Capítulo 1

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Jennie's POV

Miré mi rostro en el espejo, las gotas de agua escurrían por el. ¿Por qué hacía tanto frío? Busqué la ventana del baño y faltaba una tabla, probablemente el viento la había hecho volar. Los primeros días del año el frío era insoportable, tenía que tapizar las ventanas y entradas ya que no teníamos calentador y Nana podía pescar un resfriado o algo peor.

–¿Dónde dejé las tablas de ayer?–Dije para mis adentros. El esposo de la señora Ji-Hu me había regalado unas tablas que consiguió por su trabajo como carpintero.

Salí sin hacer ruido del baño, Nana seguía durmiendo ya que eran las cinco de la mañana y no quería que se despertase.

Busqué debajo de la mesa y encontré las tablas cortadas, tomé la más cercana a la medida del baño y la coloqué en la ventana. Duraría un tiempo antes de que la temporada de lluvia viniera y se humedecieran.

Miré a la menor mientras encendía la hornilla de la estufa eléctrica. Era pequeña pero funcionaba. Algunas de las cosas que teníamos en casa las había encontrado en el basurero de la ciudad, era increíble que algunas personas tiraran cosas en perfecto estado, como el sartén que estaba utilizando.

Abrí el frigorífico y tenía todavía unas salchichas y huevos. Preparé el desayuno y me fui a arreglar. Hoy iría a una casa en Jongno-gu. Encontrar casas era complicado a veces, no era la única que se dedicaba a la limpieza de hogares.

–Mami...–Escuché la voz de Nana mientras me colocaba los pantalones negros para salir.–Tengo frío.

Me acerqué a ella y miré el pequeño reloj. Eran ya las siete de la mañana.–Buenos días, mi amor.–La abracé cubriéndola con una manta.–¿Mejor?–Ella asintió y me rodeó.

–¿A dónde vas?–Preguntó.

–Tengo que ir a trabajar, ¿recuerdas?

–¿Puedo ir contigo?–Negué mientras acariciaba su cabello.

–¿No quieres ayudar a Ji-Hu?–Se quedó pensando un momento.

–Me quedaré con ella, está muy solita.–Dijo y sonreí. Me hacía sentir orgullosa que tuviera una mentalidad tan buena y noble.

Debía salir en unos pocos minutos por lo que pasé los siguientes arreglando a Nana mientras desayunaba. En unos días estaría cumpliendo seis años, pensaba llevarla a la ciudad más cercana como le había prometido y con el dinero que recibiría estos días por limpiar la casa a la que iría hoy me alcanzaría.

–Buenos días, Jennie, ¿ya te vas?–Preguntó la anciana. Tenía el ceño fruncido la mayoría del tiempo, quien no la conociera pensaría que estaba molesta por algo pero en realidad era la persona más alegre del lugar.

–Buenos días, Ji-Hu, sí. Iré a una de las  privadas en Jongno-Gu.–Ella me miró feliz.

–Yo cuidaré de Nana, ve con calma y no olvides guardar tu dinero en las botas. Escuché que asaltaron a Samuel ayer por la noche.–Samuel era uno de los hijos de Ji-Hu, no hablaban desde hace años, el chico era algo frío y no gustaba de la compañía familiar.

–¿Él está bien?–La anciana asintió y Nana se acercó a ella.–Debo irme, pórtate bien y sé buena con Ji-Hu.

–Tú también mami.–Dijo y sonreí.

–Volveré en la tarde por ti.–Me abrazó las piernas y me agaché para estar a su altura antes de irme.

Lo más rápido para llegar y menos costoso era el metro. Debía caminar un tiempo considerable para llegar hasta la estación más cercana. Revisé mi teléfono, era pequeño y sólo servía para llamadas y mensajes, igual no necesitaba nada más. Tenía una hora exactamente para llegar, lo cuál me ponía justo a tiempo.

angel [Jenlisa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora