Un favor a un amigo

Capítulo 35

Siguiendo a su esposo como él le ordenó, Katie mantuvo la cabeza baja y cerró los ojos. Todo lo que quería hacer en este momento era llorar. Su preciosa hija se había ido y no tenía idea de dónde estaba y si estaba viva o muerta. Y su esposo actuó como si no hubiera pasado nada. Que no le importaba lo que le sucediera a su hija. Si no por otra razón, ella pensó que él querría saber qué le sucedió a ella debido al matrimonio que él ha arreglado. Pero él no ha dicho nada desde que se dieron cuenta de que ella se escapó en el bote hace dos días.

Una mirada a su esposa y Macintosh suspiró. No iba a preocuparse demasiado por Keri. Si ella se abría camino hasta allí, él le mostraría lo que sucede cuando ella huye y se casa cuando regresan a casa. Si no, él tiene a su hijo, no podría importarle menos. Simplemente obligará a una de las jóvenes sirvientas del castillo a casarse.

Volviendo a su flota, sonrió. -¡Pronto hombres! Pronto la familia Macintosh se vengará de todos los que nos han hecho daño. ¡Mi hijo se casará con la princesa! ¡Fergus, Elinor y todos los que nos desafían morirán! ¡Nos estamos apoderando del Reino!-Cuando sus hombres sonrieron y vitorearon, suspiró. -También sabes que mi hija se escapó. Si la encontramos, quiero que me la traigan lo antes posible. ¡Pero ahora, navegamos!-

Girándose y siguiendo a su padre, Macintosh suspiró. -¿Dónde crees que fue Keri, padre? Quiero decir que no es tan fuerte que deberíamos haber podido encontrarla ahora-

-Quién sabe. De alguna manera llegó a tierra y está tratando de encontrar su camino de esa manera. O se quedó dormida en el bote y se fue al mar. De cualquier manera, estaría muerta antes de que la hubiéramos encontrado de todos modos- Mirando a su hijo con una sonrisa, Macintosh suspiró. -Podemos encontrar a alguien del castillo para casarla con él si no encontramos a tu hermana. En este momento, nuestra principal preocupación es que consigas a Mérida-

-Correcto- El joven Macintosh luego se volvió y se acercó a los cuervos para mirar mientras el barco de su padre conducía a la flota hacia Dumbroch.

De pie justo detrás de él ya la izquierda, Katie intentaba con todas sus fuerzas contener las lágrimas. La forma en que habló de su hija como si ella no fuera más que una criada para él fue desgarradora. Ella estaba más que dispuesta a soportar sus caminos porque realmente lo amaba. Pero ella nunca pensó que al hacerlo terminaría así. "¿Qué he hecho? Debería haber tomado Keri y correr la primera oportunidad que tuve cuando era un bebé y luego estaría a salvo en este momento"

Otra mirada a su esposa, y Macintosh dejó escapar un suspiro molesto que la hizo estremecerse. -Si quieres una hija así de mal, cuando todo esto esté hecho, te dejaré embarazada de nuevo y podrás tener otra para reemplazarla- Volviendo a mirar mientras navegaban fuera de la cala y hacia el mar paralelo a la tierra, Macintosh suspiró. -En este momento, todo este viaje ha sido sobre tu hijo y no has hecho ningún esfuerzo-

-Perdóname, mi Señor. Deseo ver a nuestro hijo lograr su objetivo. Pero también estoy preocupada por nuestra hija. Y por el matrimonio que has arreglado para ella- Respirando profundamente y manteniendo los ojos cerrados y la cabeza gacha, Katie cruzó las manos delante de ella. 
-Estaba feliz de que su hijo se casara con la princesa del Clan Macintosh. Sospecho que puede no ser feliz si no es ella-

-Tal vez. Pero estoy seguro de que estará dispuesto a tomar a cualquier mujer como su esposa. No es como si pudiera casarse con alguien si no es forzado-Agitando la mano, Macintosh dejó caer la cabeza. -Vuelve a la cabaña ahora. Quédate allí el resto del día-

Katie hizo una reverencia, se volvió y abandonó la cubierta del barco y se dirigió hacia la cabaña que había debajo. Una vez que estuvo en el pasillo y no había nadie allí, se cubrió la boca y corrió hacia la habitación que compartía con su esposo. Cayendo de rodillas en medio del piso, dejó salir todo mientras se abrazaba y sollozaba. ¿Dónde estaba su pequeña hija? ¿Y qué podía hacer ella para compensarlo cuando la encontraran?

X

Escaneando no solo frente a ellos, sino también la tierra de arriba y el mar a su otro lado, Macintosh realmente esperaba poder ver a su hermana. Simplemente sabía con la forma en que ella hablaba en contra de lo que querían para él, ella habría derramado todo lo que sabía o pensaba que sabía. Y eso lo arruinaría todo.

Sabía que su padre no pensaba mucho en su hermana o en su madre. Pero su hermana, podía ver las ruedas girando en su cabeza mientras ella pretendía no preocuparse por lo que estaba sucediendo a su alrededor todo este tiempo. Su madre era diferente a su hermana y Mérida. Ella simplemente se puso en línea después de un revés de su padre, o eso le dijeron. Pero su hermana y Mérida tomarían mucho más que eso y él lo sabía. Mientras estaba preparado para el desafío, no quería que su hermana lo arruinara por él.

-¡Ven aquí chico!-

Mirando hacia abajo para ver a su padre, Macintosh asintió mientras sentaba el catalejo y luego deslizaba la cuerda para dejarse caer al lado de su padre. -¿Qué pasa padre?-

Cruzando los brazos mientras miraba a su hijo, Lord Macintosh suspiró. 
-¿Por qué sigues buscando en todas partes menos en línea recta muchacho?-

-Dragones-. Sabiendo que su padre no querría escuchar una palabra sobre lo que su hermana puede o no hacer si los otros la encuentran primero, Macintosh se lo jugó a los dragones. 
-Esas bestias vuelan rápido, lo vimos. Podrían venir de cualquier parte. Y quién sabe cuándo vendrán. Me imaginé que estaría atento a todo lo que nos rodeara-

Señalando a un lado, sabiendo que había algo más que eso, Lord Macintosh señaló para ver. -¿De esa manera también?-

Asintiendo, el joven Macintosh suspiró. -Padre, una de las primeras cosas que me enseñaste fue usar el sol como telón de fondo. El resplandor del sol evitará que me vean acercarse a ellos. Eso realmente no es tan difícil de entender, entonces ¿por qué hacerlo? ¿Crees que Hipo no podría hacerlo también? O Fergus-

Con un suspiro mientras se cruzaba de brazos, Lord Macintosh solo miró a su hijo. Era un poco listo para su propio bien, al parecer. Sabía que estaba buscando a su hermana, pero no podía probarlo. No entendía por qué no le creía que su hermana era una cabeza de aire y conocía su lugar al igual que su madre. -Está bien, entonces. Vuelve allí. Enviaré a alguien para que te alivie cuando esté oscuro para que puedas dormir un poco-

Asintiendo con la cabeza, el joven Macintosh se dio la vuelta y volvió a subir la cuerda hacia los cuervos. Una vez más escaneando todo el bote desde los costados, el frente y el aire. 
-Incluso si te hubiera dicho padre, que tengo el mal presentimiento de que Keri está arruinando las cosas por nosotros. No es que escuches cuando se trata de ella. Necesitará que le enseñen una lección igual que Mérida-