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Hasta que por fin llegó el momento de irnos a Los Juegos Panamericanos Lima 2019.

A Julián, no sé porqué, esta vez, no le tocó ir con la selección. Yo, por mí parte, si iba con las Leonas.

Teníamos que estar a las 10:30 en el aeropuerto. Tipo nueve, Julián me pasó a buscar por mí casa.

Con Julián, no éramos nada, no volvimos, simplemente creemos que es mejor dejarlo así, como dos personas que se están "conociendo" aunque nos conocemos hace bastante ya. Sentimos que hay una chispa que, cuando estábamos como novios, no había.

- Espero que el primer gol que haga, me lo dediques.

- Lo voy a pensar, ya bastante gente me pidió que le dedique un gol. Creo que voy a tener que hacer diez goles por partidos para que queden conformes.

Se ve que a Julián no le gustó nada lo que le dije. Porque tensó su mandíbula y su cara estaba seria de nuevo.

- Orden de prioridades- Me dice.

- ¿Puedo conectar el teléfono para que se cargue y escuchar música?- Pregunto y el asiente.

- No te confundas con mí flow Rosario Tijeras que por más que parezco mala no estoy pa' cualquiera, no soy la que más lo mete ni tampoco la.mas bonita pero le gustó el piquete el flow de esta mamasita- Cantamos ambos al unísono.

- Yo te quiero pa' mí no te quiero pa' más nadie, solita pa' mí no te comparto con nadie- Julian, literalmente, me estaba cantando esa parte a mí.

Lo dejé todo ahí, me incomodaba saber que el dedica esa canción a mí, cuando, hace un par de días, seguramente, le cantaba la misma canción a Sofia.

Media hora más tarde, llegamos. No había absolutamente nadie, y ¿Cómo iba a haber alguien, si teníamos que estar a las diez y media y son las nueve y media?

Fuimos a un Starbucks, hicimos nuestro pedido y nos fuimos a sentar a una de las mesas que estaban por ahí cerca.

- ¿Y qué onda con Palacios?- me pregunta con un exceso de entusiasmo. Levanto una ceja.

- Nada ¿Por?- Mi ceja sigue en los cielos.

- La otra vez los vi re tranqui bailando cuarteto y cuando íbamos a la costa re pegaditos. No sé- Dice y mi ceja, que ya estaba por los cielos, ahora, estaba por las estrellas aproximadamente.

- ¿Perdón?- El levanta ambas cejas y pone cara de pelotudo. Sí, pelotudo o no, me vuelve loca.

- Te perdono, pero la próxima vez, un poquito mas separados- Dice haciéndose el gracioso y yo, amistosamente, le pego en el cachete, aunque las ganas de darle vuelta la cara de un cachetazo nunca faltan.

- Si vamos al caso ¿Qué onda con Sofía?- Hago la pregunta con el mismo tono de él.

- Nada ¿Por?.

- Y, yo el otro día los vi chapando directamente.

- Ah, si, todo bien por suerte.

Y la conversación, gracias al universo, quedó ahí. Y lo agradezco internamente.

Hablamos de otras pelotudeces, porque si, seguíamos hablando del tema, o nos cagábamos a piñas o nos cagábamos a piñas.

Intercambiabamos opiniones sobre diversos temas, por ejemplo, hockey, fútbol, política y música.

- Wos la está rompiendo boludo- Digo y su teléfono suena, al segundo otra vez, una vez más y por último en sos tres segundos, su teléfono sonó cuatro veces- Sacó un temazo hace poco, pero nosotros no lo valoramos como se lo merece- Y en el tiempo que me tardó articular esa oración, el teléfono le sonó diez veces más.

River ; Julian AlvarezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora