Capitulo 10

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MATHEW

Lo que  pronto termina, vuelve a empezar.
Y lo digo porque de niños jure que jamás volvería a hablarle a Angel.

Terminamos mal siendo amigos y no quiero volver a pasar por lo mismo, nuestras madres pelearon y nos distanciaron uno del otro y el vernos a escondidas se volvió odioso hasta que al fin dejamos de vernos.

Si, se que no terminamos así con una pelea fuerte, pero se que el alejarnos para mi significa que nunca hubo amistad.
Y fue de su parte el alejarnos ya que conoció a Joanna y empezó a realizar su vida aparte, olvidándose de la amistad que tuvimos en el pasado, desde que nuestras madres cambiaban nuestros pañales mientras bebían vino en el porche de la casa de los Miller, que ahora tampoco se o sabemos de ellos desde que Chenza se fue a Londres y nos distanciamos por años.

La alarma de incendios se activa, pero decidimos esperar unos minutos antes de salir.

-Kary- Digo mientras la detengo con la mano en la puerta apunto de abrir-. Antes de salir, no quiero que digas nada.

-¿Por qué?-. Dice y se vuelve hacia mí dejando su mano en el aire.

-Por cualquier cosa- Digo y le beso la frente, aunque yo se bien que primero quiero saber el porqué lo hicieron, antes de inculpar a uno de ellos, puede que Ángel se haya alejado pero yo se algo que puede que el no, y lo protegeré si es necesario ya que se lo prometí a mi padre antes de que tomara la elección de irse de la casa-. Solo quiero que no digas nada, absolutamente nada.

-Claro- Dice y me sujeta la mano-. No diré nada. Y me sonríe con ojos cristalizados.

Kary abre la puerta y sale, yo hago lo mismo detrás de ella, los aspersores siguen activados y nos arroja la brisa del agua antes de salir, se siente fría pero fresca, salimos del armario y esta comienza mojarnos, nuestras prendas comienzan a llenarse de agua y se hacen más pesadas, caminamos lo más rápido que podemos, pero creo que ya es demasiado tarde, doblamos la esquina y lo primero que puedo ver son las luces rojas y azules que giran alumbrando la entrada principal de la cafetería, una alarma proveniente de uno de los carros comienza a sonar, por lo que Kary se espanta esto hace que de un salto y resbale.
Cae al suelo y nos damos cuenta que es el lugar donde Molly está tendida, Kary ha caído sobre la mancha de sangre que se comienza a borrar, ahora su vestido color beige, es parte de Molly, tiene una mancha de sangre en el vestido.
Me agacho para levantarla, pero Kary está aterrada por ver el cuerpo que se quiere levantar lo más rápido que puede, al hacerlo toca el suelo y me toma por mi camisa, está se ha manchado color rojo, pero no es intenso, si no es claro, como si a un vaso con agua le agregarás una gota de colorante rojo ese mismo colorante no se distingue, igual aquí, la sangre se está yendo, se desaparece, se esparce por todo el piso y no se distingue en mi camisa.

-Maldición- dice y es cuando los policías entran por la puerta principal, se acoplan de uno a uno en fila pegados contra los casilleros, nos ven y levantan sus armas, me vuelvo a ellos y la mayoría para, a esepcion de uno que sigue avanzando.
Le hace la señal a los demás de que bajen sus armas y él hace lo mismo, introduce su pistola en su estuche.

-Manos donde pueda verlas- Dice acercándose a nosotros lo más rápido que puede, nosotros le hacemos caso, subimos las manos, trago saliva, está sabe amarga, la culpa cargará sobre nosotros apartado de ahora, con las manos en la nuca me vuelvo hacia Karime, ella me mira y con la frente en algo sus ojos se cristalizan, el oficial llega hasta nosotros y observan el cuerpo a solo unos pasos de él.

Los aspersores terminan de rosear y es cuando todos se incorporan a nuestro alrededor, me toman por el hombro, lo mismo hacen con Kary, me toman con demaciada fuerza que en este momento veo mi debilidad, me tuercen los brazos hacia atrás y agachan mi cabeza, llevan las esposas de una de mis manos a otra, por primera vez siento lo que es estar preso, e indefenso, y ahora comprendo a los animales.
Nosotros somos quienes los someten y no los dejan libres.

-Quedas detenido por alteración de orden, posible porte de un arma de fuego y por el doble homicidio de un tercero, tienes derecho a guardar silencio, todo lo que digan será usado en su contra en un tribunal de justicia.
Tienen derecho a un abogado, si ustedes no pueden pagar uno, el mismo tribunal les asignara uno- Dos voces repiten en mi cabeza al mismo tiempo en el que nos encaminan hacia una de las jardineras para recibir indicaciones.

-Tenemos dos posibles sospechosos- dice otro de los policías por su radio-. Serán llevamos detenidos para que los interroguen.

-Traigan a los de criminalística, tenemos un posible deceso- Dice el oficial que sujeta a Kary, nos comienzan a trasladar por el pasillo, pasamos junto al cuerpo de la chica y doblamos hacia las escaleras, abren la puerta y comenzamos a bajar, salimos y las luces de las patrullas me deslumbran, las personas nos miran como si nosotros fuésemos culpables de algo.

Pero nosotros mismos sabemos que no lo somos.

Nos suben en la parte trasera del auto, y solo vemos las caras de todos asomándose para ver que idiotas están dentro de la misma.

-No digas nada- Le digo volviéndome hacia ella-. Hazlo por mí. Asiente con la cabeza mientras el policía Reynols sube a la patrulla.

-Ahora que hicieron chicos- Dice el oficial, pero no respondemos y nos mantenemos callados como lo previo dicho, arranca la patrulla y comienza a andar.

Llevamos por lo menos un par de horas en el auto,  el oficial sigue haciendo su trabajo mientras nosotros estamos en la parte trasera del automóvil, atendió a una señora que extravió a su hijo en el parque de la avenida Lindey,  y dimos varias vueltas hasta que lo hayaron cerca de la tienda de dulces “Candy Sweet", estaba parado justo por fuera de los mostradores de chocolate, su madres pudo respirar bien hasta ese momento, después de ello el oficial hizo una parada algo larga en la cafetería que está cerca de la universidad, su socio le encargó un café, por lo que fue a Coffe-late, regresó una hora despues con 3 chocolates y 3 donas, mientras día un pequeño cuerno relleno de chocolate, este sube al auto y lo hecha a andar, y así andamos por otros 30 minutos hasta que llegamos a la jefatura, nos bajan y nos meten a un cuarto en donde solo hay una mesa con 4 sillas, nos sientan y nos hacen esperar.

Regresa Reynols y entra al cuarto con los 3 chocolates  y las 3 donas.
-Hoy es su día de suerte, vamos, quítenles las esposas- Dice y entra uno de los guardas a quitarnos las esposas-. Al parecer al comandante no le agrada el chocolate. El guardia me da un tirón de las esposas y me las acerca hacia el, me las quita después de unos minutos de intento Y después de algo de dolor, por lo que muevo mis muñecas, ya hace un rato que no las siento.

Suspiro.

-Estarán bien chicos.-Dice Reynols.

-¿Eso crees?-  pregunto irónicamente acomodándome en la silla.

-Si, en cuanto nos digan que paso- Responde con más ironia

-¿Tú nos interrogaras?- Pregunta Kary

-Así es, yo lo hare- Responde

-Hablare- Dice y me vuelvo hacia ella

-¿No quieres esperar a tu abogado?.

-No, solo quiero irme a casa- Dice Kary mientras se endereza en su silla, Reynols se vuelve hacia ella y  le acerca uno de los chocolates, seguido de hacer una nueva y una sonrisa burlona.

¿Quién mató a Molly?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora