Salvar a nuestro amigo...

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Rusia seguía sanando al estadounidense, quien simplemente se había desplomado encima suyo.

—¡Despierta, Cabrón!— gritó este dándole un golpe en su cabeza.
—¡Agh! ¡No seas así! ¡Ese lenguaje es de México, no tuyo!— le regreso el golpe.

—¡¿Eso que quienes que ver!?— se levantó del suelo.
—Como sea, tenemos cosas más importantes que hacer que hacernos estúpidos como tú.—

—¡¿Disculpa!?—

—Disculpa aceptada, ahora, ven, tenemos que buscar a más sobrevivientes.— lo tomo de su brazo y alzó en vuelo, causando un pre-infarto al americano.
—¡Al menos avisa!— dijo tomando fuertemente la mano del contrario.

—¡Dime si ves algo!— USA asintió y comenzó a ver por los alrededores, buscando alguien que pudiera seguir de pie.

Era inútil, no había nadie a la vista, todo era llamas y arena roja por doquier, el norteamericano no pensaba que alguien siguiera vivo después de esto, pero contando que ellos lo estaban, lo hacía recapacitar.

Y, a lo lejos, miró algo moviéndose levemente.
—¡Rusia! ¡Ahí, ahí!— gritó el estadounidense apuntando al suelo, a lo que el eslavo bajo de manera rápida.

—¡Brasil!— gritó este, corriendo rápidamente a él, tomando fuertemente su cuerpo y recostando con cuidado en el suelo.
—T-tranquilo, te curare.— un brillo salió de sus manos, provocando que este se sintiera mejor poco a poco.

—Tenemos que hacer algo, esto... Esto no está bien... México puede arreglar todo esto pero... Está...— dijo algo histérico el euroasiático, caminando de un lado a otro.

—Si, lo sé, no podemos ir allá así como así, moriríamos.— respondió USA, concentrado en sanar al Brasileño.
—Tengo... Una manera de ir... Pero... No sé si podamos.— termino de hacerlo y levantó con cuidado al contrario.

—Puedo ayudarlos si necesitan algo...— el sudamericano agradeció al estadounidense.
—En mi territorio... Yo... Tengo una de sus naves, lo dejé en secreto a pedido de México, está bajo tierra, así que creo yo, está bien.— miró a ambos, quienes simplemente guardaron silencio.

—Dejare de lado esa traición por lo que estamos pasando, ahora, vamos, tenemos que salvar a nuestro amigo... Y novio si hablamos de ti, Rusia.—

—Futuro prometido.— exclamó orgulloso el contrario.

—Como sea, llevanos allá.— Brasil asintió, Rusia tomo a ambos y se alzó en vuelo en dirección al país sudamericano.

UN PAÍS DIFERENTE «RusMex»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora