Inspector Hood. (Calum Hood)

21.

1 de marzo.

-Sargento . Ella es Crystal.
Crystal saludo al sargento
-Te importa venir un momento conmigo?
Crystal se fue con el sargento.
-Quien es?
-Una testigo.
-De los robos?
-No. Es otro caso... Drogas.
-Lo estás llevando tú?
-No. Es de Irwin.
-Oh, vamos? Tenemos que echar un vistazo en el banco.
-Si.
Hood y yo llegamos pronto.
Pare el motor del coche.
-Bien. Lo mismo que el otro día. Tenemos que pasar desapercibidos.
Me quite la placa y la puse en mi bolsillo.
-Sueltate el pelo.
-Que?
-Si. El pelo. Sueltatelo.
Me solté el moño.
-Eso es. Ya no pareces una oficinista.
-Idiota.
Bajé del coche y lo esperé.
-Llevas la carpeta?
-Aquí está.
-Somos pareja, no?
-Pero que dices, Hood.
-Ya sabes. Parecer que somos pareja. Venimos con la carpeta, facturas, esas cosas, nos casamos en unas semanas, buscamos un préstamo...
-Hood. Nadie te va a preguntar todo eso.
-Es divertido.
-Estamos trabajando.
-Eres un poco estirada, Clifford.
Sonreí un poco cuando me empujó hacia un lado.
-Estas sonriendo? NO ME LO PUEDO CREER.
-Hood. Para ya y dame la mano.
Se puso rojo y me extendió la mano.
Vaya. Parecía más grande aún.
-Vamos?
-Si, vamos. - creo que yo también estaba roja.
Entramos al banco, y sin perder tiempo, fuimos al despacho del director.
Tras explicarle como se encontraba la situación, Hood le mostró la carpeta.
-Estos son los sospechosos. Necesitamos que haga pasar a sus empleados uno por uno.
-No puedo hacer que mis empleados abandonen sus puestos.
Puse la placa sobre la mesa y la acerque.
-Ve esto. Somos de la policía de Sydney como bien sabe. Lo que usted piensa hacer esta considerado delito. No poede obstruir el trabajo policial. Nos estamos quedando sin tiempo. Los tipos cuyas fotos hay en esa carpeta tienen el material necesario para abrir una agujero en la caja fuerte donde guarda el dinero de toda la ciudad. Eso es lo que quiere? Quiere que sus vecinos pierdan su dinero?
-N... No. Lo siento inspectora.
Hizo que su secretaria llamará uno a uno a todos los empleados 54 personas en total. 17 de ellas habían visto a los sospechosos.
Hood cerró la puerta del coche.
-Eres una inspectora increíble.
Me subió el pulso.
-Por qué dices eso ahora, Hood?
-Por qué has hecho un trabajo increíble ahí dentro. Yo no hubiera podido hacer todo eso solo.
Trague saliva y mire por la ventana.
-No es necesario que digas nada. Se que no es lo tuyo. No pasa nada.
Asentí y tragué saliva.
No se me daba bien aceptar cumplidos.