Laugh el Magnífico

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Hoseok iba saliendo de su casa para encaminarse a su trabajo, pero con tan sólo salir de su hogar, se encontró en el patio delantero una gran carpa armada perfectamente, la cual era rodeada por una cuerda y pequeñas luces de colores que la hacían ver atrayente, aunque eso no fue lo que llamó la atención de Hoseok.

Lo que desconcertó al padre, era que fuera de la carpa había una infinidad de niños haciendo fila para entrar a este lugar.

Jung se acercó al llamativo espacio, ya que sabía que todo eso era obra de sus extraños hijos.

Cuando consiguió visualizar a su hijo Yeong-Su, se percató que su pequeño estaba parado al lado de un enorme letrero que decía "Laugh el magnífico", en letras muy grandes y de muchos colores.

El pequeño Yeong-Su, se encontraba en la entrada de la carpa vistiendo con un traje formal y llevaba unos lentes obscuros. El niño se veía serio y ahí es donde Hoseok pudo entender que su pequeño hijo hacía de "guardia de seguridad", lo que sólo causaba gracia, ya que Yeong-Su causaba más ternura que cualquier otra cosa.

El padre se paseó por debajo de la cuerda, y se encaminó hacia su hijo Yeong-Su. Debido a que el mayor, prácticamente, se había "colado" muchos niños le reclamaron, incluso una pequeña lo insultó.

Él sólo seguía su camino, con la excusa de que era padre del "magnífico".

-¿Qué están haciendo, niños? -Preguntó Hoseok curioso, a su hijo Yeong-Su.

-Disculpe, señor papá, pero si quiere ver al Magnífico debe formarse como los demás. -Le dijo Yeong-Su, volviendo su voz un poco gruesa, lo cual le salió terriblemente mal, pero lo intentó.

-¿Cómo que formarme? Soy tu padre, pequeño, y esta es mi casa. Yo puedo ir y hacer lo que quiera sin necesidad de hacer fila. -Le contestó Jung, cruzándose de brazos.

-Aún así, señor papá. Las órdenes vienen de muy arriba, y yo no soy quien para romperlas. -Se excusó el niño, tomando la mano de su padre para intentar sacarlo de la fila.

-¿Ah sí? Ya verás, mocoso. -Hoseok cargó a su hijo como si de una pluma se tratase, y empezó a hacerle cosquillas consiguiendo de inmediato que Yeong-Su cambiará su gesto serio a una linda risa. -¿Dónde están tus hermanitos? -Le preguntó con una sonrisa y plantó un beso en la frente de su hijo.

Yeong-Su señaló la carpa, mientras se enganchaba como un pequeño mono en el cuerpo de su padre.

Hoseok volvió a acercarse a la entrada de la carpa, esta vez ingresando.

En la espaciosa carpa había poca luz, todo estaba decorado de forma escalofriante. Había velas aromatizantes, posters con dibujos extraños, los cuales Hoseok estaba seguro que pertenecían a la habitación de su hija Eun-Yeong, y otras pequeñas decoraciones preocupantes. En el centro del lugar, había una pequeña mesa cuadrada vestida con un mantel negro, y Hoseok notó como Laugh estaba sentado a la cabeza de la mesa, mientras repartía lo que parecían ser unas cartas, junto al niño se encontraba la hija mayor, Eun-Yeong, con una pequeña caja sobre sus manos .

-Gracias, Laugh el magnífico, prometo recomendarlo con mis amigos. -Dijo el niño que anteriormente era atendido por Laugh, haciendo una reverencia para luego irse y dejar a Hoseok a solas con sus hijos.

-¿Puedo saber qué es todo esto? -Cuestionó completamente sorprendido y confundido el padre de familia.

-¡Papi! ¿Qué le parece el pequeño negocio que hemos montado? -Inquirió un muy feliz Laugh, mientras se recostaba sobre la silla con una sonrisa y movía sus cejas repetidas veces.

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