- Amigo, ya está, diste todo lo tuyo y no se pudo.- Digo mientras abrazo a Cristian, el cual esta devastado por el resultado del partido contra Malí.
En los 90' empataron 1-1 y en los alargues, 2-2, terminaron yendo a penales y perdieron ahí. Ver a Adolfo, Cristian, Pedro, Santiago y, aunque quiera o no, Julián, echos pedazos, destrozados, llorando desconsoladamente, me partía el alma, lo tuvieron ahí, se mes escapó de las manos. Dieron todo y soy consciente de eso. Dejaron la vida rn este partido, pero, lamentablemente, no fue suficiente, ellos tuvieron más suerte que nosotros.
- Pepito de mí corazón, no estés así porfavor.- Le digo mientras lo abrazo y trato hacer que levanten su cabeza.- Escuchame, dieron todo ¿Si? Dejaron el alma en la cancha y yo, como espectadora, estoy realmente satisfecha, dejaron a la casaca argentina allá arriba. Más vale que no te bajonees, ni pienses en dejar la selección ni nada ¿Estamos?- El asiente y me abraza, ¿Qué mejor que eso?- Y vos- Digo cuando Pepo deja de abrazarme para ver a Adolfo.- Goleador más crack del mundo, dejaste el alma en la cancha, sos un excelente jugador. Tenés un tremendo futuro en la selección, tanto en la sub-20 como en la selección mayor. Sabes que te quiero mucho y que estoy muy orgullosa de vos.- Lo abrazo. Y les digo unas palabras alentadoras a Santi y a Nehuen, el capitán, destrozado está. Me duele verlos así, se lo que se siente estar así, es horrible. Me encantaría poder abrazar a Julián y decirle lo mucho que lo amo y lo orgullosa que estoy de él, pero el enojo que siento en este momento es más grande que cualquier cosa. Lo lamento, pero, una sonrisita, es lo máximo que le puedo dar. No me sale abrazarlo, aunque por dentro, me muero de ganas.
Llegamos al lugar donde nos hospedamos, creo que los chicos se quedan por un día más. Yo ya no tengo nada más que hacer acá, quiero volver a Argentina, cuanto antes, mejor. Estar a menos de veinte habitaciones con Julián y no poder besarlo o estar juntos, me duele. Todo por culpa de él, y no parece estar arrepentido. Apenas bajamos del autobús y el clima al no ser el mejor, cada jugador se va a su habitación, pero yo, decido ir a pedir algo para merendar, y llevarlo a mí habitación. Cuatro tostadas, mermelada, manteca, un waffle y frutas en trozo es lo que me llevo y soy consciente que no me voy a comer todo eso; lamento mucho que acá no haya mate, el mate es como una extensión de mi mano.
Subo por el ascensor con la bandeja que la gente de la cocina me dió. Llego a mí piso, y como puedo trato de sacar la tarjeta de mí habitación, pero se me es imposible, hasta que siento como alguien agarra la bandeja que tengo en una de mis manos. Levanto la vista y es Julián.
Saco la llave, abro la puerta y lo hago pasar, el deja la bandeja en la mesita que hay por ahí y yo pongo a calentar el agua para el mate mientras le pongo yerba al mismo. No pienso ser yo la que rompa el hielo como siempre, no, esta vez, le toca a él. Él quiso venir a hablar conmigo.
- ¿Podemos hablar?- Me pregunta, al fin, Julián, a lo que yo, asiento con la cabeza. Ambos nos sentamos en la cama, y yo, sin decir nada, espero a que él digo algo.- Te quiero pedir perdón. Fue una estupidez lo que hice la otra vez, perdoname, perdoname, perdoname. No sé que fue lo que se me pasó por la cabeza en ese momento, me gustaría que me perdones y estemos bien de nuevo. Dios que pelotudo que fui.- Concluye, pero, como nunca, no me da nada que me pida perdón. No me mueve un pelo, me duele mucho la situación, pero no, primero estoy yo, después ellos. Mi salud mental es lo primordial, y yo, sinceramente, no la estoy pasando bien ni mentalmente ni físicamente.
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River ; Julian Alvarez
FanfictionR: ❝Agradezco a River por unirnos.❞ [28/01/19 - 01/12/19 ]