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La música inundaba cada rincón del lugar, formando un alocado ambiente al cual Jimin no estaba acostumbrado, sin embargo las palabras "chico universitario" estaban más que pegadas en su mente,  alejando cualquier otro pensamiento que no fuera divertirse.

—Ten, conseguí un poco de esto —Ofreció Taehyung estirando su brazo con un vaso con un contenido negro, sin embargo, por más sospechoso que luciera, Jimin lo aceptó sin refutar.—

—¿Qué es? —Cuestionó el más bajo, acercando el vaso a su rostro para olfatear un poco.—

—Vodka negro y gaseosa, pruébalo, seguro te gustará.

Y tal como un cachorro obediente, Jimin bebió el primer sorbo de la noche, sorprendiéndose con el grato sabor del trago. 

—¿De verdad la gente se emborracha bebiendo esto?—Cuestionó para si mismo, mirando el vaso un poco extraño, más no dudó en tomar otro sorbo.—

Y así fue como sorbo tras sorbo, en poco tiempo ya había bebido dos vasos. Genial, Jimin.

—Tae, creo que soy inmune, esto no me hace nada —Soltó entre risas mientras se acercaba al oído del antes nombrado con el fin de que le escuchase mejor.— pero sí me da muchísima sed, ¿me das otro?

—Epa, ya vas con el tercero, tómalo con calma —Le advirtió mientras llenaba nuevamente su vaso.— Mejor vamos a bailar, ven —Terminó diciendo para luego tomar su mano, guiándolo hasta un lugar apropiado para moverse.—

Y claro, como era de esperarse, apenas comenzó a avanzar, sintió como el alcohol que había bebido se le subía hasta la cabeza, mareándolo por completo.

¿Inmune?, oh, claro que no era inmune.

—¿Qué pasa?, ¿te sientes bien? —Cuestionó el de sonrisa cuadrada, tomando de su cintura al notarlo extraño.—

—No, claro que no, vamos a bailar —Respondió con euforia un emocionado Jimin, comenzando a moverse sin preocupación alguna al ritmo de la música.—

Y así pasaron las canciones, entre gritos de emoción e incesables bailes. Tal parecía ser que la timidez del rubio había desaparecido con el alcohol, divirtiéndose como no lo había hecho antes. ¿Por qué se había perdido tanto tiempo de esto?

—Hey, ustedes dos, únanse al juego. —Una voz ronca le habló al par de amigos que se encontraba en su mundo.—

—Vamos, creo que él es el dueño de la casa —Comentó Taehyung tomando la mano del contrario para acercarlo hasta la mesa donde se encontraba reunido un grupo de gente.—

—Bien, la cosa es así —Comenzó explicando un muchacho alto y rubio, dando las instrucciones del juego— Cada pareja tendrá una carta con un número en ella —Explicó mientras repartía las cartas, acomodando las restantes en la mesa, formando una pirámide.—

—Nos tocó el 7 —Murmuró Jimin un tanto emocionado, nunca habría creído que jugaría con cartas en una fiesta.—

—Entonces, las cartas que ordené tienen algunos de los números de las cartas que les di —El rubio siguió con sus instrucciones, apuntando las cartas, las cuales se encontraban volteadas y sin poder ver el número de estas.— A medida que vaya volteando las cartas, tocará un número distinto, y quien tenga ese número deberá beber la cantidad de sorbos que se le indique, ¿Entendido?

No, Jimin no lo había entendido para nada, pero supuso que sería cosa de comenzar a jugar para comprender todo.

Y así fue, luego de varias risas y tragos de por medio, el juego se había vuelto todo un éxito, poniendo a todos ansiosos por saber quién sería el siguiente en beber.

Hyung, enséñeme.   [Yoonmin]  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora