La mente más poderosa del mundo

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Narrador POV

—Hola, Mercenario inmortal— sí, arrogancia tiñendo sus palabras. La experiencia cercana a la muerte no era buena para ejercitar la humildad, por lo menos no para John.

Algo le llamó la atención al pirómano, algo de lo que no se había percatado en su primer encuentro en el campamento: los ojos del tipo frente a él, eran vacios. No estaban reconociéndolo. Ese de ahí no era el Lobo que quería patearle el trasero. No es como si se sorprendiera por eso, el tipo nunca traicionaría a los suyos. Alguien estaba jugando con su cabeza.

No hubo demasiado margen entre su pensamiento y el ataque de Wolverine, que apenas esquivó, terminando con un corte en el brazo. Una puñalada tras otra, todas demasiado cerca, todas dejando heridas sangrantes en su piel. Brazos, torso, hombro, oreja. Esto no estaba bien. El Lobo no parecía, ni siquiera, agitado.

Pyro recibió una patada en el estómago, que lo obligó a rodar por el suelo para alejarse.

El Wolverine que solo busca matarte, ese con el instinto animal por sobre cualquier otro pensamiento, era demasiado difícil de vencer. Iba a terminar atravesado por las garras antes de dejarlo inconsciente si seguía así. Pero, él ya había previsto esta situación. Enfrentar al Lobo era algo que temía que sucediera.

Cuando el inmortal emprendió su ataque nuevamente, Pyro prendió su guante de chispa y lo cubrió por una gran llamarada, que reduciría a cenizas a cualquier.

Lástima que Wolverine no era cualquiera.

El Mercenario gritó de dolor, sin detenerse en la búsqueda de su presa. A pesar de que las temperaturas del fuego que John controlaba eran extremadamente altas, el factor de curación del mayor era más rápido. No iba a detenerse.

Pyro mantenía extendido el brazo derecho; manipulando las llamas; mientras tomaba con la mano izquierda una daga de adamantium. Cortesía de uno de sus soldados, cuyo don tenía que ver con el rastreo. Eso le permitió encontrar el preciado metal que serviría contra Logan. Si esto funcionaba y John lograba evitar que el mutante mayor hiciera algo de lo que se arrepentiría (no con él, sino con los X-men), debería darle un premio al rastreador.

Pelear de cerca con el inmortal no era una buena estrategia, no si él usaba sus garras. Aunque no hubiera una buena estrategia para luchar contra ese mutante.

Cuando Logan llegó hasta él, emanando un hedor a carne quemada, John extinguió las llamas, sintiendo las garras del Lobo hundiéndose en su costado, mientras él enterraba la daga en la sien derecha del mutante mayor.

"Maldito seas, Wolverine"— blasfemó John, mentalmente.

***************

Gracias a Mark, encontraron a Storm rápidamente. La mujer se encontraba elevada en el aire, en la entrada del lugar. Si alguien pretendía hacer algo, iba a vérselas feas con ella. El cielo ya no dejaba ver ninguna estrella, gracias a la tormenta eléctrica que se gestaba.

—¡Señora Ororo!— la llamó Byron. Obligándola a descender.

—Niños ¿qué hacen aquí? Deben estar adentro, alguien debe estar listo ¿No vieron la señal silenciosa?

—Por eso estamos aquí— replicó Shoot, notablemente molesto por el termino que usaba con ellos. Podían ser grandes para cubrirles el trasero a los más pequeños, pero no para salir al patio en la oscuridad. Adultos.

—No hay peligro— comenzó a explicar Byron—. La oí platicando con un hombre y una mujer. Debería bajar la guardia o despertará a los más pequeños y será difícil calmarlos. Aún me retumban los oídos por el llanto de mi premonición— dijo haciendo una mueca.

Buscando paz, en un infierno en llamas (X-men fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora