Buscando paz, en un infierno en llamas (X-men fanfic)

Se avecina una guerra

John impartía su clase especial de Literatura, que se mezclaba con una clase de "orgullo mutante" cada tanto. Los niños escribían algún pensamiento que los hacía felices, para revisar la gramática.

—Chicos ¿alguien sabe algo de Byron? —interrogó, luego de notar la falta del niño.

—Está enfermo —respondió Mark—. No es grave, pero sus poderes se descontrolan cuando está enfermo, así que no puede pensar en nada. La Srta. Pride le permitió hacer reposo hasta que mejorara.

Pyro asintió.

—¿Alguien terminó ya? Sí, June. —Apuntó a la rubia.

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Boom boom y Mystique trataban de cocinar en el departamento que la rubia compartía con John. Vivían juntos desde que se conocieron luego de Alcatraz, y la rubia siguió al pirómano por temor a permanecer sola. Había salvado al hombre, no le parecía correcto que cada uno siguiera su camino, así sin más. John, por su lado, le debía la vida, no la dejaría a su suerte, aunque no le simpatizara la idea de tener que cuidar de alguien que no fuera él mismo.

Raven quería aprender a cocinar algo para Kurt. Mientras, Pyro se dedicaba a burlarse de las pésimas dotes culinarias de la metamorfa.

—Como cocinera eres una gran guerrera.

—St. John ¿No deberías estar escribiendo o algo así? —la mutante azul estaba cubierta de harina ¡Y llevaba ropa! Un hábito que le había quedado después de la Cura.

—Acabo de publicar mi último libro... puedo tomarme un tiempo para oxigenar el cerebro.

Cuando Raven se disponía a replicar un insulto, fue interrumpida por la voz de la periodista del televisor. La mujer hablaba de la muerte del Dr. McCoy a manos de un Centinela.

—¿Qué? —jadeó Raven, dando un paso hacia la pantalla.

Se mostraba un video de una cámara de seguridad. Se distinguía por la imagen pixelada, poca definición y color. En ella podía verse a Bestia caminando hacia su auto, con maletín en mano, siendo interceptado por un robot gigante. El mutante no se resistió, cooperando con el Centinela, al levantar sus manos a modo de rendición. Automáticamente el robot disparó. Fue asesinado a sangre fría.

—¡Vamos! —John se puso de pie al dar la orden, siendo seguido por las mujeres. Esta noticia no podía tener un buen resultado. Se iba a desatar el caos. Ningún mutante se quedaría de brazos cruzados ante esta provocación. La guerra fría estaba terminando.

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Los X-men estaban reunidos en la vieja oficina de Charles Xavier. La noticia de la muerte del Dr. McCoy había sacudido a todos.

Los ex miembros de la Hermandad ingresaron de sopetón al salón, sin llamar.

—¡¿Qué es lo que saben?! —interrogó Raven.

—Solo lo que salió en las noticias —le explicó Storm, ubicada detrás del escritorio.

—Habíamos pensado que tú sabrías algo —agregó Kitty. La metamorfa la fulminó con la mirada, por lo que tuvo que explicarse—. Alguien tuvo que robar la cinta de seguridad... quizás...

—Mataron a Hank, niña idiota —escupió—. Si supiera algo, hubiera matado a alguien antes de venir aquí.

Shadowcat agachó la mirada avergonzada. No había recordado que Raven era una vieja amiga de McCoy.

Fue entonces que irrumpió en la oficina un muchacho en pijama y descalzo, totalmente fuera de sí, en un llanto aterrado, rogando por ayuda.

—¡Señora Munroe! —gritó Byron, cuando cayó de rodillas apenas atravesaba el umbral de la puerta—. ¡Una guerra! ¡Habrá una guerra! —gritaba en pánico, siendo el centro de las miradas de los mutantes en el lugar.