Un favor a un amigo

Capítulo 27

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Para esa noche, Hipo se encontró sentado en el granero con todos los demás y sus dragones. Pero él mismo estaba revisando sus armas. Incluyendo el más nuevo que esperaba que no tuviera que usar, pero estaba seguro de que probablemente lo haría. Pero él haría lo que tenía que hacer para mantenerla a salvo.

—Hipo, ¿realmente crees que va a ser una pelea tan grande?—

Mirando a Astrid, Hipo suspiró, luego deslizó su brazo en la manga de su arma

—Sí. Pero en su mayor parte, los otros tres clanes mantendrán a raya a los hombres que están en el ejército de Macintosh. Pero son Macintosh y su hijo los que me preocupan. De no haberlo hecho, ya la habrían agarrado. Por el hecho de que escuché su plan la primera noche que estuve aquí. El día que se suponía que debía pasar el día con el, él estaba en su caballo y le mintió diciéndole que Fire estaba herida y atrapado en un arbusto. Si ella hubiera subido al caballo con él, él tenía toda la intención de intentarlo—

Con los brazos cruzados mientras estaba justo detrás de su esposa, Eret suspiró.

—Entonces, ¿lo que estás diciendo es que algunos de nosotros necesitamos estar con tu papá para ayudar con los hombres, mientras que tú y el resto de nosotros nos quedamos con ella?—

—Básicamente. Sin embargo, no sabemos cuánto tiempo le tomará tener el descaro de volver. Papá y Fergus me dijeron que Macintosh ya estaba enojado y amenazando— Mirando hacia el puesto vacío de  Fire, Hipo sonrió. —Pero ahora tiene a Fire con ella en su habitación, así que eso es una ventaja.—

—Eso es verdad. Parece que también le gusta mucho. Estoy sorprendida de que ella la haya llevado tan rápido— Sonriendo mientras miraba a Eret, Astrid se echó a reír.
—Quiero decir que tomó algunos meses y la ayuda de Stormfly para que te guste Thunder Storm—

Al oír el gruñido de Eret, Hipo se echó a reír mientras se recostaba contra la pared del granero.

—Esto es cierto, pero debes recordar que Chimuelo es un Alfa ahora y él estaba aquí. Eso y cuando ella caminó hacia ella tenía más estrellas en sus ojos que nadie que yo conozca—

Volviéndose a Hipo, Astrid suspiró.

—¿Qué pasará cuando la pelea suceda, Hipo? Sí, ella vuela sobre un dragón, pero sigue siendo una princesa. No sé si sabría cómo pelear si se tratara de eso—

—Mano a mano no, ella no podría hacer eso—Hipo suspiró mientras miraba su regazo. —Pero ella puede disparar un arco y una flecha mejor que nadie en Berk. El primer juego que hicimos fue tiro con arco, y sus reglas eran simples. El que pudiera acercarse más a la flecha que disparó, ganaría. Ella nunca se detuvo y disparó cuatro flechas perfectas—

—Eres el mejor arquero en Berk Hipo. ¿Estás diciendo que ella es mejor que tú?—

Mirando a Brutilda, Hipo asintió.

—Mucho. Ha estado disparando arcos y flechas desde que tenía cinco años. Yo comencé hasta los doce—Pero luego suspiró mientras cerraba los ojos. —Pero se me ocurrió una idea cuando la mantenía feliz y su madre se volvía loca con todos. Iba a emparejarla contigo Astrid, que la llevaras con Stormfly, con Fire siguiéndola y ayudando. Con su habilidad en tiro con arco, ella podría ayudar con eso. Ya que sabes cómo evadir mejor que ella en este momento—

—Creo que podemos hacer eso— Sonriendo mientras asentía, Astrid suspiró cuando Eret se sentó detrás de ella y le puso una pierna a cada lado. —Y Eret también, tres nadders, dos jinetes entrenados y un arquera experta. Podemos hacer eso—