Capítulo 44

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Han pasado dos años desde el nacimiento de sus hermanas. Mérida ha recorrido un largo camino y aprendió mucho viviendo en Berk. Lo que ella necesita hacer como esposa del jefe. Cómo cultivar y cosechar un jardín, cómo ordeñar los yaks. Incluso aprendió a cocinar con Astrid.

De pie en su cocina y trabajando en algo para comer para ella misma mientras lo que estaba preparando para la cena esa noche se cocinaba al fuego, tuvo que detenerse y sonreír a sí misma. Ella estaba muy embarazada. Pero ella no era tan grande como su madre con los niños o las niñas. Pero ella era más grande que Astrid el año anterior cuando nació su hijo Axel. Entonces pensó que al menos tendría gemelos.

Continuando con la preparación de algo para comer, suspiró mientras pensaba en todo lo que sucedió en los últimos dos años, aparte de quedar embarazada. Hipo se ha convertido en Jefe y es eficiente en eso, y por eso pasa mucho tiempo en casa con ella. Lo que ella ama.

Tomando su plato de comida, se tambaleó por la casa y salió para sentarse en el porche con su comida. Hacía calor en la casa cuando cocinaba, pero eso es lo que sucede en pleno verano donde estaban. Los inviernos fueron brutales y los veranos fueron de fuego.

-¿Comer de nuevo?-

Riendo mientras miraba hacia arriba para ver a Astrid acercándose a ella con Axel en sus caderas, Mérida asintió mientras daba otro mordisco. 
-Te digo que estoy teniendo gemelos. Soy más grande que tú y no tan grande como mamá con los niños-

Riendo mientras se sentaba con su hijo de diez meses en su regazo, Astrid suspiró. -Estoy de acuerdo con eso. Y creo que a medida que pasó el tiempo, Hipo, me atrevo a decir que está aún más emocionado por ser padre que tú por ser madre-

Riendo mientras comía, Mérida asintió. -Estoy de acuerdo con eso. Pensé que estaba emocionado, pero él ha superado algunos puntos-

-¡Mérida!-

Mirando a su alrededor, Astrid y Axel Mérida sonrieron al ver a su familia acercándose a ella. Con Hipo a la cabeza. -Ellos están aquí- Sentando el tazón, salió para saludar a sus padres y hermanos. -Me alegro de que ustedes estén aquí. Estaba empezando a preocuparme de que no pudieran hacerlo-

Abrazando a su hija, Elinor se echó a reír. -No faltaría al nacimiento de mi primer nieto por nada-. Pero luego miró su vientre y lo tocó con una sonrisa. -O debería decir nietos-

-Exactamente. Sabemos con certeza que al menos tenemos gemelos. Podría ser más, pero seguramente más de uno. ¿No crees Hipo?-Luego lo miró y sonrió.

-Así es. Y según nuestro acuerdo, incluso antes de que nos casáramos, ella puede nombrar a los niños. Los nombres de Berk no son sus nombres típicos-. Riendo mientras tanto Mérida como Astrid comenzaron a asentir con la cabeza súper rápido.

Con un suspiro mientras sonreía, Mérida se frotó metódicamente el costado del estómago. -Tengo comida para más tarde. Hice suficiente para todos con la esperanza de que estuvieras aquí esta noche- Luego miró a los catorce ojos que se estremecieron y la miró y se echó a reír. -Nada como lo que mamá intenta hacerles comer. Prometo que les gustará-

Con una sonrisa, Elinor suspiró cuando extendió la mano y agarró a tres de las chicas antes de que pudieran despegar. -¿Justo adentro? ¿Evitar que estos pequeños se escapen y se pierdan?-

-Por supuesto- Mirando a su esposo, Mérida sonrió. -¿Vienes o aún no has terminado?-

-Ya terminé. Patán decidió que no iba a discutir conmigo, así que terminamos más rápido de lo normal-Girando con ella mientras le ponía la mano en la espalda, Hipo la condujo a la casa. -Así que estoy aquí por el resto del día. Chimuelo está con Fire arrastrándose por la orilla por ahora-

Un favor a un amigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora