angel [Jenlisa]

Capítulo 18

Jisoo's POV

–¿Quiere saber el sexo del bebé? Por cierto, está muy bien y no hemos detectado ninguna anomalía estructural.–Moví el transductor por todo el abdomen de la paciente.

–Oh, no. Quiero que sea sorpresa.–Se veía bastante feliz mirando el monitor.

–La mayoría de los padres suele pedirlo para saber de qué color pintarán la habitación.–Dije charlando con ella mientras limpiaba el gel de su piel.

–Si, pero es lo de menos, a fin de cuentas los colores no tienen género, así que cualquier estará bien.–Sonreí al escucharla decir eso.

–Es bueno saber que tendrá una buena educación.–Tomé mi tabla y ayudé a bajar a la paciente de la camilla.

Miré mi reloj, era la hora de almorzar para luego terminar con los pacientes que quedaban, no eran muchas pero no podía hacer algo con el estómago vacío. Mi teléfono sonó y miré el nombre, era Rosé.

–Hey, estoy fuera del hospital, ¿te importaría salir?–Contesté el mensaje con un emoji de una persona corriendo.

La relación entre ella y yo había tomado mucha confianza, solíamos vernos después de sus terapias y a veces terminábamos incluyendo cenas en mi lugar favorito.

Sabía que las cosas eran difíciles para ella pero la conexión al conocernos había sido muy buena y no nos había costado nada, o al menos no a mí hacerme cercana a ella. Salí del consultorio a un ritmo acelerado, no había mencionado tener citas hoy con el psiquiatra por lo que se me hacía algo extraño que viniera al hospital.

–¡Rosé!–La llamé cuando la vi. Traía una bolsa pequeña y sonrió al verme.

–Hola, perdón por aparecerme así.–Dijo.

–No, no, está bien, ¿cambiaste tu cita con el psiquiatra o por qué estás aquí?, ¿te sientes mal?–Ella me miró y luego me extendió la bolsa que traía.

–Te traje algo para almorzar, luego comes muchas chatarras así que pasé a uno de mis restaurantes y te pedí algo sano y rico.–Sentía que mi corazón estaba feliz, hacía mucho que nadie hacía algo así por mi.–Es bibimbap y...–Se acercó abriendo la bolsa.–Te puse unos panecillos de vainilla, no sabía si te gustaban pero...

Me acerqué a ella dándole un beso en la mejilla.–Gracias, Rosé.–Dije sonriendo. No sabía de dónde había salido eso, sólo lo había hecho.

–Si, yo...de nada, sólo quiero que comas bien.–Noté que se había incomodado un poco y cambié el tema.

–¿Traes auto? Tengo un par de consultas más y no me gustaría que te quedaras aquí.–Miré mi reloj, todavía no anochecía pero en unas horas lo haría y no me gustaba que Rosé anduviera por ahí de noche.

–No, no lo uso.–Dijo.

–Te puedes quedar conmigo, serán solo unas pacientes y no habrá sangre, lo prometo.

–Está bien, sólo porque no tengo nada más que hacer.

–Ah, ¿o sea que soy tu segunda opción a tu aburrimiento?

–Pero...no.–Ella iba a comenzar a disculparse cuando comencé a reír.–Qué mala.

–Es bromaaaa, no suelo ser tóxica, ya no.–Dije recordando mis antiguas relaciones donde solía ser un poco celosa.

–Bueno, debo ir con cuidado de todas formas.–Dijo bromeando, no solía hacerlo casi y descubrir que Rosé escondía un buen sentido del humor me hacía interesarme más en conocerla.