Capítulo 13

7.4K 759 66
                                    

Hace dos años...

Rosé's POV

–¿Qué le pusiste? Sabe cómo esas bebidas energéticas pero mejor.–Irene se sentó en mis piernas mientras dejaba besos por mi rostro.

–Nada nuevo, en serio, sólo coloqué fresas, limón y agua mineral, ¿te gusta?

–Si.–Ella dejó un beso en mis labios mientras yo la abrazaba por la cintura. Solíamos ser bastante cariñosas entre nosotras.

–Bueno pero pueden dejar de presumir frente a mi.–Lisa entró con el recipiente de carnes y salchichas. Estábamos en su casa celebrando mi segundo aniversario, y cómo Irene viajaría queríamos pasarla con Lisa ya que la mayoría del tiempo estaba sola y era como de la familia.

–Te he dicho que tengo unas amigas lindas que no se quejarían para nada de tenerte al lado.–Dijo Irene levantándose para ir donde Lisa estaba.–Si dejaras de saltar de chica en chica y quedarte con una estaría dándote mimos como yo con ese ángel.–Ella me señaló con el vaso de fresa y limón en la mano y sonreí.

–Uy, no. No tengo tiempo, se me queman las carnes.–Dijo huyendo de la conversación a la parrilla.

–La asustaste.–Dije abrazando a Irene por detrás.–Te voy a extrañar mucho.

–Sólo son dos semanas...–Ella se volteó y me abrazó, no solíamos pasar tanto tiempo lejos.–Me quedaría menos tiempo pero quiero que Anna vea mis diseños, los trajes de invierno y esas cosas, no tendré una oportunidad así de nuevo o no sé...

–Es una gran oportunidad, seguro le terminan gustando. Te vas a volver famosa con esos diseños.–La miré y me quedé embobada, a pesar de llevar años de relación cada vez que la veía se me derretía el corazón, tenía una sonrisa preciosa y unos ojos brillantes.

–Deberíamos comprar otro coche.–Dijo viendo nuestro auto.–Me lo llevaré y no te podrás mover al trabajo.

–Tengo chófer.–Dije apuntado a Lisa. Irene negó riendo.–Todavía puedes encontrar vuelos.

–Sólo son cuatro horas en auto. También bajé toda la discografía de Oasis para ir escuchándolas en el camino.–Irene trabajaba en una agencia de diseño de vestuarios, era muy creativa pero solía ser tímida para presentar proyectos pero este era algo diferente, era entrar en las grandes ligas.

–¿Cuando vuelvas hablaremos de eso?–Pregunté.

–No sé, Rosé. Me gustan los niños pero no sé si pueda criar uno.–Sabía que no le gustaba hablar del tema. Yo quería hijos en algún momento, todavía no, éramos bastante jóvenes pero era una conversación que no habíamos tenido.–No necesitamos uno tampoco.–Se abrazó a mi.

–Ya sé, sé que estoy bien contigo.–Dije para desaparecer la extraña incomodidad que se generaba cuando hablábamos de ese tema.

–¿A qué hora sales, Irene?–Lisa regresó con los platos y aperitivos colocándolos en la mesa.

–En cuatro horas.–Dijo arreglando mi blusa.

–Mejor empezamos a comer, no quiero que manejes de noche.–Respondí y almorzamos. Luego regresaríamos a casa por las maletas de Irene para que viajara en unas horas pero por alguna razón me arrepentía de no poder ir con ella.

Lisa's POV

Estaba llena al punto de saber que comería hasta el día siguiente. Todavía debía pintar unos cuadros para Giampaolo Pozzo, un empresario de nacionalidad Italiana que tenía comprado algunos clubs de fútbol, para mi suerte había hecho una exposición en Italia el verano pasado y había gustado de mi arte al grado de pedirme hace unas semanas que hiciera un cuadro que representara sus pasiones más grandes.

Miré a Leo que estaba sentado en las escaleras y lo cargué para llevarlo conmigo.–Leo, estás creciendo mucho.–El pequeño scottish fold me miró con sus grandes ojos. Recordé el día que lo había conseguido, Irene tenía una amiga cuyos gatos habían tenido cerca de seis gatos más y uno de ellos fue Leo.

–Te conseguiré un amigo nuevo algún día.–Le dije dejándolo en el sillón de mi estudio. Saqué mis pinturas y pinceles y los coloqué en la pequeña mesa que tenía; comencé con el boceto de la segunda parte de la pintura, todavía tardaría unos días más en terminarlo pero estaba convencida de que le gustaría.

Pasé lo que sobró del día pintando y haciendo bocetos cuando escuché como tocaban la puerta con fuerza.

–Pero qué mierda...–Me levanté con el ceño fruncido, tenía timbre y era menos escandaloso que los golpes que estaban dando fuera. –Voy, voy.–Cuando abrí la puerta me encontré con Rosé.

–¿Qué pas...–No me dejó terminar la siguiente palabra cuando se aventó al suelo a llorar. Estaba asustada y eran casi las once de la noche. Me agaché rápidamente abrazándola.

–Irene tuvo un accidente...–Dijo entre sollozos.–Tenemos que irnos.–Dijo levantándose mientras seguía llorando. Yo estaba procesando todavía lo que pasaba pero seguí a Rosé.

Mi preocupación estaba al límite por lo que había escuchado pero aún así no dejé a Rosé manejar.–Rosé, necesito que me digas dónde está Irene.–Le dije mientras ella ocultaba su cabeza entre sus manos.

–Suwon.–La miré y supe que sería un viaje largo pero estaba agradecida de que no hubiera viajado sola en ese estado.

Traté de manejar lo más rápido y cuidadosamente posible ya que era de noche y no quería tener un accidente, era de noche y quería comenzar a llover. Pasaron las horas hasta que llegamos al centro de Suwon donde estaba el hospital.

–Ahí.–Dijo Rosé señalando la entrada del hospital. No esperó ni un segundo más después de estacionarme y salió del carro.

–¡Rosé!–Me quité el cinturón de seguridad y salí corriendo tras ella. Habían muchas personas en la sala, muchos llorando, otros sentados en el suelo por lo que parecía días y camilleros entrando y saliendo del área.

Busqué a Rosé que estaba con uno de los doctores, me acerqué rápidamente y sólo escuché a Rosé preguntar por Irene.

–No tengo a  ninguna Irene en la lista de urgencias, señorita.–Rosé estaba muy consternada y no podía articular ni pensar en estos momentos por lo que le respondí al doctor.

–Recibimos una llamada hace cuatro horas, tuvo un accidente, por favor revise de nuevo.

El doctor pareció entender las cosas y salió pidiéndonos unos minutos para preguntar al personal.

Estaba preocupada junto a Rosé cuando llegó el médico con uno de los paramédicos. Rosé y yo nos levantamos rápidamente cuando soltó las palabras que hicieron que el mundo de Rosé cambiara.

Irene había muerto en el accidente.

angel [Jenlisa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora