Inspector Hood. (Calum Hood)

22.

2 de marzo.

La alarma sonó. Acababa nuestra guardia.
Hood espero al aviso del siguiente turno para encender el coche y marcharnos.
Había sido una tarde larga. Aún que no había sido tan malo. Hood había estado todo el rato hablando, distrayendome.
Llegamos a la comisaria.
-Clifford. - Hood se me acerco.
-Dime.
-Se que probablemente intentes matarme por esto. O que por lo menos me dejaras secuelas psicológicas.
-Al grano.
-Quieres venir a cenar a mi casa?
Me quede perpleja.
Hood levanto la ceja y se inclino un poco
-Espero una respuesta.
-De acuerdo.
-Qué?
Si, Hood, yo también estoy sorprendida.
-Que a...
-Te he oido. Solo... Pensaba que me ibas a asesinar o algo.-dijo riendo.
-Idiota. - susurre.
-Vienes ya? O... Quieres ir a tu casa o algo?
-Voy ya.
-Tienes coche?
-Tu no?
-He venido con Ashton.
Hood y yo fuimos hasta mi coche.
-Y donde vives?
-Pues sigue recto y te digo.
Hood vivía más cerca de mí de lo que pensaba. Seguramente a unos 15 minutos a pie.
-Aquí es.
Cuando Calum abrió la puerta de la pequeña casa, unos pasitos pequeños y un ladrido resonaron en el interior.
-Ey, que tal amigo? Has estado bien? Pasa, Clifford.
Hood se giro.
Tenía un perrito adorable en brazos. Ambos se veían adorables.
-Clifford, este es Duke.
Acaricié un poco su cabeza.
-Ni con los perritos puedes ser un poco simpática? Vamos. Cógelo en brazos.
Antes de darme cuenta tenía a Duke en brazos.
Hood cerró la puerta.
-No soy buena con los perros.
-Ni con las personas.
-Quieres que me vaya?
-Lo siento, lo siento. - dijo con una sonrisa.
Deje al perro en el suelo.
-Quítate la chaqueta, los zapatos si quieres, puedes dejar el bolso en esa silla. Ponte cómoda. Voy a llamar al restaurante chino. Te gusta la comida china, no?
No podía concentrarme en nada más que sus brazos. Hood se había quitado la americana, quedándose en una camiseta de tirantes ceñida.
-Clifford! Estas bien?
-Es que me ha extrañado que me invites a cenar. - eso es. Bien hecho Darri.
Su rostro se suavizo. Se sonrojo un poco y con una sonrisa se encogió de hombros.
-A mi me ha sorprendido que aceptaras. Ponte cómoda. Vamos Duke, enséñale el salón.
La casa de Hood no era muy grande, aún que tenía dos plantas.
El salón era amplio, con grandes ventanas que daban a un patio trasero. Era bastante minimalist. Muebles oscuros. No demasiada decoración. Sólo un par de fotos con los que deduje que serían sus padres y otra con una mujer que se parecía demasiado a él.
-Es mi hermana. Mali.
-Es muy guapa.
-Lo es. Si.
Hood también era muy guapo.
-Dicen que nos parecemos. - me guiño el ojo coqueto.
Por qué estaba nerviosa?