Fernanda:
- Ahí estábamos en medio pasillo, abrazados, como dos enamorados y yo feliz de sentirlo una vez más, cuando creía nunca más lo haría
Los doctores salieron a informarnos de su salud y entramos a verla una vez más. Aunque estaba sedada, su rostro se veía contrariado. ¡Yo no lo mate! ¡Su corazón paro de latir en mis manos! ¿Es hijo de Ramiro? Miles y una pregunta bombardeaban mi mente y mi madre sería la única que pudiera dar respuesta a mis preguntas.
-Me tengo que ir - dije y salí del cuarto
-Yo iré contigo - la voz de Alejandro me detuvo
-No, tienes que quedarte con tu mamá, ella te necesita.
-Ella esta bien, no despertara hasta mañana. Tú no puedes andar sola en tu condición.
- ¿Que condición es esa? - me detuve, para poder verlo directamente a los ojos
-Estas muy nerviosa, lo que sucedió hace un momento no fue para menos - lo observe en silencio, como me hacia falta tenerlo frente a mi. Llevó su mano a mi mejilla y como una tonta, incliné mi rostro a ella.
-Esta bien...la verdad te lo agradezco, si me siento algo temblorosa - me tomó por la nuca y llevó a su cuerpo.
-Todo estará bien...te lo juro - sonreí
-Tengo miedo Alejandro - dije entre sollozos y el supo inmediatamente a lo que me refería. Pude oír como tragaba saliva con dificultad, a el también le afectó lo que su madre dijo y más al saber que no siempre se puede contar con la suerte de volverte del más allá. Lo que sucedió en el río, fue una vez en la vida, pero lo que está por venir, solo Dios lo sabe.
-Yo también...pero te juro que - hizo que lo volteara a ver a los ojos - yo no voy a permitir que te pase nada malo. Tú vas a vivir mucho años.... nuestro hijo va a necesitar a su madre, para que lo guíe por el buen camino. ¿No vas a querer que se convierta en un parásito de la sociedad, verdad?- los dos reímos, acordándonos de nuestra platica.
- No lo hará, porque para eso vas a estar tú. Desde que me enteré de su existencia, he luchado con todo mi ser, para que llegué a nacer. Quiero darte algo de mi ¿Y que mejor que un hijo? - me abrazó muy fuerte y él también empezó a llorar.
-Te amo Fernanda... te amo a ti. Ahora que se existe, también al él lo amo, pero yo no quería un hijo, yo te quería a tí. ¿Porque nunca me dijiste algo?
- Porque no quería tu lastima. Quería que me hicieras el amor todas las noches, quería que cabalgaramos por las praderas sin miedo a que me agitara o a que me desmayara. Porque tenía la esperanza que aparecería un donante y....
-Ese donante llegó
-Si, pero llegó muy tarde, por nada del mundo pondría mi vida sobre la de él -me volvió a abrazar
-Perdóname- dijo sin que yo lo esperara - Juro que fui obligado....nunca te hubiera dejado, de no ser así...
-No quiero hablar de ello, no ahora - dije, alejándome de él - ahora necesito ir a hablar con mi mamá - me dirigí al auto que había rentado.
-No, yo manejo, estas muy nerviosa aun.- yo dejé que lo hiciera.
Al llegar a casa mi hermano Francisco salió, y al ver quien iba tras el volante, sacó la pistola que llevaba en el cinturón y la preparó.
-Le dije que si lo volvía a ver cerca a mi hermana, le volaría los sesos - caminó a donde él y conociéndolo como yo lo hacía, sabía no se detendría. Abrí la puerta y corrí a ponerme en frente de él.
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Con la luna de testigo
Romance¿Que estarías dispuesto a dar por amor? Alejandro Hidalgo, hombre de negocios quien creía tenerlo todo, dinero, mujeres, poder y libertad. Puede perderlo todo, si no obedece a una clausula del testamento de su padre. Debía casarse con una mujer desc...