Capitulo 29

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ANA

Lloro para que la interrogación se vuelva más intensa, pero el oficial Reynolds decide que es tiempo de terminarla, apaga la cámara y sale de la habitación, me dice que me tome un momento y me lleva a su oficina.

Ahí está Karyme que es una de las chicas de la escuela, no la conozco tanto, sólo porque es parte del comité de bienvenida, por lo tanto se encarga de ayudar en lo que se puede dentro del baile junto con Ángel y Lizbeth, por mi parte, yo soy la presidenta estudiantil, pero ya no importa, lo que importa es ¿Que hace aquí? ¿Qué mierda está pasando con ella? Tomo asiento un momento, mientras que ella se levanta, se pone de pie casi dando un salto al momento en el que abre sus ojos, más de lo que ya los tenía.
Claramente está más asustada que yo, está más paniqueada que yo. Pero aun así, trato de hacer una mueca, sonrío un poco y está hace lo mismo, limpio mis lágrimas falsas, más falsas que las de una película de drama y me acomodo en el sillón en el que me acabo de sentar.

-¿Cuánto tiempo más pasare aquí?- me pregunto al cabo de diez minutos estando sentada.- ¿Cuánto tiempo tendrá que pasar hasta que salga de aquí?
Mi mente comienza a generar preguntas y esas preguntas poco a poco comienzan a responderse por sí solas, pero ni siquiera ellas mismas pueden hacerlo bien, se responden con un luego, pronto, tal vez. Preguntas generando duda, preguntas inconclusas. Karyme vuelve a sentarse y el espacio en el que estamos se vuelve más incómodo, demasiado incómodo para ser precisa, cierro los ojos y recargo mi cabeza contra la pared.

Oxigeno mi cuerpo a medida de qué pasa el tiempo. Espero al salir de aquí, estar en modo espera nunca ha sido mi fuerte, y mucho menos cuando sé que la espera dictara el quedarme o el estar libre de algo que en realidad hice.
Pienso en lo que pasará cuando el oficial entre por la puerta, puede que me arresten por el intento de homicidio de Molly, puede que sea sospechosa del intento de asesinato, o puede que me dejen libre de algo que según ellos no hice.
Aunque mis pensamientos se transforman en preocupación y ¿Porque preocupación? Se estarán preguntando.
Pues porque Ángel no está aquí.
Porque Ángel no está libre.
Porque Ángel tuvo un accidente.
Por eso es que mi mente se transforma en pensamientos que ni siquiera yo misma puedo controlar, a veces me gustaría observar mis pensamientos, ver cómo cada uno de ellos interactúa en un momento de sufrimiento, tristeza y odio, ver cómo mis pensamientos se transforman en mí arrestada, o en mí asesinada, o en mi teniendo el accidente de Ángel.
Mi cabeza se nubla, yo me nublo.
Mis ojos se apagan, yo me apago.
Mi mente vuela, pero yo no puedo, yo quisiera volar y no puedo.
Quisiera tener alas y que estas se extendieran, que me permitan ser libres, abro los ojos y lo primero que hago es levantarme, miro a Karyme que se encuentra con la mirada en el suelo, camino hacia la puerta de madera y abro la esta.

