Painted In The Worst Light - ASecretChord

Capítulo Dieciocho

Después de interrogar a Kingsley, Harry echó un vistazo rápido al reloj. Casi las tres de la tarde, demasiado pronto para salir del día a pesar de la cantidad de bostezos del Wizengamot y la somnolencia de la prensa. La mitad de los miembros de la galería dormitaban y Harry se preguntaba por qué se molestaban en venir a mirar. En su mayor parte, los juicios fueron asuntos aburridos: horas y horas de testimonio seco con el hecho explosivo ocasional para ver si alguien todavía estaba prestando atención.

La sala del tribunal Diez estalló en un zumbido emocionado en el momento en que el siguiente testigo emergió por el túnel y la cabeza de Harry se disparó para ver quién había llamado su atención. Un momento después sonreía tan fuerte que le dolía la cara—Debe ser mi día para los Weasley—Dijo cuando Ron se acercó y le estrechó la mano.

—Deberías haberme llamado primero, Harry—Murmuró Ron mientras se acercaba—Ya habrías terminado de patrullar con los demás—.

—Habría regresado aquí en algún momento—Dijo Harry mientras caminaba con Ron hacia el estrado de testigos—Todo el mundo necesita trabajar con los Servicios administrativos del Wizengamot. Estoy haciendo mi rotación antes de tiempo, eso es todo—Se dio la vuelta rápidamente para arreglar la tarjeta para Ron, sintiendo que su capa carmesí ondeaba detrás de él, un poco como solía hacer la túnica de Snape. Por alguna razón, eso lo hizo extraordinariamente feliz.

Se volvió para encontrar a Ron saludando a la multitud y asaltando las cámaras. Harry puso los ojos en blanco—Orden de Merlín, primera clase, ¿no fue suficiente para ti? Tsk, tsk—.

—Bueno, no es como si estuviera ganando el premio a la Sonrisa Más Encantadora de Corazón de Bruja pronto, ¿eh? Creo que lo tendrás durante los próximos cincuenta años más o menos—Ron se echó hacia atrás y entrelazó los dedos detrás de la cabeza—Entonces, ¿qué quieres que les diga sobre Snape? ¿Cómo trató de que Sirius se tirara de nuevo a Azkaban? ¿Cómo te torturó durante las lecciones de Oclumancia? O...—La frente de Ron se frunció por un momento—¡Oh, lo sé! ¿Y qué tal cuando incluso Quién-Tú-Sabes intentó hacerlo? —.

Los ojos de Harry ardieron y la sonrisa de Ron se desvaneció—O simplemente podría hacerte algunas preguntas y tú podrías responderlas—.

—Oh, ¿crees que estamos viendo un poco del famoso temperamento de Potter? —Susurró una voz detrás de él.

Otra voz le susurró—Potter y Weasley se ladran el uno al otro todo el tiempo. No significa nada—.

¿Alguna vez llegaría el día en que la gente no susurrara a sus espaldas? Harry estaba dispuesto a creer que lo señalarían y lo miraban por el resto de su vida, a menos que de alguna manera lograra convertirse en algo ordinario—En realidad no tengo mucho para ti—Dijo Harry—Lo siento, Ron—.

Ron se encogió de hombros—Es un poco tranquilo en la tienda, aunque estamos empezando a trabajar en cosas nuevas para este otoño. De todos modos, agosto es nuestro mejor mes. Entonces, ¿qué quieres preguntar, amigo? —.

—En realidad, quería preguntarte sobre Remus Lupin—Dijo Harry.

Ron comenzó con sorpresa—¿Sobre Lupin? ¿Qué tiene que ver con Snape? Especialmente porque Snape es el que corrió a Lupin. Debería haber sido al revés si me preguntas. Lupin era un tipo bastante decente, y Snape... no—.

—¿Recuerdas por qué Lupin fue despedido? —.

—Sí—Dijo Ron indignado—Porque él—Extendió su dedo y señaló a Snape—Le hizo saber a todos que Lupin era un hombre lobo, y la mayoría de las brujas y magos de derecha no quieren ser atrapados por uno en la luna llena. Especialmente no quieren uno alrededor de sus hijos—.