UN PAÍS DIFERENTE «RusMex»

Recuerdos.

<<Algunas personitas me han preguntado si las personas tienen poderes y la respuesta es sí :3>>

Trump observó el cuerpo del mexicano, lamentablemente ya no podía controlarlo, pues si hechizo se esfumó cuando México recuperó sus poderes.

—¡Matenlo!— gritó el presidente a sus soldados quienes rápidamente comenzaron a atacar con hechizos y balas al mexicano.

El latino camino lentamente hacia el presidente de los Estados Unidos, cada bala que intentaba herirlo se derretía antes de llegar.
—La Vida no es algo con lo que puedas jugar... Trump...— su mirada se fue oscureciendo poco a poco.

Dejo de avanzar, en el suelo donde sus pies tocaban el suelo, hierbas y flores comenzaron a nacer junto con brillo de color verde claro, un hermoso espectáculo para cualquiera.

—La Vida también es peligrosa.— uno de sus brazos lanzó algo "inexistente" hacia Trump, del suelo, un tronco de árbol bastante grueso salió disparado en dirección al estadounidense, quien a duras penas logro esquivarlo.

Varios soldados comenzaron a rodear al latino, este se veía acorralado y no podía hacer mucho contra tantos.
—¡¡A la madre weón culiao!!— escuchó detrás suyo al momento que Brasil, Argentina, Perú, USA y Chile atacaban a los soldados.

México aleteo sus alas para después alzarse en el cielo, volando hacia su presa.
—¡Rusia!— gritó el norteamericano atacando a varios soldados.
—¡Ve con él!— el eslavo asintió automáticamente y con sus gélidos poderes creo un camino para llegar donde el mexicano se encontraba luchando con el presidente.

—¡Méx-

Fue interrumpido cuando un dolor punzante en su abdomen se hizo presente, en el, una cortada no muy grande se posaba, pero era profunda, giro su cabeza encontrándose con el responsable de aquella acción.

Un soldado de gran porte, era casi de su tamaño y su cuerpo era robusto por sus músculos, el eslavo gruño para sus adentros observando al mexicano luchar con el detestable hombre.

Un golpe en su pómulo izquierdo lo saco de sus pensamientos, se trastabilló un poco y recuperó su compostura.
—No tengo tiempo para ti...— susurro colocándose en pose de batalla.
—Pero yo sí...— el soldado se burló de el, soltando una risa nasal, pondría una palomita en sus metas personales cuando haya derrotado a Rusia.

Comenzó la pelea, los golpes eran fuertes y salvajes, cada uno con sus poderes, hielo y tierra chocaban entre sí.

México por otro lado, no podía hacer mucho con su oponente, seguía cansado y los únicos poderes que reaccionarios fueron los de Vida y con eso no puede matar solo herir pero no de gravedad.
—¿Ya te cansaste?— dijo burlón el estadounidense al latino quien tenía una mirada llena de furia, por más que quería matarlo no podía, lo sanaría a lo mucho.

Su espalda chocó con otra persona, Rusia, quien tenía una sonrisa en el rostro, pues el soldado ya estaba en el suelo.

México dio un gran suspiro para después tomar la cara del ruso desprevenidamente y acercarlo a su cara con rapidez.

Dándole un beso.

Sus labios se movían suaves, no era de segundas intenciones, solo era de amor y pasión hacia el eslavo.

Y, como ráfagas de viento, varios recuerdo comenzaron a atacar su mente.

<<—¿Te gustaría ser mi novio, México?—>>