El Hermano Del Héroe

Un Gran Descubrimiento

 Creo que esto no terminara como esperaba, ya que el inútil de mi compañero no es lo suficientemente inteligente como para saber lo que está haciendo. Tuve que poner en riesgo mi espalda por un imbécil.

Vi como huía la princesa en su caballo completamente derrotada por un par de mafiosos siguiendo órdenes. Miraba mi herida y vi que no era tan grande, pero lo suficiente como para para hacer que quedara de rodillas un rato, definitivamente este golpe iba a la cabeza y con una precisión letal. Mire a mis alrededores y vi un desayuno perfectamente arruinado, tocino, jarabe, mermelada, pan y una que otras fruta. Tome unas de esas frutas y pensé en comérmelas más tarde.

¿Estás bien? –dijo All buscándome entre la comida- ¿Te hirieron?

El único imbécil que me hirió, fuiste tú –dije mientras lo miraba con una cara de molestia- además que la princesa escapo.

Decidí dar una probada a unas moras que había recogido. Estaba algo pasadas, pero les daba un toque diferente. Cuando salimos del lugar fuimos a hacer un reporte de lo sucedido al Don, me parece absurdo que los mafiosos tengamos que hacer un reporte, pues digo, somos mafiosos. Después decidí ir a mi departamento para limpiar mi hacha, estaba llena de dulce, pegajosa y estaba llena de grasa de tocino.

Llegue a casa, me quite el abrigo y afloje mi corbata mientras disfrutaba de un cigarrillo. Mientras limpiaba mi arma, me llego el sabor de lo dulce de las moras que había tomado antes y me pregunte: ¿qué pasaría si las pongo a destilar? Fue exactamente lo que hice mientras limpiaba mi hacha y busque mi ropa de entrenamiento, ya que el Don me había dado el resto del día libre. Me puse un pantalón deportivo y una guardacamisa con zapatos deportivos. Deje que se destilara mientras iba a entrenar ya que no sabía que saldría de esas moras, así que las revisaría después de entrenar, cuando llegara. Llevare mi mazo especial: era un mazo que pesaba alrededor de 140kg que usaba para poder entrenar, si podía mover ese mazo, podría cortar cualquier cosa con mi hacha.

Llegue a una parte alejada del bosque y me dispuse a entrenar. Movía mi mazo y lo detenía en seco para poder ejercitar mis brazos, después hacia lo mismo, pero con sentadillas con muchos más ejercicios. Justo cuando estaba en mi descanso vi a un chico extraño con una creta de gallo, había escuchado de el: era el chico que había salido con la reina vampiro... Marceline.

El chico venia hacia mí con ganas de problemas, sabía lo que quería, quería dinero. Yo sabía completamente quien era él y sabía que estaba tratando con un imbécil, pero se veía que él no sabía para nada de con quien se metía

Oye, imbécil –dijo mientras me miraba desde arriba ya que yo estaba agachado- puedes facilitarme el tener que golpearte.

Lo mismos digo –dije mientras me paraba- o es que Marceline ya no te da dinero

¿Qué dijiste imbécil? –dijo mientras me daba un golpe en el estómago que ni siquiera logro moverme-

¿Que se supone que estabas haciendo? –Dije mientras me acercaba a su oído- Espero que no te importen tus uñas, porque te las arrancare con todo y dedos

El intento golpearme en el rostro, solo tuve que mover mi cabeza a la izquierda. Tome su brazo, lo jale y con la palma de mi mano le di un golpe en su codo con la suficiente fuerza como para romperle el brazo.

Disculpa, pero no puedo seguir perdiendo el tiempo contigo –lo dije mientras tomaba mi mazo y me disponía a irme- dale mis saludos a Marcelline

Crees que puedes golpearme y salir ileso –dijo mientras se sostenía el brazo-

Si, si puedo –le dije mientras me alejaba de este patético bastardo-

Pero antes de irme decidí demostrar un poco de mi fuerza, así que levante mi mazo y partí un árbol que tenía cerca, solo para demostrar que era un poquito más fuerte que el...

Adiós imbécil...

Cuando llegue a mi casa quería revisar que era lo que había salido de esas moras que había traído de la batalla contra la princesa desayuno. Al parecer había salió un extraño jugo de mora, pero con un sabor algo amargo y con el tiempo que llevaba con el negocio del alcohol podía garantizar que esto podría embriagar a cualquiera. Y ahí me di cuenta del calibre de mi descubrimiento, había hecho vino, una bebida alcohólica que podía ser dulce. Esto era lo mejor que me podía pasar, iba a ser millonario y por fin sería un Don. Necesitaba dar a conocer esta deliciosa bebida.

Al día siguiente

Toda la noche del día anterior no pude dormir por el descubrimiento y eso no me dijo dormir bien. Con 19 años sería un Don con un imperio en bebidas alcohólicas. Aunque una parte de mi sabia o pensaba que solo era mi Ambición y no una posibilidad.

Don paulo nos llamó temprano a All y a mí para un trabajo especial. Éramos la elite de la mafia, así que era raro que El Don nos llamara dos días seguidos y para trabajos "especiales", pero si el Don lo requería debíamos atender. Llegamos al lugar y como era de esperarse ya nos esperaban.

Bueno... muchachos necesito un gran favor –dijo el Don sin rodeo alguno- En nuestra segunda mejor ciudad: la ciudad de los magos dicen que hay una maga haciendo de las suyas en uno de nuestros locales y ya que no sabemos si es peligrosa o no, necesito a los especialistas allí.

Entonces viajaremos a la ciudad de los magos –dijo All algo entusiasmado- pero si nunca hemos salido de la ciudad de los ladrones

Irán en unos de los camiones que transporta licor –Dijo El don- vayan encárguense del problema y vuelvan. Y Free si intentas quedarte allí más de lo normal, te matare.

Si claro como usted diga Don –dije de mal humor- nos vamos

Unas de las razones por las que quiero ser Dones para librarme de este pendejo y esta es la oportunidad perfecta.