Capítulo 24

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Bien despierta y emocionada por el día, Mérida ya estaba en la cocina con Fire cuando sus padres bajaron. Hoy pudo pasar todo el día con Hipo y los dragones. Y si lo que dijo cuando lo vio anoche en el granero, su padre podría estar allí hoy.

—¡Mérida!—

Saltando y girando para ver las miradas burlonas en los rostros de sus padres, Mérida sonrió y se echó a reír. 

—Lamento haberme perdido en mis pensamientos. No he tenido la oportunidad de volar con Fire desde la última vez que pasé tiempo con Hipo. Tengo muchas ganas de volar con ella hoy—

Con un suspiro, Elinor solo sacudió la cabeza. Realmente no la quería en el aire sobre el dragón. Todavía no estaba segura de si realmente podía confiar en esa cosa como todos los demás parecían hacer. Pero tenía que admitir que, en el aire con Hipo, al menos estaba a salvo de Macintosh y de lo que él quisiera o no querer hacerle. 

—Sólo sé cuidadosa—

Sonriendo, Mérida asintió mientras pasaba la mano por el cuerno de Fire

—Lo haré, pero no tienes que preocuparte mamá. Ella no me hará daño, y tampoco dejará que me pase nada—

—¡Fergus!—

Todos se levantaron bruscamente para ver a Lord Macintosh irrumpiendo hacia ellos con unos pocos guardias corriendo para tratar de alcanzarlos. Fergus dio un paso entre él y su esposa e hija.

 —¿Cuál es el significado de esto?—

—Quiero saber por qué demonios mi hijo no pasó todo el día con ella ayer. ¡Estaba en casa casi tan pronto como comenzó el día!—Lord Macintosh lo fulminó con la mirada mientras se cruzaba de brazos. —¿Quién lo envió esta vez?—

Alejándose con Fire, Mérida suspiró mientras cerraba los ojos. 

—Decidió irse solo. Le dije que iba a cambiar la tradición en algún momento y que no me inclinaría ante nadie. Se enojó y luego se fue por la puerta y se dirigió al establo—

Volviendo a Fergus, Lord Macintosh gruñó. 

—Si ella no hubiera hablado así con él, se habría quedado. Deberías enseñarle algo de respeto a tu hija—

—Mi hija respeta a quienes la respetan. Eso es lo que le enseñé Lord Macintosh— Cruzando sus propios brazos mientras permanecía erguido cuando Elinor se acercó a él. —Ahora muestras el respeto que afirmas que mi hija no tiene y sal de mi castillo ¿Entendido?—

Mirándolo por un momento, Macintosh se volvió y salió del castillo. Mirando hacia arriba cuando escuchó dos rugidos. "Esto no va a ser así. Me impidieron tener a la princesa cuando hicimos los juegos para Elinor. ¡Mi hijo no será negado!"

X

Aterrizando sobre las cataratas nuevamente, Mérida suspiró mientras se bajaba de Fire. 

—He estado buscando ...— Pero entonces ella jadeó y suspiró cuando sus ojos se cerraron y todo su cuerpo se relajó cuando Hipo la tomó en sus brazos y la besó. Un momento después, cuando él separó sus labios de los de ella, ella sonrió y se sonrojó. —Hipo…—

Dejándola ir, Hipo sonrió. 

—He estado esperando hacer eso desde que comenzó el juego. Estoy bien por ahora—

Riendo cuando él tomó su mano y caminaron más allá de las cataratas, Mérida suspiró mientras sonreía. 

—No estoy diciendo nada al respecto. Por cierto, ¿realmente crees que tu papá y tus amigos van a estar aquí hoy?—

Un favor a un amigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora