Reto

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Viendo ambas tacitas de café ya frías, marco de nuevo el número hasta que el sonido de timbre se cortó, indicando que del otro lado de la línea habían contestado. Intentando no gritar, murmuró al aparato, demasiado molesto —Eleanor, ¿Dónde demonios estas? Llevo esperándote veinte minutos ¿A dónde fuiste? Se suponía que solo irías un momento al baño.

—Lo siento, se me presento algo. Ya sabes, la universidad—Eso solo aumento más su cólera. Era demasiado desvergonzado de su parte.

—Te graduaste hace dos años

—¿Ah si? Uy... Entonces ya no hay motivos para que este aquí. Hablamos luego.

El pitido indicaba que su amiga le había colgado, y además lo dejo solo sin explicación alguna. No había hecho nada, aunque tal vez había tardado en el baño, no era motivo. Tampoco había dicho nada para molestarla, no dijo ni un comentario sobre el mal peinado o el bolso sin combinar con el resto de su atuendo. O al menos solo lo pensó. Estaba por tomar su último sorbo de café para después retirarse. No podía creerlo, se suponía que fans les tomarían fotos.

Las campanillas sonaron, alguien ingresaba a la cafetería. Como si de cámara lenta se tratase, levanto la vista por mera curiosidad, sin siquiera pensarlo. Aunque, su intención solo fuera mirar un breve segundo a la persona que fuera. No pudo. Se quedó pasmado.

Pero no era cualquiera, era la razón de que tuviera que usar corrector para tapar sus ojeras y tomar café para no dormir en pleno programa.

Harry Styles entraba con un singular estilo, es decir. Era Harry Styles. Usando uno de sus exclusivos trajes Gucci. Tonos rosas y negros hacían una buena combinación en su piel blanca.

Entonces sus ojos se posaron en el pequeño castaño, su sonrisa se hizo presente y fue directo hacia él.

— ¿Qué haces aquí? —preguntó realmente extrañado. Y sobre todo nervioso. Su reacción hostil era demasiado trasparente, notoria, torpe. Ahí tenía las razones por las cuales no le dieron el papel de aquella película. Pero, debía actuar. Sabia como. ¿No era así?

—Tú me dijiste que nos viéramos aquí. Perdón por la tardanza y—ensancho su sonrisa—Hola—dijo con una voz grave y calmada. Ser encantador, estaba en la lista de atributos del gran Harry Styles, claro que sí. Louis contuvo el suspiro, poniéndose a pensar a profundidad en eso último que le había dicho.

—¿Yo? Estas loco, yo nunca te dije eso.

Harry arrugó el entrecejo a manera de confusión, sacando su celular y entrando a su previa conversación. Mostrando está a un muy desorientado Louis, al verla se quedó un segundo, preguntándose si se trataba de alguna edición o resultado de una aplicación. Para evitar toda duda, también decidió sacar su celular para comprobarlo por sí mismo. 

Efectivamente, ahí estaba la conversación. Pero él no recordaba haber hecho eso. De pronto, como si la última pieza en el rompecabezas encajara, se dio cuenta. ¿Cómo era posible no haberlo visto antes?

—Eleanor.

"Maldita sea" dijo una y otra vez en su mente. Pensado en lo sospechoso que fue cuando para ir al baño ella tomo todas sus cosas y le deseo buena suerte. Tenía que ser.

"Ojala y este mes le saquen una mala foto y los fans hagan muchos memes"

—Entonces, tu "novia" fue la que me dijo que viniera—dijo con sorna para después soltar un suspiro mientras se sentaba sin ser invitado— Interesante—hablo con media sonrisa decorando la palabra.

—Ella... Ella piensa que te odio, y quiere que seamos amigos. Si... Es eso. Ella es muy gentil y buena—y una bruja que pagara caro a penas la vea, aunque eso no lo dijo—Ya lo sabes. Amor.

— ¿Qué sabes tú de amor? —Cuestionó divertido, viendo ante él a un pequeño presentador que actuaba de manera agresiva. Le parecía curiosamente complejo.

—Lo que hay que saber.

Soltó con simpleza. Cada respuesta solo lo llevaba a un punto. Estaba seguro. Lo veía de manera que nadie nunca lo había visto. Y es que, ¿Cómo el resto no podía hacerlo? Era brillante y llamaba mucho la atención, mas, el resto parecía solo ignorar aquello.

—Para mi, amor es cuando se te ilumina el rostro al hablar de la otra persona... Y ¿Qué crees? En ningún momento vi eso en lo poco que llevo aquí.

— ¿Ahora eres un maestro del amor? —cuestiono más acometedor que antes. Porque él no lo imagino de esa forma, era encantador. Claro, también narcisista, pero supuso que se trataba de un juego en cámaras.

—Siempre lo fui

No, él generalmente no era así. Pero estar cerca de Louis le provocaba sacar todo ese descaro que poseía. Le gustaba verlo fingir que le molestaba su presencia.

Recuerda muy bien como una tarde sin nada que hacer, prendió el televisor. Pasando por canales sin nada que le interesara. Se detuvo a penas vio unos bellos ojos azules ser enfocados, al parecer estaba escondido esperando por alguien. De pronto una celebridad entro al cuarto y este salió de su escondite. Casi provocandole un infarto al pobre chico.

De pronto, se hizo una costumbre ver ese programa cada tarde, o al menos cuando podía. Incluso cuando era así, grababa los episodios para poder ver una y otra vez esos bonitos ojos de un color tan especial que no sabría cómo describir correctamente. Anhelaba poder verlos de cerca alguna vez.

Su emoción fue enorme cuando este chico de cabello castaño habló de él en su programa, de su nuevo álbum. Esperaba algún día decirle que algunas canciones del álbum fueron inspiradas por él.

Sus canciones se iban demasiado al amor platónico, al amor imposible, y mucho sobre sentirse perdido y enojado. Emociones que lo abrumaban y le llenaban de felicidad en solo segundos. Porque, en un principio, creyó toda la narrativa de la perfecta pareja. Y solo a veces, cuando se sentía más débil,deseaba ser ella.

Entonces lo notó, Louis hablaba sobre él continuamente. Pero siempre que lo hacía su sonrisa era aún más grande, más sincera.

¿Podía ser?

Y sí sus sospechas eran ciertas, el bonito presentador definitivamente no se le escaparía. Lo sentía de tal forma que en una canción había escrito explícitamente uno de sus sueños. "No podría quererte más, te beso en la cocina como si fuera una pista de baile"

—Yo te enseño lo que es en realidad el amor—soltó sin tapujos, viendo directo en aquellos nerviosos ojos.

— ¿Tú? Llevas sin pareja casi cuatro años—más belicoso aun, arremetió contra él, pensando que tenía un buen punto a su favor.

—Menos que tú, sí—Pero, en esta pelea, solo podía haber un claro perdedor.

—Yo tengo pareja, desde hace cinco años.

—Yo hablaba de una real.

Reto el rizado, a lo cual entrecerró sus ojos. Sus narinas se contraían y expandían como si estuviera a punto de lanzarse sobre Harry. Estaba saliéndose con la suya. No podía ser cierto.

—Yo también.

—En un mes, tendrás una pareja real. Y será grandioso. —mostraba sus brillantes dientes mediante la enorme sonrisa que tenía en su lindo rostro.

— ¿Ah sí? ¿Quién?

Harry mantuvo la perfecta sonrisa, esta vez acompañada con hoyuelos asimple vista. Deslumbrante, como siempre. Un segundo después, se levantó y caminoa la salida del lugar, volteando en la puerta respondió insolentemente y leguiño el ojo.

—Yo.

My Straight Boy (COMPLETO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora