Juntos

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Kiara se encontraba en su cuarto peinando su hermoso cabello. No dejaba de pensar en todo lo que había ocurrido. Aún no podía creerlo.

Ella y su hermano le dijeron a su padre acerca de todo lo que había ocurrido. Obviamente, Kiara no le contó de su pequeño noviazgo con aquel joven.

Su padre ordenó que duplicaran la seguridad. Incluso mandaron guardias a las entradas de la tribu.

La chica terminó de mirarse al espejo mientras se cepillaba y fue a cambiarse el vestido. Ya era de noche, así que quería algo fresco para dormir. Por eso, optó por un corto vestido que no tenía mangas y era color blanco. Se veía hermosa.

Al terminar de cambiarse, se acercó al balcón. Desde allí podía ver toda Pridelands oscura. La verdad era que le encanta va su tribu de noche, pero desde que había ocurrido el incidente del secuestro, Simba no la dejó salir de noche sin al menos un guardia.

Kiara suspiró y admiró las vistas con ojos tristes. No era común en ella, pero esta vez era necesario.

Poco se iba a imaginar que al darse vuelta, un chico saltaría a su balcón y le pusiera la mano en la boca para que no gritara.

Kiara se asustó al sentir como con una mano la agarraba y con la otra la hacía callar de sus gritos.

—Hey, hey, escúchame—Dijo el joven desconocido—¡Soy yo! Soy Kovu.

La chica lo escuchó, pero ahora con más razón quería escapar de aquel agarre. Kovu la sostenía más fuerte conforme a los movimientos bruscos de la otra.

—¿Quieres escucharme de una buena vez?

Los movimientos de ambos hicieron que cayeran al piso. Kovu quedó sobre la chica, que aún seguía tapándole la boca y agarrándola.

Luego se de un par de minutos luchando en vano, Kiara se rindió, se dió vuelta y lo miró a los ojos en silencio.

—Si te quito la mano, ¿No gritaras?—Preguntó Kovu.

Kiara asintió sin decir nada y sin moverse. El chico confió en ella y le quitó la mano de los labios. Kiara se quedó callada por unos segundos, pero luego empezó a gritar por ayuda.

—¡Guar...!—Quizó llamar a los guardias, pero su boca fue callada nuevamente. Intentó moverse, pero Kovu estaba sobre ella y eso hizo que fuera imposible.

—Kiara, no es una broma—Dijo el chico serio—Necesito hablar contigo.

Kiara se calmó, esta vez sí se callaría y escucharía a aquel chico de ojos verdes.
Este le quitó la mano con más confianza y comenzó a hablar.

—¿Sabes? Cuando mi clan te secuestró yo pensaba que eras una tonta princesita. Gran error por mi parte—Rio levemente—Nuestro plan aún es matar a tu padre. Pero cuando ví lo bondadosa y linda que eras conmigo, no pude negarme a caer en tus encantos. Te amo más que a mi vida misma, Kiara. Enserio, perdóname pero todas las estupideces que he hecho. Eres una chica genial y sé que ya no te merezco, pero si al menos terminamos como amigos ya sería bastante para mí.—Él la miró a los ojos conforme a cada palabra que decía.

—Kovu, ¿Es cierto todo eso?—Preguntó Kiara.

—Claro que es cierto—Se levantó y ayudó a la joven a levantarse junto a él—¿Por qué le mentiría a la mujer que amo?

Tal vez fue el impulso, tal vez fue el momento, aún no lo sabe, pero Kiara tuvo una gran necesidad de besar los perfectos labios de aquel joven.
Estaba tan enfadada con él, pero a la vez tan enamorada.

Kovu se sorprendió, pero inmediatamente correspondió con la misma pasión de la chica. Acariciaba la cintura de ella, mientras que la otra rodeaba el cuello del chico con sus brazos. Era perfecto.

Se quedaron así por unos largos minutos y cuando terminaron solo se quedaron en la misma posición, mirándose a los ojos.

—¿Quieres dormir aquí hoy?—Preguntó Kiara, sin problemas.

—Eso acaba de tener un doble sentido—Contestó el chico en broma—Kiari, sé que soy irresistible, pero cada cosa a su tiempo.

La chica soltó una carcajada, ella no se refería a que quería tener relaciones con él.

—¿Qué? ¡No!—Siguió riendo—¡Solo que duermas aquí!—Remarcó la palabra "duermas".

—Entonces sí—Respondió él, abrazándola con cariño.

Kovu se acostó en la cómoda cama de la princesa y se tapó con las sábanas que tenía está.

—Diablos, podría acostumbrarme a una cama así—Dijo el chico acomodándose.

—Y deberías—Rio la chica mientras se acostaba a su lado. —¿Cómo es que pediste entrar? Es decir, mi padre duplicó los guardias.

—Un mago jamás revela sus secretos—Sonrió mientras la miraba— Soy bueno burlando a los guardias—Esto último hizo de Kiara soltara una leve risita.

Kovu la abrazó por detrás y durmieron pegados. Era tan dulce por parte de ambos.

A Kiara le encantaba. No había sucedido nada esa noche, pero con tan solo tenerlo cerca era feliz. Junto a él, sentía que era más fuerte, sentía seguridad, y a la vez sentía amor.

—Te amo, Kovu—Susurró la princesa.

—Y yo a ti, Kiara—Dejó un beso en la cabeza de la chica y ambos cayeron en un profundo sueño.

͠s͠ᴏ͠ʟ͠ᴏ ͠ᴀ ͠ᴛ͠ɪ ͠ᴛ͠ᴇ ͠ɴ͠ᴇ͠ᴄ͠ᴇ͠s͠ɪ͠ᴛ͠ᴏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora