cuando él apartó la mano de ella, Mérida contuvo el aliento. Ella no esperaba eso! ¿Podrían Teagan y Davina tener razón? ¿Podría él amarla? Ella no creía que solo una semana de conocerlo, y solo tres días con él se hubiera enamorado. Pero cuando pensó en que él se fuera y que nunca lo volvería a ver, la asustó. Su corazón realmente dolía. Y luego esto! 

—¿Por qué me besaste así?—

Con un suspiro mientras bajaba la cabeza, Hipo se frotó la nuca. 

—Lo siento, Mérida. Estaba debatiendo si iba a decir algo al respecto. Pero cuando me enteré de lo que casi pasó hoy contigo y con Macintosh. Y luego, el momento, la mirada en tus ojos ...—

Bajando la cabeza aún más, Mérida se abrazó a sí misma mientras se encogía. 

—Así que me besaste solo por el ...—

Hipo buscó su mirada y puso su mano sobre su boca.

—Déjame terminar Mérida. El momento, la mirada en tus ojos. Odio verte asustada y haria cualquier cosa y todo lo necesario para protegerte es el único sentimiento que tengo—Haciendo que ella lo mirara, Hipo suspiró mientras sonreía con los ojos entrecerrados y llenos de dolor. —Lo siento. Me enamoré de ti tan rápido. Pensé que tú también. No quise ...—

Tirando de un suspiro de sorpresa, Mérida se acercó a él y enterró la cara en su pecho mientras se tapaba la boca. ¡Tenían razón! Luego comenzó a temblar cuando sintió los brazos envolviéndola. —¿Lo dices en serio?—

Sonriendo en la parte superior de su cabeza, Hipo respiró hondo.

 —Si, así es como realmente me siento, si no, no te habría besado así—

Con un sollozo en la garganta, Mérida se congeló. Ella no sabía qué hacer ahora. Había estado peleando con su madre por no estar lista para casarse por semanas. ¿Cómo podía decirle a su madre que quería casarse con Hipo ahora y que no se fuera otra vez? Girando una mano, trató de respirar profundamente mientras agarraba su ropa. ¡Ni siquiera puedo hablar ahora!

Con una sonrisa mientras le acariciaba la espalda, Hipo suspiró mientras la miraba. 

—Está bien. Todo con nosotros funcionará al final—Pero luego suspiró mientras miraba hacia arriba. —Pero hasta que mis padres lleguen aquí no podemos actuar—

—¿Tus padres?—

Asintiendo, Hipo mantuvo su brazo alrededor de su cintura por un momento más. 

—Sí. No veo a Macintosh o su padre. Será una pelea. Y mis padres y mis amigos más cercanos estarán aquí en unos días. Cuando lleguen solos, estoy seguro de que les avisará. Macintosh para darse cuenta de que algo está pasando con nosotros—

Con un suspiro mientras asentía, Mérida respiró hondo. Se sentía segura en sus brazos en este momento. Pero tampoco podía ser vista por nadie que tuviera algo que ver con Macintosh. Alejándose de él, pero sonriéndole torpemente, se abrazó. 

—Y mañana es otro juego—Luego parpadeó mientras dejaba caer la cabeza hacia un lado. —¿Qué tipo de juego podrías ganar? Dos días sin tener que preocuparme por quién va a jugar. Y entonces podré contarte todo sobre Mor'Du—

Pensando por un momento, Hipo sonrió. 

—Lo tengo. Conocimiento táctico— Cuando ella le dirigió una mirada extraña, Hipo se echó a reír. —Cualquiera, ya sea que se haga cargo de un clan, una aldea o un reino, debe tener algún conocimiento táctico. Debe ser capaz de planificar cualquier cosa. La mayoría de las batallas y la mejor manera de ganarlas. Pon a prueba sus conocimientos . Dingwall y MacGuffin lo lograran, estoy seguro. Macintosh está demasiado seguro de lo que cree que puede hacer. Es del tipo que piensa que puede atacar y ganar con dominando a su enemigo—

Asintiendo, Mérida suspiró mientras se daba vuelta para irse. 

—Bien entonces— Pero luego jadeó cuando sintió una mano agarrar la suya. Volteando alrededor de sus ojos se ensanchó cuando Hipo la acercó y presionó sus labios contra los de ella para un beso rápido. —Hipo…..—

—Hasta mañana.— Hipo luego sonrió cuando la dejó ir y se dio vuelta para entrar en el puesto con Chimuelo. Luego suspiró cuando se volvió para verla correr hacia el castillo. Chimuelo corrió a su lado, le sonrió.

 —Entonces, ¿qué piensas Chimuelo? ¿Quieres llevarla a ella y Fire a casa con nosotros cuando nos vayamos?—

Cuando asintió, corrió hacia la esquina del puesto y miró a Fire. 

—Supongo que eso lo resuelve. Dudo que esto sea lo que papá y Fergus habían planeado. —

X

Levantando la vista cuando oyeron la puerta, Fergus y Elinor parpadearon para ver el sonrojo en su rostro cuando Mérida agarró algunas cosas y luego atravesó la puerta que conducía a su habitación. Dirigiéndose a su esposo con ojos parpadeantes, Elinor estaba un poco confundida. 

—Fergus ...—

Sonriendo, Fergus dejó escapar un largo suspiro. 

—Conoces esa mirada, amor—Con los ojos parpadeando dejó caer la cabeza hacia un lado cuando Elinor dejó caer la cara entre sus manos. —¿Elinor?—

—Pensé que ella no...—

Moviéndose y poniendo una mano suave sobre su boca, Fergus levantó los ojos para mirarlo mientras sonreía. 

—No lo estaba. Y no estaría lista para tener un matrimonio forzado. Ella está enamorada, Elinor. Déjala ser. Deja que encuentre el amor—

Parpadeando y volviendo a bajar la cabeza cuando él movió la mano, tenía razón. Le prometió que la dejaría hacer todo a su debido tiempo. Ella simplemente no esperaba que ella cayera tan rápido.

Un favor a un amigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora