Las cosas se habían complicado aquella tarde cuando llegué de la casa de la pintora.
–Mami, ¿Ji-Hu estará bien?–La cara de preocupación de mi hija me rompió el corazón, ¿cómo mentirle? Era algo que nunca hacía. Me igualé a su altura y quité los mechones de cabello de su rostro.
–Eso espero, mi amor.–Dije con sinceridad mientras veía la ambulancia irse con la anciana en la camilla.
–¿A donde va?–Preguntó.
–La llevan a un lugar donde la ayudarán a estar mejor.–Dije.
–Quiero ir con ella.
–Nana...no puedes ir.–Dije con tacto.–No hay mucho espacio en la ambulancia y el señor Lee necesita estar con su esposa.
La más pequeña pareció entender la situación ya que no preguntó más camino a casa.
La señora Ji-Hu había sufrido una crisis hipertensiva mientras atendía la tienda. El cliente llamó a la ambulancia y minutos más tarde llegó para llevarse a la anciana. Sabía que tenía problemas cardíacos pero todo parecía indicar que había empeorado.
–¿Podemos visitar a Ji-Hu mañana?–Preguntó mientras entrábamos a la casa con las compras que había hecho por la tarde.
–Ya veremos, hija, ayúdame a guardar las compras, ¿si?
–Si.–Dijo y desempacó el contenido de las bolsas.
–Harina para ot"...
–Hot.–Completé enseñándole la pronunciación correcta de la bolsa que estaba leyendo.
–Hot Ca...kes.–Dijo terminado de leer el encabezado de la harina.
–Estás mejorando mucho.–Dije sacando la caja de huevos. Había sido lo más caro que había comprado junto con la leche de Nana.
–Ji-Hu me enseñó, también aprendí a contar números de dos cifras.–La miré sorprendida. A su edad apenas sabía sumar con una. La anciana daba clases en sus tiempos de juventud, antes de que la despidieran injustamente dejándola a su suerte y sin pensión. Es por eso que Nana había aprendido sus métodos.
–En un mes tendrás que ir a la escuela, allá estarán muchos niños como tú y tendrán un profesor que les enseñara cosas.–Dije guardando las verduras en el frigorífico.
–¿Irás conmigo?–Negué.
–Mientras estudies estaré trabajando para que puedas llegar a la escuela.–Terminé de guardar las cosas y me llevé a Nana en brazos. Debía pensar todavía cómo haría mañana para llevármela porque es lo que tendría que hacer, no confiaba en nadie más para cuidar de mi hija que Ji-Hu y ella no podía hacerlo.
–Mañana irás con mami al trabajo.–Dije dejándola en el colchón inflable.
–¡Si!–Dijo emocionada mientras brincaba.
–Pero primero a bañarse.–La más pequeña hizo un puchero.
–Noooo.–Dijo escondiéndose.
–¿Dijiste que no?–Nana comenzó a reír por el sonido burlón de mi voz y corrí tras ella tomándola en mis brazos para llevarla a tomar un baño.
–¡Bájame, mami!–Decía entre risas ahogadas.
–Si no te bañas te seguirán los bichos por la noche.–Ella me miró con ojos saltones y comenzó a desvestirse.
La ayudé a bañarse aunque ella se sintiera muy capaz de hacerlo sola. La vigilaba mientras lo hacía indicándole lavarse bien y cuando por fin terminé la arropé para que no pasase frío. Tomé una ducha seguida de ella sintiendo las gotas de agua en mi piel. Estaba exhausta a decir verdad y mis manos dolían. ¿Cuánto tiempo seguiría haciendo esto? Probablemente faltarían años. Pensé en Nana y recordé porqué me esforzaba tanto, al final del día ella valía la pena, era todo para mí.

ESTÁS LEYENDO
angel [Jenlisa]
FanfictionJennie sería capaz de cualquier cosa para sacar adelante a su hija, Nana. Pero todo se vuelve más complicado cada día. ¿La vida le mandará a ese ángel que tanto necesita?