Capítulo 5

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10 años antes

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ARTHIT

Graduarse debía ser el logro más significativo que había tenido a sus casi veintitrés años, pero Arthit no se sentía del todo conforme con lo que seguía después de terminar la universidad. Y eso era el hacerse cargo de la empresa de su padre.

Quizá no era un licenciado en economía como su padre. Pero irónicamente su ingeniería se ajustaba aún mejor al área de trabajo de su puesto predeterminado en el grupo Rojnapat. Una terrible coincidencia.

—No es justo, Arthit—dijo Prem. —Tú, pequeña mierda, tienes la vida resuelta.

La tenia, Arthit no se quejaba de ello. Gracias a su padre había logrado internarse en una expresa en el extranjero, algo que no fue más que un mecanismo de defensa para huir de su casa. Pero seguía siendo cierto, mientras fuera obediente, su padre se encargaba de facilitarle el camino.

— ¿Vendrá alguno de tus padres?

Estaban sentados en la ceremonia de despedida, vestidos con togas y birretes, escuchando a Knot dar el discurso de despedida mientras que él, y sus otros amigos, esperaban con aburrimiento a que terminara.

—Lo dudo—, respondió Arthit jugando con el listón de su birrete. —Mi padre está en Londres.

— ¿Qué hay de tu madre?—La novia de Knot, Apple, preguntó.

— ¿Y de tu hermosa hermana Nana?—Bright se apresuró en preguntar.

Arthit frunció los labios.

—No, ninguno vendrá, Bright—dijo Arthit fingiendo molestia. —Y Nana nunca te hará caso, compañero.

—Sí, Bright—concordó Tutah—, la hija mayor de los Rojnapat es mucho para ti.

Todos se rieron, Arthit simplemente volvió a revisar la pantalla de su celular.

En realidad no esperaba que fueran. Sabía que su padre estaba en Londres, sus hermanas posiblemente estarían ocupadas, y Fah, su madrastra posiblemente estaba en alguna cena con sus amigas ricas.

Cuando salieron del auditorio estaba lleno de pequeños grupos de familias, unos platicando entre ellos, otros posando para tomarse algunas fotos. Arthit vio a lo lejos dos grupos de familias que conocía bien, la familia de Prem y a unos metros de distancia, los padres de Knot.

Todos se despidieron, prometiéndose verse el fin de semana para festejar apropiadamente en algún bar, pero Arthit pensó demasiado lento. Había caminado junto con Knot y Prem en la misma dirección, cuando la inevitable separación le dio en el rostro como agua fría.

Knot se fue a la derecha, y Prem a la izquierda, mientras que Arthit continuó caminando en línea recta hacia la salida. Se sintió avergonzado de haber detenido el paso cuando vio de reojo a los padres de Knot envolver a su hijo en un gran abrazo.

—Oye Arthit— dijo alguien a su espalda. Arthit se giró en cuanto la palma de ese extraño le tocó el hombro.

El susto duró poco para darle paso al nerviosismo. Era Prem. Y su familia.

—Buenas tardes señora Jubpon, señor Jubpon, un placer saludarlo de nuevo—Arthit inclinó la cabeza para saludarlos, ellos sonrieron pidiéndole no ser tan formal.

Prem se aclaró la garganta.

— ¿Oye, amigo, quieres venir con nosotros?

Arthit abrió los ojos, y sus labios se separaron. La familia detrás de Prem le sonrió, invitándolo a aceptar la propuesta de Prem.

Podría ser menos complicadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora