Capítulo 4:

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Natasha's POV:
Desperté en la cama, mi cuerpo estaba cubierto por una simple y fina sábana de color blanca. Los fuertes brazos de mi novio rodeaban mi cintura, su cabeza reposaba en mi cuello, sus delicados y constantes ronquidos eran mi debilidad, mi perdición.

Me incorporé de la cama con cautela, quedando sentada en esta mientras con una mano agarraba la sábana para tapar mi cuerpo. Desde ahí pude divisar toda nuestra ropa tirada por el suelo, cada prenda ocupaba un lugar distinto del suelo, y la habitación era lo bastante grande.

A saber que diablos ocurrió al llegar a casa, no recordaba mucho debido a la gran cantidad de alcohol que ambos bebimos.
Sonreí al pensar que tal vez lo hicimos más de una vez.

— Fueron cinco rondas—su voz sonó más ronca que nunca, impactando en mi nuca— estuviste increíble en cada una de ellas, nena.
Giré mi cabeza para poder verle mejor. Su sonrisa no iba a desaparecer.

— Tal vez podríamos...— no tuve la necesidad de tener que acabar aquella frase, su mirada llena de lujuria lo dijo todo.

— ¿Sabes lo que significa tomarse un baño los dos juntos?

Obviamente lo sabía. Mi gesto de guiñar el ojo lo dijo todo. No pasaron ni tres segundos hasta que Tae me cargó en su brazos, sujetando mis muslos y haciendo que mis piernas enrollaran sus perfectas caderas.

La ducha no tardó más de una hora. Ansiaba tenerlo conmigo en cualquiera de los aspectos. Le echaba de menos y deseaba con todo mi ser que está vez permaneciera a mi lado para siempre.

Salí enrollada en la toalla de baño, Tae todavía seguía dentro de la bañera.

—Nat—dijo sacando la cabeza— vayamos a cenar esta noche, los dos juntos.

Sonreí al pensar que todo volvería por fin a ser como antes.

— Me encantaría—Tae asintió y volvió a adentrarse en la ducha, y así estuvo por un rato más.

Nos encontrábamos en el sofá del salón frente a la gran pantalla con una película en curso, aunque ninguno le prestaba un más mínimo interés a lo que la pantalla nos mostraba.

— Nat—dejé de revisar el móvil para toparme con su mirada tan intensa y penetrante conectar con la mía.

— ¿Si?— su llamado me había sorprendido, pensé que él también estaba revisando redes sociales,pero me equivocaba.

— Eres hermosa—su mano se posó en mi cabeza para proporcionar caricias en mi cabello— de verdad que lo eres, y lamento no poder decírtelo tan a menudo.

Sentí como mis mejillas ardían, sentía como etas se tornaban de un color caramesí en cuestión de segundos.

Volví a conectar con sus ojos, podría pasarme el resto de mi vida así, perdiéndome en aquellos ojos de color marrón castaño que me enamoraron años atrás.
Pero dicho momento se vio interrumpido por el timbre de un móvil, concretamente el mío. Molesta desvié mi mirada para ver de quien se trataba, fuera quien fuera era un inoportuno que decidía mensajear en el momento menos indicado.
Abrí la bandeja de mensajes para toparme con un mensaje del señor Park Jimin.

Jiminnie☁️: quisiera poder verte algún día de estos, dime, ¿cuándo estás libre? 💜☁️

Dejé de prestarle atención a Tae para centrarme en responder el mensaje, a decir verdad en el fondo no quería responderle. Jimin era alguien importante para mi, era un gran amigo, pero no quería pasar tiempo con él, no ahora que las cosas con Tae parecían mejorar.

Me temo que no tengo tiempo suficiente, Jimin. Tal vez en otra ocasión.

Bloqueé el móvil, dejándolo de lado para tratar de darle una mejor atención a mi novio.

— ¿Por dónde íbamos?—sonreí picara sentándome a horcajadas. La mirada de Tae recorrió todo mi cuerpo, de pies a cabeza.

— Justamente íbamos por aquel momento en que tú me besas y yo te hago mía otra vez—su agarre en mi cintura se intensificó.

Nuevamente mi teléfono volvió a soñar, haciendo que desesperara.

— ¡Joder, Jimin!— aún sentada a horcajadas decidí coger el móvil para responderle a Jimin lo más pronto posible y zanjar ese tema.

Jiminnie☁️: No te preocupes, esperaré lo que sea para tener la oportunidad de invitarte a cenar conmigo💜

Abrí la conversación y leí su mensaje. No diría nada, de verdad que no sabía que responderle. No tenía nada que decirle. Apagué el móvil y volví a centrarme en Tae, quien me miraba demandante.

— Solo espero que no interrumpan más, o tendré que dejarle las cosas claras a Park— sonreí ante su comentario y dejé que devorara mi cuello, para que luego fueran mis labios, y acto seguido nuevamente mi cuello...

Dangerous {Kim Taehyung} ©️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora