80's films (Nathloe, Genderbend)

The lost boys

"No te acerques a Nathalie. La prensa tomará cualquier acercamiento entre ustedes para acusarte de acoso. Esta más que claro que los Kurtzberg no te quieren cerca de ella y, la verdad, no vale la pena que sigas sacrificando tu reputación por un romance adolescente".

Esas palabras que le dijo su madre de la manera más seria posible aún rebotaban en su cabeza. La mujer siempre solía ser muy dulce y consentidora con él, pero aquella vez se paró frente a él después de una discusión acerca de ello y utilizó sin dudar esos enunciados, lo pronunció con tal franqueza que incluso ahora sentía su piel cosquillear.

Y aún así lo intentó varias veces en la escuela, a pesar de que sabía que tenía puesto el ojo de todos, quería disculparse con ella, quería abrazarla hasta olvidar esta mala pasada; pero... "no vale la pena que sigas sacrificando tu reputación por un romance adolescente".

Ella no quería verlo, lo había dejado más que claro ¿Valía la pena insistir?

Por cada día el rumor de "El asesino Collin Bourgeois" aumentaba, y el ver como la alcaldesa protegía a su hijo de ser metido a presión enfurecía a los parisinos. El rubio ameritaba cadena perpetua por el asesinato de aquella joven, debía ser juzgado sin importar el cargo político de su madre.

Ver rayado su casillero ya era común, abrirlo y encontrar notas de odio también, escuchar murmullos a sus espadas provenientes de un montón de cobardes igual. A algunos establecimientos que antes frecuentaba ya no lo dejaban entrar. Kimmy lo observaba con tristeza, poco creía en los rumores, su soñado Collin no podía tratarse de un asesino; tenía un carácter difícil al por mayor pero jamás para asesinar a esa joven.

La ciudad había dejado de ser segura para el joven Bourgeois, la credibilidad de su madre estaba cayendo; Beatrice Kurtzberg ya tenía todo un séquito de personas ignorantes que buscaban interrumpir el mandato de Andrea Bourgeois y meterla a ella y a su hijo en prisión.

Ese día una tormenta cubría todo París, Collin Bourgeois terminaba de empacar su maleta mientras observaba por la ventana aquel manto gris y las gotas deslizarse sobre el cristal. Se sentía igual de turbulento que aquel fenómeno natural.

—En serio me causa coraje que Nathalie no haya declarado nada contra las mentiras de su tía. Pudo haber evitado todo esto.— mencionaba el pelirrojo molesto cruzado de brazos recargados en una pared.— Es tan sin corazón como todos ellos, esa mujer de inocente no tiene...— Collin regresó a verlo con clara molestia, no podía entender cómo a pesar de todo lo que esa familia le había hecho pasar, el rubio aún defendía bastante a su ex novia. Sam negó aun así.— Lo siento pero es verdad, si te quisiera la mitad de lo que decía hacerlo ya hubiera hecho una declaración pública.— la rabia cubría cada una de sus palabras.

—No la puedes obligar. Estaba demasiado drogada cuando la hallé, seguro no recuerda nada.— el tono del joven era agrio. El chico no parecía ser ni la sombra de lo que antes fue.

—Deja de justificarla, Collin. Tú no mereces todo lo que ellos te están haciendo.— se paró Kimmy del sillón y se encaminó hacia él molesta, se puso frente a frente sólo para hallarse con ese rostro en agonía total.— Ella debió detener a su tía, estás pasándola peor que ella, la presunta víctima.— tomó su rostro con tristeza, esperanzada de encontrar ese brillo que antes tenía en su sonrisa. Quería llorar de sólo verlo.

—Es que no entiendes, Kimmy. Lo que más me afecta de todo esto no es la porquería y media que digan de mí, es...— empezó a exasperarse frente a ella,alzó sus manos y tiró de su cabello buscando respirar, no podía más.— es Nathalie. Están tomando su historia como campaña política ¿No notan que ella la están perjudicando? Sino me quiere hablar es más que obvio que es por toda la historia que esa vieja ha inventado de mí y ¿Sabes? No se lo puedo reprochar, no cuando yo también estuve ahí y no hice nada a pesar de mis presentimientos.