Era de noche en la mansión X-men.
—No se puede fumar dentro de la mansión —John la detuvo, cuando Tabitha hurgaba en los bolsillos de él. Buscaba su encendedor.
—¿Entonces? —inquirió—. ¿Qué hacías cuando vivías aquí?
—Bueno... —dudó con una sonrisa traviesa, mientras miraba a la ventana—. Vamos. —La tomó de la mano arrastrándola con él.
—¿Qué harás? —lo interrogó, cuando el hombre abrió la ventana, sentándose en el marco, sacando el torso hacia fuera.
—Estoy solucionando tu necesidad de tabaco —le respondió de buen humor. Él extendió los brazos hacia arriba, sosteniendo el borde del tejado, jalando su cuerpo hacia arriba, mientras se impulsaba con los pies en el marco—. Ven, te ayudo —le ofreció, cuando ya había llegado a estar de pie en el tejado, tendiéndole la mano.
La mujer imitó sus movimientos. Ambos reían como dos adolescentes que rompían las reglas.
Llamaron a la puerta, cuando Tabitha estaba siendo jalada por John hacia arriba.
—¡Adelante! —gritó, antes de salir de la habitación. Oyó la puerta abriéndose y una voz femenina que interrogó:
—¿Tabitha?
—Rogue me vio —susurró entre risas bobas junto a su amigo.
—¿Chicos? —la mujer del mechón blanco sacó la cabeza fuera de la habitación, mirando hacia ellos, quienes se inclinaban hacia abajo.
—Hola —la saludó John, sin dejar de reír—. Ven Rogue, por los viejos tiempos —la instó, mientras le concedía su mano. La mujer aceptó riendo.
Bobby sacó la cabeza por la ventana, imitando a su novia.
—Oigan... —balbuceó el rubio.
—¡Ven Drake! ¡Sube! ¡A ti no te ayudaré a subir! —lo punzó, caminando en el tejado, buscaba sentarse en el mismo lugar donde solía hacerlo de niño. En su época de escuela, solía salir solo o en compañía de Rogue, quien tenía la necesidad de fumar gracias a la psique de Logan que vagaba por su mente como consecuencia de su toque.
—¿Qué hacemos aquí? —preguntó Iceman, cuando se recostaron en el tejado uno junto al otro: John, Tabitha, Rogue y Bobby.
—Fumar —Pyro encendió un cigarrillo con su Zippo, luego les entregó uno a cada una de las mujeres. Iceman no fumaba, pero de cualquier modo se recostó junto a sus amigos para mirar las estrellas.
—¿Cómo llevas la estadía en la mansión? —le preguntó a John. Ninguno cruzaba miradas, solo contemplaban el cielo.
—Genial... —farfulló—. Es extraño ver a todos, pero es genial.
—¿A pesar de Logan? —le cuestionó tratando de ser gracioso.
—El Lobo protege a su manada y los traidores no son compatibles con él.
—No seas injusto —lo regañó Rogue, exhalando humo—. Cambiaste, eso es lo que vale.
—No borra lo que hice en el pasado —sentenció.
Nadie dijo nada por un rato.
—Malditos silencios incómodos —maldijo el castaño, haciendo reír al resto.
—Los niños te adoran —comentó Bobby para tratar de llenar el silencio—. ¿Qué te parece hacer una pequeña clase mañana? Tú la dirigirías —le propuso.
—¡Drake, es sábado! ¡Deja descansar a los niños!
—Los niños me lo pidieron —se defendió, riendo—. Además, sería opcional, sin calificaciones ni nada.
ESTÁS LEYENDO
Buscando paz, en un infierno en llamas (X-men fanfic)
Hayran Kurgu¿Qué pasaría si Iceman se encuentra con Pyro, años después de la batalla de Alcatraz? ¿Y si Pyro afirma haber cambiado? ¿Pyro busca paz? ¿Busca ser feliz? ¿Los X-men pondrán en práctica las enseñanzas del difunto Charles Xavier? ¿Y si, además, resur...