Ella

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- y... ¿La extrañas?

- ¿A quién?

- pues... A Rin...

- ah! Claro que la extraño, he pensado en ella tantos años... Me atrevería a decir que iniciaría una guerra por ella.

- ¿Tanto la amas Obito?

- sí... Pero... - agaché la mirada.

- ¿Pero?- insistió.

Suspiré - hace ya un tiempo la dejé ir...

- ¿Ya la olvidaste?

- hmp... No claro que no, ella siempre ocupará un lugar especial en mi corazón, pero...- guardé silencio.

- te enamoraste de otra mujer...- continuó.

Volteé a verlo y lo ví fijo unos segundos, debo aceptarlo, me enamoré de Sakura como el más grande de los estúpidos... Y justo las últimas palabras de aquella carta fueron las que encendieron aún más esa llama que arde por ella... Lo que no daría por estar en el lugar de Itachi...

- sí... Me enamoré de ella...- cerré los ojos y dí un suspiro.

- me alegro por ti, Obito, mereces ser feliz después de todo.

- hmp...- sonreí.

- ¿Como se llama?

Sakura... Sakura Haruno... La mujer mas hermosa de todo el mundo ninja, esa mujer que me arranca suspiros tanto de noche como de día, que cuando duermes con ella y sientes su calor, te reconforta como no tienes idea... Pero no puedo decir su nombre, no ahora... No a Kakashi.

- Su nombre no importa... Lo que importa es lo que ella significa para mí.- respondí seguro de mis palabras.

- ¿Cómo es?- Preguntó atento.

Recordé aquella tarde en que estuvimos simulando, preparándonos para la misión de seducción, él mismo día que su rostro se empezó a grabar en mi mente...

- Por el modo como llegó al lugar super segura, en ese momento, allí noté que había algo diferente en esta chica.
La manera en que movió su pelo, su cara, sus líneas... Ella es divinidad en movimiento.
Durante una misión que tuve con ella pude ver mejor sus encantos, la chica era persuasiva, la chica en la que podía confiar ciegamente...

Guardé silencio un momento recordando la noche en que estuve a punto de hacerla mía, Kakashi aún me veía atento esperando que continuara.

- Una noche... Vino a mí poco a poco, con ojos de deseo, caí atrapado en su telaraña de pecado... Un toque, un beso, un susurro de amor...
Su cuerpo desnudo que contrastaba con la luz de la luna, me veía con el mismo sentimiento que yo a ella y...  Entonces pasó... Al tocar su su hermoso cuerpo, sentir sus labios tan terzos como el aceite y su cuerpo tan dulce como la miel... decirle lo que sentía en el proceso y escuchar como ella me correspondía, ya no tenía dudas...
Estaba a punto de no poder volver a la cordura, hundido en la oscuridad de una locura de pasión me sentí llevado por una inhumanidad extraña y
lujuriosa.
Nunca lo supe pero en ese momento me dí cuenta que todos estos años vivía en vano...

- ¡Demonios!- interrumpió.

- jaja! ¿Que pasa?

- esto es mejor que los libros de Jiraiya-sama... bueno continúa.

- pues, nada más pasó...

- ¿Qué dices? Creí que te habías acostado con ella.

- yo también creí que nos entregaríamos esa noche, pero fuimos interrumpidos...- me encojí de hombros.- en fin, no he dejado de pensarla ni un segundo...

Solo para tí (Itasaku - Obisaku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora