The Mission ~Peter Pan~

Capítulo veintitrés

Pov Arellys

Una sonrisa se instaló en mi rostro al percibir una leve caricia, en mi mejilla izquierda que era provocada por lo que yo suponía la nariz de Peter.
No quisé abrir los ojos por más que estuviera despierta, quería saber hasta donde llegaba. Las caricias bajaron lentamente por mi cuello hasta mi hombro y se quedó ahí dejando un suave beso en la zona provocando que me erice con el contacto.

Un minuto después sentí frío en mi hombro, el se había alejado y había quedado a centímetros de mi rostro, podía sentir su respiración acompasada junto a la mía.
Sus labios encontraron los míos en un pequeño beso.

-sé que éstas despierta-murmuró juguetonamente en mi oído, cosa que logró cosquillas en mi interior.

-¿No podías seguir sin decir nada?-pregunté abriendo finalmente los ojos y vaya cosa más linda la que me encontré. Peter Pan estaba hecho todo un potrazo recién levantado, con el cabello levemente desacomodado y su cuerpo pálido tapado apenas con las sábanas a la altura de la cadera.

-¿Sin habla?-preguntó con una sonrisa pícara en el rostro, supongo que mi reacción debió ser épica.

-me dejaste casi sin respiración-admití.

-justo como ayer en la noche-guiñó un ojo-excepto que ayer si te quedaste completamente sin respiración.

-¡Cállate!-golpeé su hombro para luego tapar mi probable cara sonrojada con las manos.

-aún no puedo creer que...-suspiró-fue mágico.

-¿Te refieres a lo de anoche?

-sí.-tomó mi mano y jugó con ella unos minutos, antes de levantar la vista y conectarla con la mía-sé que no fui tu primer beso, ni tú primer abrazo, no tuve la suerte de ser tu primer amor o tu primera vez pero prometo ser el último.

-Peter-murmuré-eso fue hermoso-acaricié su rostro, podía sentir mis ojos brillosos a causa de las lágrimas de emoción provocadas por las hermosas palabras dichas por el ojiverde.

-no suelo ser romántico pero tú provocas esa pequeña parte en mí.

-sino te callas me veré obligada a comerte a besos -sonreí pícaramente.

-entonces no dejaré de hablar -lo abracé por el cuello y con un poco de agilidad lo dejé debajo mío ,me incliné sobre su rostro y besé sus labios con suavidad ,luego bajé los besos por su mandíbula y cuello ,pude sentir un que otro suspiro de su parte .

-¿Esto significa que quieres otro round?-preguntó tomándome desprevenida y dejándome bajo su tibio cuerpo.

-mejor no -desvié la mirada unos segundos-creo que deberíamos prepararnos para ir a desayunar,ya tengo hambre .

-¿De comida?-levantó su bendita ceja izquierda.

-si,¡Por Dios amor! yo también quiero estar contigo en la cama hasta el anochecer ,pero aceptémoslo no es posible.

-¿Cómo me llamaste?-preguntó anonadado.

-¿Amor? -respondí dubitativa- no creí que te molestara.

-no,no es eso -se tiró a mi lado con la mirada perdida en un punto del techo -es que nadie nunca me llamó de esa forma,nunca tuve apodos cariñosos .

-entonces te diré todos los apodos cariñosos que sé, uno distinto por cada día ¿Te parece?-volteé apoyándome en su pecho desnudo.

-no es necesario-sonrió-porque tu haces que mi nombre suene como uno.

Una hora más tarde ya nos encontrábamos bañados y arreglados, por lo que bajamos para desayunar.
Cuando ya estábamos por terminar, Archie se acercó a Pan muy preocupado.

-¿Qué?-preguntó Peter de forma muy grosera.

-Wendy se escapó.

Puedo jurar que cuando el pelirrojo pronunció esas tres palabras, Peter empalideció y no pude entender porqué, digo si es la Wendy Darling del cuento... ¡Esperen! ¿Ella no había regresado a su casa?

¿Acaso Peter la mantuvo cautiva todo este tiempo? ¿Por qué haría eso? ¿Será que a él...le sigue interesando? No, es absurdo.

-¡Maldición!-el rubio pasó una mano por su cabello de forma nerviosa-¡Niños perdidos!-llamó la atención del campamento entero-les ordenó que vayan en busca de Wendy, no quiero que regresen hasta que la encuentren.

Los perdidos tomaron sus armas y se escabulleron en las profundidades del bosque.

-no puede ser-murmuró pateando unas pequeñas piedritas que había en el suelo.

-¿Por qué te preocupas tanto?-pregunté intrigada y un poco asustada  por la respuesta que obtendría.

-Wendy Darling es peligrosa-ni siquiera me miró.

-¿por qué?

-sabe cosas-esta vez se giró para quedar frente a mí-cosas que podrían arruinarme.

-estas mintiendo, ¡Dime la verdad!

-ya te la he dicho.

-¡Peter!-una voz de mujer nos interrumpió, cuando me volteé me encontré con una niña rubia, con cabello ligeramente rizado y peinado prolijamente, todo en ella parecía sacado de una película de los años treinta.

-¿Por qué te escapaste?-preguntó muy seriamente mientras se acercaba a ella.

-quiero libertad-dijo con toda la valentía que podía reunir.

-y yo te la he denegado-la tomó bruscamente de un brazo-no vas a arruinarme Wendy.

-¿De qué hablas? ¿Y quién es ella?-se percató de mi presencia
-no te incumbe-la arrastró hacia el bosque.

-¡Sueltame!

-Peter ¡Basta!-no se por qué la defendí.

-no te metas Arell.

-no puedes tratar así a una mujer-hice caso omiso-por cierto, no vuelvas a hablarme así.

-¿Una mujer?-miró con cierta burla a la rubia-ella es una ramera.

-y tú un puerco-se defendió la niña Darling.

-¿Cómo me llamaste?-su rostro se puso levemente rojo-te estas ganando un castigo muy fuerte.

Cuando me quise dar cuenta Peter y Wendy habían desaparecido frente a mis ojos.
Me quedé en el campamento repasando en mi cabeza todo lo vivido.
Nunca creí que Peter podría ser tan grosero con un mujer, me hizo pensar que el también podría tener esos gestos conmigo y no me gustó.
No me gustó este Peter, parecía un chico sacado de una película de terror, se que fui muy gallito con él pero debo confesar que cuando lo hacia estaba muerta de miedo, porque no sabía como iba a reaccionar.

De a poco los niños perdidos fueron volviendo, todos menos Peter Pan.