Solo para tí (Itasaku - Obisaku)

Sellado

Kakashi:

Después de llamar su atención, Obito se despidió por un momento de Sakura y salió para entrar a su habitación, yo lo seguí, y al entrar a la misma, me apresuré a preguntar.

- ¿Podrías explicarme qué es lo que pasó hace rato?

- estoy apoyando a Sakura ¿No es obvio?- dijo desvistiéndose.

No tenía idea de que era lo que pasaba por mi mente, me sentía tan confundido, no sé si sentirme mal por Sakura o si en realidad siento celos de que Obito sin el menor esfuerzo logró que mi alumna dejara de llorar, aún así tenía que saber todo, todo con respecto a este par.

- Ella es la mujer de la que me habías hablado antes, ¿no es así?- pregunté temeroso de la respuesta.

Al terminar de quitarse los pantalones mojados, volteó a verme y con una actitud seria, suspiró y respondió.

- la conozco porque estubo en Akatsuki, yo era el líder y debía saber quienes estaban en mi organización.

- ¿Qué?- estaba sorprendido.- ¿Qué más me estás ocultando?- me acerqué a él.

- Kakashi, no debes preocuparte, ya no pretendo hacer ningún mal, si lo que te preocupa es saber si la Hokage está informada de esto, pues sí, lo está.- se dió la vuelta y entró a la ducha.

Me evadió ágilmente, no podía negarlo, me dí la vuelta y salí de su habitación para ir a la de Sakura, al entrar, cerré con seguro la puerta y fuí hasta el baño donde ella se encontraba, sabía que acababa de perder a su marido, pero ahora más que nunca deseaba tenerla cerca, yo simplemente me estaba dejando llevar por mis impulsos...

Me quité la camisa para comenzar a desvestirme, estaba decidido a estar con ella esta noche, a consolarla a mi manera. Escuché un ruido estruendoso en el baño, Sakura se había caído, corrí rápidamente ya sin camisa para ayudarla a levantarse; abrí la puerta y después las cortinas, estaba sentada en el suelo, quejándose y tocando su tobillo.

- hermosa, ¿Estás bien?- dije preocupado.

Estaba totalmente desnuda, me acomodé en cuclillas para ayudarla a levantarse, ella se quejaba mucho en el proceso, así que decidí cargarla y llevarla a la cama, sentí como mis mejillas se acaloraban, Sakura rápidamente se cubrió con la frazada, apenada por verla así de esta manera.

- gracias Kakashi.- sonrió.

- n-no, no es nada...- murmuré acercándome a ella.

Mi alumna se quedó quieta espectando lo que estaba a punto de hacer; quité la cobija de encima de ella, descubriendo su desnudez, era hermosa, su piel tan blanca y aparentemente suave, me provocaba ganas de tocarla, en silencio me deshice de mi máscara y me acerqué aun más a ella, comenzó a temblar, no sé si era de frío o de nervios, en todo caso yo estaba dispuesto a quitarle ambos.

Besé su cuello con suavidad y ternura, llevé mi mano derecha hasta su abdomen, recorriéndolo hasta terminar en su cintura, mis labios viajaron hasta los suyos, ella simplemente no decía nada, sólo se dejaba llevar supongo, aunque no me tocaba ni correspondía mis caricias, tampoco se negaba y eso era una buena señal para mí. Poco a poco me incliné sobre ella haciendo que ella se recostara en la cama, ya recostados uno encima del otro, comencé a acariciar sus pechos suavemente, después de unos cuantos segundos sentí mi exitación despertando en mis pantalones, me separé de ella poniéndome de pie y empecé a desabrochar mis pantalones, estuve a punto de bajarlos cuando escuché el timbre de mi casa sonando de forma muy insistente, aún se escuchaba la regadera en la habitación de Obito y el ruido me molestaba, abroché mis pantalones nuevamente, me puse la camisa y bajé para ver quién molestaba con tanta insistencia.