Capítulo 13

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Cuando abrió las puertas del castillo, había esperado que Macintosh se hubiera olvidado o algo así. En cambio, estaba montando su caballo hacia ella. 

—Le dije a Dingwall ayer también. No quiero montar ...—

—No es lo que piensas, mi Lady— Macintosh tiró de su caballo para que se detuviera instantáneamente junto a ella mientras le tendía la mano. —No me importa mucho, pero sé que lo haces. Ese dragón rojo del otro día. Se escapó del establo y ahora sus alas están atrapadas en un grueso parche de cardo sobre la colina. Ven—

Cuando él extendió su mano, sus ojos estaban muy abiertos de horror. ¡Sus alas estaban casi curadas de las flechas! Hasta el punto de que Hipo le iba a enseñar a volar cuando pasara más tiempo con él. Comenzando a alcanzar su mano, Mérida se estremeció y tiró de ella hacia atrás. La sonrisa en sus labios. Estaba tramando algo. 

—Espera ... ¿dijiste sobre la colina?—

—Lo hice. Ven, no hay mucho...— Pero luego jadeó con una mirada fulminante cuando ella corrió alrededor de la parte delantera de su caballo, haciéndolo retroceder cuando ella se dirigió hacia el establo. —¡Mi lady!—

Deslizándose para detenerse en el granero, Mérida suspiró y luego bajó la cabeza mientras caminaba hacia el puesto donde estaba Fire y la atendió. —Me asuste muchísimo—

—Princesa….—

Al entrar en el establo con su dragón, Mérida suspiró mientras se pasaba las manos por la cabeza. —No me digas princesa. ¿Qué estabas planeando Macintosh?— Mirándolo con una mirada que coincidía con la suya, Mérida respiraba con dificultad, estaba tan enojada. Apenas podía ver bien.

Frotándose la nuca, Macintosh se deslizó de su caballo mientras caminaba a mitad del granero. —Vi que no fuiste a dar un paseo como Dingwall claramente quería hacer ayer. Así que pensé que te engañaría. Eso es todo—

Al escuchar pasos, Mérida miró más allá de él y vio a Maudee caminando. —Maudee— Cuando se detuvo y miró adentro, Mérida suspiró mientras trataba de relajarse. —Por favor, ve a buscar a mis padres y haz que vengan aquí—Cuando asintió y salió corriendo, Mérida se movió y colocó a Fire entre ella y Macintosh. —Bajar la colina nunca es un lugar al que vaya. Mor'Du está allí abajo. Sabías que era todo lo que quería hacer hoy, y en lugar de esperar a ver qué quería hacer, querías forzar algo que no queria—

—Solo quería montar a caballo contigo. Y Mor'Du no existe. Él tampoco se comió el pie de tu padre— Macintosh comenzó a dar un paso hacia ella, pero se detuvo cuando cada espiga en la cola del dragón subió y ella volvió los ojos que eran rendijas estrechas hacia él. —Eso fue todo—

—¿Qué pasa?—

Al levantar la vista para ver a sus padres, Mérida rodeó a Fire con una mirada fulminante hacia Macintosh. —Vino corriendo hacia mí en su caballo cuando abrí la puerta. Me mintió para tratar de subirme a su caballo. Dijo que Fire tenía sus alas atrapadas en el cardo en el bosque. Abajo de la colina. Corrí aquí y ella todavía estaba aquí. Él mintió al respecto. Y no cree en Mordu—

Macintosh se volvió hacia sus padres y suspiró. —Solo pensé que sería divertido y que ella lo disfrutaría—

Cruzando los brazos, Fergus trataría con su esposa más tarde. —Elinor mantente fuera de esto. Lo digo en serio—Cuando sintió su mirada sobre él, entrecerró los ojos hacia el joven  Macintosh. —Primero.  Ella no monta dos veces a menos que esté conmigo o con su madre. Segundo, no es lo que crees que sería divertido para esto. Es lo que ella quiere hacer—

—¿Pero qué iba a hacer ella? No nos dirás eso. Y todo lo que sucedió ayer fue que Dingwall jugó con los muchachos. ¡El patán estaba realmente feliz por eso cuando regresó a su tienda!— Macintosh lo fulminó con la mirada mientras intentaba defender su caso. Solo esperaba que no bajaran para ver qué había en el bosque sobre la colina.

Un favor a un amigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora