Capítulo 18

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- ¡SHERLOCK HOLMES, SUELTA A MI PERRO O REVENTARE TU CABEZA CONTRA LA PARED! - Gritaste, mientras veías horrorizada como el detective zamarreaba a tu pobre cachorro de un lado a otro. De un tirón lo sacaste de sus peligrosas manos.

-Sherlock, por dios, compórtate- El doctor siempre estaba allí, observando los "pequeños" ataques de locura de Holmes.

-Ya está, mi pequeño, ¿Este detective malo te estaba molestando? - Besaste a tu mascota amada, mirando con desdén al hombre que, lamentablemente, adorabas.

-Se razonable (T/N), a este punto debe haber puesto cámaras y micrófonos hasta en el refrigerador- Como si de repente hubiera sido iluminado por el espíritu santo, Sherlock se abalanzo hacia tu cocina- ¡Encontré el sexto!

  Suspiraste profundamente. Ya hacía varios días que John y Sherlock revisaban tu hogar en busca de objetos "particulares", no habías visto al detective tan inquieto en bastante tiempo. Ayudaste a revisar su casa también, encontraste más micrófonos de los que esperabas y algunas pequeñas cámaras, tan pequeñas como caramelos.

  ¿En qué momento habían colocado todo eso allí?

  Lo más extraño de todo era el hecho de que Moriarty no había aparecido en casi dos semanas, ni siquiera te envía mensajes. Eso nunca es bueno.

  De repente, Sherlock recibió una llamada en su móvil.

-Lestrade- La expresión casi arrogante de Sherlock cambio de repente y frunció el ceño- Vamos para allá.

- ¿Un caso? - Pregunto el doctor genuinamente intrigado.

-Nos necesitan en otro lugar- John se levanto de su lugar y el detective tomo el pomo de la puerta, observándote- A los tres, (T/N).


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  Al llegar a la escena del crimen lo primero que notaste fueron varios rostros alterados, yendo de un lugar a otro. En teoría, las personas que trabajaban en el cuerpo forense y la policía estaban entrenadas mentalmente para contextos desagradables, algo debe verse realmente mal ahí dentro para inquietar a esta gente, incluso Donovan parecía que había visto un fantasma.

  Se trataba de un complejo industrial bastante grande, parecía tener muchos años de construcción y era un lugar que definitivamente no visitarías de noche. Resulta que estaba abandonado y en venta hace aproximadamente cuatro años.

-John... ¿Qué crees que haya allí dentro? - Antes de entrar a una de las fábricas en particular, Lestrade los había obligado (Excepto a Sherlock) a usar trajes especiales para no contaminar la escena del crimen. El doctor te observo un tanto desconcertado.

-No lo sé, (T/N), pero sea lo que sea no parece agradable de ver, ¿Seguro que quieres seguir? - Asentiste.

  Lo segundo que notaste, fue el rastro de sangre intenso que viajaba desde la calle hasta dentro de la propiedad y se extendía a su gusto por varios lugares.

  Lestrade los condujo a través de las habitaciones de maquinaria, hasta llegar a un pasillo interminable y tenebroso, con goteras y poca entrada de la luz solar. Iluminado con débiles y escasos focos, el pasillo llego a su fin, presentando una entrada a un último cuarto. Al abrirse la puerta, contemplaste con horror, y sosteniendo las ganas de vomitar, tres cuerpos sin vida: uno de un niño pequeño y dos de adultos. Eran una familia. Estos mismos tenían un hueco en el pecho ligeramente inclinado hacia la izquierda, les habían sacado el corazón.

  Intentaste no observar mucho para reprimir las náuseas, hasta encontrarte con los ojos azules de Sherlock que transmitían compasión y fueron infinitamente tranquilizadores.

- ¿Estas bien? - El doctor se acerco a ti, colocando una mano en tu espalda- Puedes vomitar si quieres- A veces agradecías haber conocido a estas personas, le daban color a tu vida de alguna forma.

- Podría estar mejor, pero estoy bien.

  No era la primera vez que veías un cadáver, obviamente, pero estos no se veían, ni olían como los que habías visto. La sangre adornaba las paredes, dibujando un corazón en una de ellas. Esto no es obra de un asesino serial cualquiera.

-Tienes razón- La voz de Sherlock resonó de repente y te miro de reojo antes de ponerse un par de guantes- No es un asesino cualquiera, esto fue muy pensado. En ti.

  Otra vez habían vuelto las náuseas, no ibas a vomitar, pero tosiste y te alejaste un poco por precaución.

-(T/N), ven, salgamos de aquí- El doctor te acompaño a la salida, no antes sin que pudieras dar un último vistazo a la familia sin vida, desplomada en el suelo, y al corazón finamente dibujado en la pared. Los seis ojos parecían observarte, intentando culparte.


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  Esa misma noche decidiste dormir en Baker Street (Pasando antes por tu casa para alimentar a tus mascotas, por supuesto). Te sentías fuera de lugar, no podías dejar de pensar en sus rostros.

"Fue tu culpa, fue tu culpa"

¿Fue él?

¿Fue Moriarty?

¿Por qué había hecho algo así?

¿Qué clase de mensaje quería enviarte?

¿El sería capaz de sacarte el corazón también?

-Deja eso, deja de pensar- Sentiste una mano apoyándose en tu hombro, atrayéndote al inconfundible olor de Sherlock y a su pecho- Estas pensando mucho, me estas poniendo histérico.

-Lo siento, no puedo evitar pensar en sus rostros...Mirándome, juzgándome- Temblaste un poco ante el regreso de las imágenes que presenciaste hoy, ni siquiera el embriagador perfume del detective lograba distraerte.

  Dejaste a un lado la taza de té del que previamente habías estado bebiendo, y suspiraste profundamente.

-¿Crees que fue...?

-Si, bueno, no él. Alguien a quien él le dejo el recado- El detective aseguro un poco su agarre en tu hombro- Pero el corazón en la pared, eso fue hecho por sus dedos.

  Una vez  más sentiste que se revolvía tu estómago, casi al borde de las lágrimas, fuiste interrumpida. 

-Muy bien, ven aquí- Sherlock alzo tu cuerpo y te sostuvo como a un niño pequeño en sus brazos, sin levantarse del sofá. Envolvió tu ser en una manta y dejo que descansaras en su pecho. Esto se sentía tan familiar.

  Te hubieras distraído del todo si no fuera por la mirada sagaz del doctor que te enviaba desde la cocina. Sherlock tosió, dándole a entender que este no era su lugar.

-Si, sí. Buenas noches a ambos- Y con esto se retiró a su cuarto, sonriendo.

  Comenzaste a sentir los parpados pesados, comenzaste a sentir mucho cansancio y lentamente ibas cayendo en sueño, pero un inesperado roce de labios en tu cuello te sobresalto por completo.

- ¿She...Sherlock que estas...? - Él te observaba incrédulo, como si no supiera de que estabas hablando.

-Quizás calcule mal el tiempo en que caerías dormida- Tu rostro se sofocaba un poco- No tiene importancia.

  Volvió a repetir el mismo proceso anterior, pero este beso fue mucho más firme y reconfortante. Te hizo sentir bien.

"Él está aquí, no tienes nada que temer"

-Que descanses, (T/N).

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⏰ Última actualización: Aug 09, 2019 ⏰

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La inadaptada y el funcional (Sherlock x reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora