Dangerous {Kim Taehyung} ©️

Capítulo 26:

Cuando Natasha despertó le dolía el cuerpo entero, le lloraban los ojos y le era muy difícil reconocer lo que había a su alrededor.
Por un momento creyó estar muerta, y en parte lo deseaba. Aquel dolor intenso se expandía por todo su cuerpo con tan solo respirar. ¿Y qué era esa presión que sentía en su vientre?

Como pudo giró el cuello hacia su izquierda, encontrándose a un Jimin durmiendo con la cabeza apoyada en su pequeño vientre mientras unía su mano con la suya. Era una imagen muy enternecedora, a decir verdad.

Como pudo, deslizó su otra mano libre al cabello del peli-negro y empezó a proporcionarle caricias suaves que hicieron que Jimin intensificara su agarre a ella. Natasha no pudo evitar sonreír ante tal escena.

—Jimin—susurró, pero no obtuvo respuesta—Jimin—repitió haciendo que este pasara su agarre a su diminuta cintura—Jimin—se le escapó una risita.
—¿Mhm?—preguntó abriendo sus ojos pesadamente, aún sin soltarse de Natasha.

Natasha sonrió al ver los ojitos mañaneros hinchados de su Jimin. No se cansaría nunca de verle y admirarle.

—¡Natasha!—gritó aferrándose más a ella— ¡has despertado!

Natasha no entendía la emoción de Jimin por ello, ¿por qué no iba a despertar?

—¿Qué ha pasado?—preguntó sonándose su cabeza, la cual dolía a horrores.

—Taehyung te golpeó fuertemente hasta dejarte inconsciente, gracias a dios me llamaste y pude contactar con la policía para ayudarte. ¡Gracias a dios estás viva!—aliviado, besó su mano— temía que no despertaras, has estado durmiendo por tres semanas.

Natasha no pudo evitar sorprenderse, para ella habían sido como unas horas.
¿Qué había sido de Taehyung?

Natasha miró a Jimin, asustada, con miedo de que su pesadilla apareciera de nuevo por aquella puerta.
Jimin pareció entender sus pensamientos con tan solo una mirada.

—Él no volverá, nunca jamás—aclaró, besando nuevamente su mano de un modo delicado—pero yo me quedaré para cuidaros a vosotros dos.
Natasha llevó su mano a su vientre inconscientemente, y sonrió. Luego la mano de Jimin se unió, provocando así una sonrisa en ambos.

—¿Me amas aún, Park Jimin?—sonrío Natasha con timidez.

—Te amo aún, futura Park Natasha—sonrió de vuelta mientras le colocaba un anillo en su dedo—y te pienso amar hasta mi último instante de vida, lo prometo.