-¡Maldición! ¡Nos perdimos de nuevo! -Vociferó Jimin con el ceño fruncido y de brazos cruzados. -¡Todo es su culpa, Yoongi hyung! -Golpeó el suelo con su pie, consiguiendo más que un berrinche, un pequeño gesto adorable.
-No seas llorón, mocoso. La tierra es redonda, si seguimos caminando llegaremos a... ¿a dónde íbamos? -Se detuvo el mayor con un rostro de confusión.
-¡Ni siquiera lo recuerdas! ¡Hoy es el cumpleaños de tu hijo y deberíamos estar en la tienda de juguetes, no en una tienda de revistas viejas! -Recriminó el menor con un gesto de indignación.
¿Cómo era posible que Yoongi olvidara algo tan importante?
-Oh, okay, okay. Gracias por recordármelo, ahora... ¿dónde está la tienda de juguetes? -Yoongi salió del local de revistas, para girar su vista a los lados con confusión.
¿Dónde rayos estaban?
-No puede ser... -Bufó Jimin con un suspiro cansado, llevaban en eso casi dos horas.
Por otro lado, Namjoon se encontraba con Taehyung observando las tiendas de música, para ver qué les llamaba la atención como para regalárselo a su pequeño sobrino.
-¡OH, HYUNG! ¡Mire esa guitarra! ¡Es muy linda! -Le gritó Taehyung emocionado, mientras sacudía a su mayor del brazo frenéticamente.
Namjoon suspiró cansado, era la tercera tienda a la que entraban por los gritos de Taehyung y a la final no compraba nada.
Corrección, eso no era una búsqueda de regalos, era una prueba de resistencia para la paciencia de Namjoon, en la que estaba a punto de fallar, ya que si Taehyung le gritaba nuevamente en el oído, él estaba seguro que lo llevarían a la cárcel por arrojar a su amigo desde las escaleras del quinto piso hasta abajo.
-Taehyung, por favor, ya te he dicho que dejes de gritar, estoy junto a ti. -Habló en un gruñido el de lentes, odiaba a los escandalosos y mucho más si ese escandaloso era Taehyung.
-Perdone, hyung, es que me emociona esto, es la primera vez que Yoongi hyung nos pide que salgamos con él a comprarle un regalo a su hijo. -Dijo con una enorme sonrisa cuadrada el menor.
-En fin, terminemos con esto rápido. -Habló Namjoon con un tono desganado.
-¡HYUNG! ¡MIRE ESE SAXOFÓN! ¡ES HERMOSOOOO! -Escandalizó Taehyung nuevamente, mientras miraba el instrumento con admiración.
-¡Ya basta! ¡Iré por un helado! ¡Debo comer algo dulce antes de que me de un infarto! -Explotó Namjoon, ya estaba harto de los gritos de su menor que se repetían ¡cada cinco mugrosos minutos!
-Oh, yo lo acompaño, hyung... -Dijo con una sonrisa Taehyung, mientras se enganchaba en el brazo de su hyung.
-Haz lo que quieras, sólo deja de gritar, por favor. -Pidió Namjoon, tratando de conservar la calma.
Mientras tanto, Seokjin y Jungkook llevaban una hora en la misma zona, observando tiendas sin conseguir decidirse en qué comprar.
-Mira, Kookie, me gusta ese conjunto, está muy lindo. -Le dijo Jin con una sonrisa al peli-negro, el cual sólo bufó.
-Hyung, entramos a esa tienda hace diez minutos para ver ese mismo conjunto, y como no le gustó, armó un escándalo, incluso le dijo a la chica que la ropa que vendían eran trapos baratos, y que usted prefería mil veces vestir con bolsas del mercado. -Mencionó Jungkook, masajeando el puente de su nariz.
El mayor lo avergonzó mucho con eso, además que le dolían los pies de tanto caminar, y tenía hambre.
-Oh, ¿de verdad dije eso? Pues será mejor que no vaya ni siquiera a preguntar la hora, ¡sigamos! -Ánimo Jin con una sonrisa, él no se rendiría fácilmente, su sobrinito Dongmin era uno de sus favoritos, y la verdad es que le tenía un poco de lastima, ya que su padre es Yoongi.
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¡SOMOS PADRES!
Fanfic*¿Qué se siente haber formado una familia?* -Interesante pregunta... -Afirmó Namjoon de forma pensativa. -Es una aventura. -Contestó Taehyung con su típica sonrisa cuadrada. -Es muy divertido, y mucho más con hijos como los míos... -Habló orgulloso...