UN PAÍS DIFERENTE «RusMex»

Golpes.

El cuerpo de México callo al suelo en seco, la risa de aquel descarado hombre resonó en su mente.

USA no estaba en casa, se había ido porque supuestamente, el presidente necesitaba su ayuda.
 
Aquel hombre levantó su pierna y comenzó a patear el cuerpo del mexicano quien solo cubría su cuerpo con sus delegados brazos.

—¡¡Eres una perra!! ¡¡Solo sirves para estorbar!!— comenzó a gritarle insultos en su idioma mientras seguía golpeando a México.

Tomo la cara del latino con su mano y lo acerco a su cara.
—Solo servirás para obedecerme, es lo único que necesito de ti...— lo tiro al suelo.

—Lo demás es basura.— México cerro sus ojos para sentir el último impacto.

Pero no llego...

—¡¡Eres un hijo de puta!!—la voz de USA resonó por el lugar, provocando que el latino abriera sus ojos con cansancio.
—¡México! N-no te preocupes, t-te ayudaré...— con cuidado, abrazo el cuerpo de este.

—Hablaremos de esto...— dijo el presidente. —Mañana te quiero en mi oficina mañana en la mañana.—

—Vete a la mierda.— con México en brazos, salió de su casa.

Tomo con dificultad su teléfono para después llamar a alguien que lo ayudaría sin rechistar.
—¿Hola? ¿New York?— su hijo escuchó cada palabra de su agitado padre.

—Voy para allá.— dijo su estado, en menos de 10 minutos, ya estaba ahí.

Llevaron a México a la casa de New York, donde lo acostaron en el sofá.
—¿P-puedo ayudarlo?— dijo USA con su voz algo rota y su ropa manchada de sangre del mexicano.

—Ve a cambiarte, yo me encargo de esto.— energía de color verde claro salió de las manos del estado, poco a poco, las heridas de México fueron sanando.

USA no durmió por toda la noche.

Por otro lado, Rusia estaba desesperado.

Ucrania no sabía cómo calmarlo, caminaba de un lado a otro, su rostro se veía cansado y repetía "tengo que ir" pero al ponerse su suéter se cuestionaba ¿Dónde?

No fue hasta que comenzó a golpear las paredes y vidrios que Ucrania decidió intervenir, llevándolo a la cama y obligándolo a dormir.