Especial: La familia Jeon.

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Jeon Jungkook se encontraba en su casa, como era habitual. Mirando Netflix mientras comía galletas, y se recostaba en el sofá con su linda hija Tsuki, durmiendo tranquilamente sobre su pecho desnudo.

El peli-negro no parecía parpadear, mientras observaba fijamente la pantalla, completamente perdido, nadie sabía si en sus pensamientos o en la entretenida película de zombies.

Aún así, toda esa concentración se esfumó cuando escuchó la puerta ser azotada.

Miró por dos segundos la entrada principal y vio que se trataba de su hijo mayor, el cual llegaba de quién sabe dónde y se veía demacrado. El pequeño tenía sus ropas desechas y sucias, su cabello estaba todo revuelto y tenía raspones en sus brazos y rostro.

Hwan-Woong avanzó hacia su padre con el ceño fruncido, mientras arrastraba su mochila también hecha basura, se interpuso entre la vista de su padre y el televisor.

-Olvidaste pasar por mí a la escuela, otra vez. -Habló el niño de forma suave, parecía estar molesto, mas su tono no lo demostraba.

-¿De verdad? Pues deberías agradecerme. Ya sabes llegar solo a casa, y eso que tienes cuatro años. -Habló Jungkook, mientras esquivaba al castañito para observar la pantalla.

-Tengo 6. -Comentó el niño, frunciendo más su ceño.

-Sí, sí. Feliz cumpleaños. ¿Puedes hacerme el favor de apartarte, pequeño? Papá intenta ver una película. Porque no mejor te duchas y vas a preparar la comida, tengo hambre.

Hwan-Woong suspiró resignado, ya estaba acostumbrado a eso.

Se dedicó a encaminarse a su habitación.

-¿Por qué estás tan sucio? -Escuchó la dulce voz de su hermanita preguntarle, la única que demostraba preocupación por él.

-Me caí en un charco. -Se excusó el niño y su hermanita suspiró restándole importancia, para volver a cerrar sus ojos y acurrucarse en el pecho del mayor.

Jungkook esperaba pacientemente a su hija Tsuki en la entrada de su kínder, el peli-negro estaba recostado sobre su lindo auto deportivo carmesí, mientras tomaba una soda

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Jungkook esperaba pacientemente a su hija Tsuki en la entrada de su kínder, el peli-negro estaba recostado sobre su lindo auto deportivo carmesí, mientras tomaba una soda.

Conseguía llamar la atención de diversas madres que buscaban a sus hijos.

Jungkook empezaba a hartarse de las descaradas miradas, y sólo miraba hacia la entrada del lugar intentando ignorarlas.

En su tiempo de espera, un pequeño niño rubio que vestía con el mismo uniforme que su hija, se acercó a él.

-Señor, ¿a quién busca? -Le preguntó con su inocente voz el pequeño rubio.

Jungkook bajó su mirada y observó con detenimiento al pequeño niño que llegaba a la altura de sus muslos, era muy adorable a la vista.

-Espero a mi hija. Jeon Tsuki, ¿la conoces? -Le habló Jungkook de forma amable.

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