angel [Jenlisa]

Capítulo 14

Rosé's POV

–¿Por qué estás aquí?

–Porque intenté suicidarme.–El médico se mantenía sentado en aquel sillón negro mientras yo me estaba sentada en uno igual respondiendo sus preguntas.

–¿Por qué intentaste hacerlo?–Respondí lo primero que se vino a mi mente como habíamos acordado en la sesión anterior.

–Extraño a mi esposa...

–¿Es la primera vez que intentas suicidarte?–Era la primera vez pero no el primer pensamiento que había tenido.

–Si pero...ya lo había pensado muchas veces.–Dije con sinceridad.

–¿Quieres intentarlo de nuevo?–Lo miré por un momento y no respondí. No sabía la respuesta.–¿Puedes hablarme de tus amigos?

–No son muchos, sólo una.–Él asintió.–Se llama Lisa.

–¿La conocías desde antes del incidente?

–Sí.

–¿Cómo describirías tu relación con ella?–Lo pensé por unos segundos, era una buena relación aunque a veces me sentía frustrada.

–Bien, sólo me siento algo presionada a veces.

–¿Por qué?

–A veces pasa por mí cuando no me apetece salir o aparece en mi casa y me siento algo, no sé.

–¿Invadida?–Asentí.–¿Te molesta que Lisa toque el tema de Irene?

–Si, no es algo de lo que me guste hablar.

–Entiendo. Lisa parece una persona agradable a pesar de todo. ¿Me equivoco?

–No...es buena amiga pero no quiero hablar de Irene.

–Está bien, tampoco te preguntaré por ella hoy.–El médico siguió con la sesión, era bastante bueno, no me presionaba, no me intimidaba ni me hacía sentir como si estuviera loca.

–Te mandaré unos medicamentos.–Me extendió la receta.–No sólo te ayudaré con terapias, también necesito que tomes los medicamentos, te sentirás un poco extraña las primeras semanas pero depende de tu evolución veré si necesitas una mayor dosis o una menor.

–Será como estar drogada.–Dije.

–Te ayudarán a estar más alerta y a que comas. Estás por debajo de tu peso y necesito que subas un poco más, esto va a llevar tiempo pero el hecho de sólo venir es un paso bastante grande.

Le di las gracias al doctor y salí del consultorio. No tenía nada que hacer hoy, a parte de leer las nóminas y aceptar los pagos de los trabajadores de los restaurantes, eran casi las siete de la tarde por lo que caminé a la puerta de salida del hospital.

–¿Rosé?–Una voz conocida apareció junto con Jisoo y lo que parecía ser una de sus amigas.–Hey, hola. ¿Qué tal la sesión?

–Bien.–Respondí.–No creí que estuvieras por aquí.

Ella sonrió.–Aquí trabajo.

–Si, tienes razón...

–¿Quién es tu amiga?–Preguntó la chica que venía con ella.–No será que...–Usó un tono muy pícaro pero Jisoo terminó dándole un codazo, lo que me hizo sonreír.

–Ella es Nayeon, Nayeon, ella es Rosé, nos conocimos aquí.

–Mucho gusto.–Ella me sonrió, parecía muy agradable.