A primera hora de la mañana mi mamá me levanta con la noticia de que tendríamos que viajar lo más lejos posible de la ciudad, y esto se debía a qué toda la ciudad estaba pasando por un declive de escasez en la canasta básica en todos los supermercados, mamá forma parte del gobierno y esto pasa cada tres años y claramente ella sabe lo que pasa cuando estos casos se vuelven en su contra.
Me levanta y me sugiere que empaque las cosas para una semana, que es por lo regular, lo que dura el toque de sirenas.
¿Les cuento un poco de ello?
Esto quiere decir que como la escasez es demasiadas, hay personas que tratan de obtener las cosas básicas quitándoselas a otras, las personas tienen que quedarse en casa y no salir a las calles ya que personas malas pueden causar daño, mucho  daño para ser sincera.
A lo que me refiero es que gente mala puede meterse a las casas de otros para robar los suministros, evadiendo a los policías.
Entonces sería una lucha entre los que se hacen llamar liberadores y policías.
Empaco todo lo antes posible, antes de sonar la primera sirena, mamá me lleva al auto y me abrocha el cinturón, va hacia su asiento y abre el garaje, arranca el auto y se echa a andar por toda la calle que en ese momento se encuentra despejada.
Gira a la izquierda y después a la derecha, pero se da cuenta de que la gente está saliendo a la calle por lo que conduce más rápido, trata de evitar a todos hasta que una piedra hace que el parabrisas del carro se estrelle…




Estaba caminando hacia la salida, cuando la señorita que está en la recepción me detiene, me dice que aún no me puedo ir hasta que no firmen los papeles, por lo que hace que tome asiento.
Miro el techo y me vuelvo hacia el ventilador colgado del mismo, este gira lento, que hace que mi vista se mantenga en las aspas que se mueven con lentitud.
Ahí me pierdo por un momento, es como algo hipnótico, hasta qué la puerta de la jefatura se abre, ahora quién entra por ella es Lizbeth, la sientan a un lado de mí, y empiezan el papeleo, se vuelve a mí, y conversamos un momento, pero creo que le respondo estupideces porque no entiendo lo que está pasando.
Minutos después, uno de los oficiales se lleva a Liz al mismo cuarto en el que estaba yo siendo interrogada, es su turno, y creo que lo hará bien, aunque ahora lo dudo, yo estuve más tiempo sentada y ella fue llevada a interrogación directamente, supongo que mientras más evidencia tengan en tu contra, más rápido serás interrogada para que te aprendan más rápido.
Aún sigo pensando en lo estúpidos que fuimos al querer ocultar todo, pero como lo digo siempre, ya no hay vuelta atrás, todos somos culpables y todos tuvimos parte en ello al mover el cuerpo de lugar y cambiar la evidencia.
Mi cabeza genera pulsaciones a medida que pienso más en lo sucedido.
Mi mente se queda en blanco después de recordar lo que decían los radios delos oficiales cuando hablaba con Liz, los oficiales llaman a un accidente de auto de uno de los presuntos sospechosos del intento de homicidio.
Escucho claro el nombre de Ángel Danel, pongo más atención pero es lo único que se escucha, me levanto y me quiero salir de la comisaría, quiero gritar que todo se ha ido a la mierda, pero trato de contenerme un momento de lo que pasa conmigo.

Quiero ir a casa, despertar del sueño que he creado y vuelto realidad.
-Estamos jodidos- le digo a mi mente.
Pero aún está sigue segada por el espejismo que se creó con el ventilador que no me responde, las palabras no llegan a él y se mantienen idas en el viento.
Lo único que mi mente manda sobre mí, sin recuerdos fugases de nosotros planeando todo en la cafetería.
Nosotros la matamos.
Ellos la mataron
Todos la quisimos matar
Genera mi mente, al paso de los minutos, quiero explotar, quiero ya no ser la persona que soy, quiero despertar del sueño y que todo esto sea una simple pesadilla.
Pero mi mente me arroja que esto es la realidad, me levanto y camino de un lado a otro antes de que explique y haga algo sin pensar, quiero gritar la verdad para salirme de esto, pero no sé si está bien, si confesarle o seguir con la mentira, con el plan.

Me acerco de nuevo con la persona de recepción

-Disculpe, será posible el ya poder retirarme- le digo esperando su confirmación, pero solamente mira su escritorio.

-Le dije que me esperara un momento- se vuelve hacia mí y vuelve a bajar la mirada hacia su celular.

-El chico que tuvo el accidente es mi amigo- le digo, al mismo tiempo en el que se asoma por su escritorio y mira hacia la sala de interrogación.

-No puedo hacer nada hasta que el oficial Reynolds salga.

-Por favor- le digo y me vuelvo hacia la puerta, talvez no haya ningún problema si me salgo de la comisaría, pero recuerdo que el padre de Ángel es el comandante.- Ángel, el chico del accidente es hijo del comandante ¿Cree que ya esté con él? ¿Él sabe cómo está? Le arrojo, por lo que se vuelve hacia mí y rápidamente toma el teléfono que tiene en su escritorio.

-Comandante Brow, hay una chica que dice que el chico accidentado es su hijo- dice y acto seguido cuelga el teléfono.
Del fondo del pasillo el comandante Brown sale colocándose su abrigo, este sujeta en sus manos las llaves de su auto, pasa por recepción y lo freno un momento, me mira y me ignora pero logro gritarle y hacerlo parar.

-Señor, es mi amigo- le digo pero no sé vuelve hacia mí.- Déjeme ir con usted,  le prometo que regresaré cuando usted lo haga - le digo y este se vuelve hacia mí.

-¿De dónde conoces a mi hijo?- me pregunta.

-Soy la presidenta estudiantil, es parte del comité de alumnos, de ahí los conocemos- me tiembla la voz, el señor Brown me inspecciona y asiente con la cabeza

-Dile a Reynolds que la chica se fue conmigo- le dice a la señorita de recepción que está sentada en la silla detrás de su escritorio.
Salimos por la puerta y nos dirigimos hacia su auto, está lloviendo un poco, por lo que me meto al auto un poco mojada, el padre de ángel enciende la calefacción y arranca el auto y lo echa a andar.

-¿Que hacías en la jefatura?- me pregunta mientras salimos del estacionamiento.

-Me trajeron para hacerme unas preguntas acerca de lo que ocurrió en la universidad, ya me iban a dejar ir a casa pero estaba esperando al oficial para terminar con el papeleo cuando escuche lo de Ángel por el radio- le aclaro.

En el transcurso del viaje de la jefatura al hospital, trato de aclarar mi mente en donde ninguno dice nada, tal vez estaba afuera ya libre, pero no daba mi libertad por completo.
Molly había dicho mi nombre mientras despertaba, cosa que era muy raro, puede que ella fuese quien iba a disparar hacia mí, pero a la hora de los disparos, el shock ya se había apoderado de mí…



Solo llorar y cubrir mi cara es algo que se hacer, siempre lo hago, Ángel se acercó a ella, se puso en cuclillas y reviso su respiración, sus signos vitales, vi su cara y supe que estaba muerta, después de ahí le tomó el pulso se levantó y retrocedió vio como Alan tomaba la pistola, la llevaba hacia abajo apuntando al suelo aún confundido, yo trataba de calmarlo, se fueron a sentar una banca mientras trataba de tranquilizarlo, lo abrazó después de ello y toma el arma.

-¿Quieres cerrar la boca?- dice y retrocedo-. Nos escucharán. Me arroja y tapo mi boca.

-Ya escucharon todo, hasta los mismos disparos ¿no crees?- jadea Liz mientras se vuelve hacia Ángel

-Tranquilos, la música está algo fuerte, tal vez el disparo se haya confundido con la música y nadie lo haya escuchado-trato de calmarlos, aunque sé que no servirá de nada

-Molly está muerta- grita Alan, se levanta y comienza a caminar de un lado a otro, mirando sus manos llenas de sangre, corre al armario del conserje y de la saca unas servilletas para limpiarse.

-¿Cómo sabes que la perra no está respirando?- les arrojo aun llorando y sé que Ángel ya había visto si estaba muerta, pero tenía que asegurarme antes de llamar a la policía

-Que no acabas de ver cómo me metí en su sangre para verla- aclara Ángel.

-¿Qué va a pasar, que les diremos a los policías, a su familia, a los profesores?- dice Lizbeth acercándose a nosotros

-Cierren la boca y vámonos de aquí- arroja Ángel soltando la pistola al suelo, está cae y crea un sonido que me hace cerrar los ojos.

-¡Shhh!

-¿Escucharon eso?- dice Alan que se vuelve hacia el fondo del pasillo.

-Solo estamos nosotros- le dice Ángel.

-¿Qué haremos?-

-¿Hacer de qué? Si ya está muerta- responde Alan.

-En todos lados hay evidencia de que estuvimos aquí, tenemos que confesar.

-¡Esperen!- dice que se vuelve hacia mí-. Ya sé que podemos hacer, y no, no es confesar yo ni siquiera quiero vivir en presión.

-¿Entonces qué haremos?- respondemos
-Mi papá me ha mostrado que siempre para salirte con la tuya tienes que armar una estrategia, tiene que tener puntos y seguir los pasos, me los dijo pero solo recuerdo algunos, por ello sé cómo salir de esto, vamos, ayúdame, tenemos que hacer que eso se convierte en un suicidio.
Ella se mató y punto.

-Finjan que nada de esto pasó, actúen normales y si preguntan estuvimos todos en mi casa y nada más- arroja.

-¿Quién mierda creerá eso?- pregunto.

-La policía- responde…



Reaccionó del recuerdo que me ha dejado algo mareada en el auto del señor Brown, me enderezo en el asiento y me coloco el cinturón de seguridad. Miro por la ventana y me recuesto en el asiento, me siento algo cansada y ¿Porque no debería de estarlo?
El padre de Ángel conduce rápido pero al mismo tiempo con precaución, izquierda, derecha, derecha, avanza lo más rápido que puede y se detiene frente a un semáforo, con sus dedos golpea el volante, se veo lo ansioso que está, que trata de llegar lo más rápido que puede, no sabe ni siquiera lo que le ocurre a su hijo, nadie sabe lo que le ocurrió.
Respiró, tragó saliva y mi cuerpo se transforma en una bomba que en cuestión de minutos quiere explotar y decir toda la verdad, decirle justo ahí al padre de Ángel lo que había pasado con Molly. 
Por mi mente vuelven a pasar las imágenes rápidas de las cosas que hicimos cambiando la escena del crimen, ocultando la evidencia y convirtiendo la escena del crimen en algo más que solo un homicidio.
La vida a veces nos manda cosa que no queremos y puede que sea una prueba que ella nos ponga para ser mejores personas, pero esas cosas vienen gratis, y con muchas cosas extras de más, y nadie en el mundo regresaría algo que fue gratis, porque no hay forma de devolverlo, gracias a esas cosas uno aprende de lo que está mal, de sus propios errores.

El padre de Ángel para en el hospital, se baja del auto y voy detrás de él, entramos por las escaleras y vamos directo a recepción, una de las enfermeras pasa al mismo instante en el que él padre de Ángel la detiene y le pregunta por él.
Ella no entiende lo que está pasando, por lo que se vuelve hacia la chica de recepción por lo cual ella responde que Ángel ha sido introducido a cirugía de urgencia.

-Se ha fracturado uno de sus brazos y se ha golpeado la cabeza, aún no se sabe el porqué del accidente, esperemos a que salga de la cirugía y que él mismo se los diga.

Me detengo un poco y trató de respirar, dos están en prisión, Alan y Liz, Ángel está en el hospital y yo soy la única con la libertad en mis manos, todo se está desmoronando a pedazos, nuestro plan ya no existe, y ahora lo único que queda es mentirles a todos, ahora todo esto se ha convertido en una historia de terror.
Érase una vez unos chicos que huían de la policía por haber matado a una chica que solo quería matar a otra por un pasado en donde la amistad era una guerra entre chicas, claramente la historia no tuvo un gran final feliz, porque la policía los atrapó.

¿Quién mató a Molly?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora