Buscando paz, en un infierno en llamas (X-men fanfic)

Aspirantes

La Bruja Escarlata curaba la herida de Mystique, dentro de una tienda de campaña, sentadas una junto a la otra en un catre. Cuando John entró, se quedó de pie frente a ambas.

—¿Adelantaremos el ataque? —le preguntó Raven apenas lo vio.

—Aún no tengo un buen plan. Creo que pueden haber menos bajas y no podemos contar con los X-men... —Su puchero eterno parecía más marcado cuando meditaba.

—¿Qué pasa con los X-men? —preguntó Wanda cuando terminó con el vendaje.

—Storm no puede enfrentar a Wolverine y no quiere dejar a sus niños exploradores —se refería a los X-men—. Así que le ordené que se los llevara.

—¿Entonces trasladaremos el campamento? —replicó Raven, sin cuestionar la decisión del pirómano.

—Sí, en cuanto se marchen los secuaces de Xavier nos vamos. Pedí que Kurt sepulte a los caídos —John no sonaba como el general frente a ellas, tenía una nota de tristeza y cansancio en la intimidad.

Mystique se removió en su asiento para arrojar ambas piernas hacia Pyro, envolviéndolo con ellas para jalar de él, obligándolo a ponerse de rodillas, haciendo caer la cabeza del hombre en su pecho. El piroquinético no respondió de ninguna manera, dejándose arrastrar por su amiga. Cualquier otro hubiera dudado de que ella le rompiera el cuello, pero él sabía que eso no sucedería.

—Estás haciendo un gran trabajo, St. John —le aseguró, acunando su cabeza entre sus brazos, mientras jugueteaba con sus mechones castaños—. Nadie podría hacerlo mejor.

—Todo acabará pronto —le prometió Wanda a su vez, dejando caer su cabeza en el hombro de Raven y una mano tomando la de John.

Pyro estaba exhausto, pero le reconfortaba tener a su familia apoyándolo. Nunca tuvo a alguien que lo quisiera, no los iba a perder ahora que los tenía.

En esa comodidad de los brazos de sus amigas, deseó con todas sus fuerzas poder cerrar los ojos para descansar indefinidamente, pero los deseos de John nunca se habían cumplido, no había motivos por los que ahora fuera diferente.

Dos minutos había disfrutado, cuando una voz en su oído lo sacó de su ensoñación

—Pyro, señor —era Tabitha con sus formas de soldado. A veces quería abofetearla por cumplir tan bien ese rol—. El "Muñeco de nieve" quiere hablar con usted ¿Los obligo a marcharse o prefiere que lo escolte hasta usted? —pidió indicaciones.

Raven besó su coronilla cuando lo oyó suspirar, mientras Wanda dio un apretón de su mano; ambas lo liberaron para que se pusiera de pie. Dio la orden de que lo escoltaran.

—John... —comenzó Bobby cuando ingresó a la tienda.

—Pyro —lo corrigió sin siquiera pensar. Bobby puso los ojos en blanco, pero John lo detuvo antes de que pudiera hablar—. Mystique y Bruja Escarlata, tomen a Blink, Radar, y diez mutantes más para buscar un nuevo lugar para mudar el campamento. Dense prisa, es peligroso permanecer aquí más tiempo —les indicó. Ambas asintieron antes de salir—. Boom boom, ve a reorganizar las tropas para partir en cuanto encuentren el lugar. —La rubia obedeció sin más.

—Eres un líder nato —comentó Bobby, cuando se hallaron solos.

—Es bueno saber que todos ustedes piensan igual —soltó sin ocultar el desprecio hacia Storm—. ¿Qué quieres, Iceman? —inquirió, ignorando su seño fruncido—. Les dije que se marcharan.

—Por eso vengo —respondió—. Hablé con los demás. No nos queremos ir. Esto nos concierne también. Déjame terminar —le pidió cuando se estaba disponiendo a replicar—. Somos una familia. Tú lo sabes, estuviste en el Instituto también. No dejaremos a Logan, él nos necesita. Sé que lo que quieres es que Storm se marche, por eso la convencimos para que se fuera con el resto de los estudiantes.