El miro el correo de Jessica que le llego. Lo abrió y miro, era Magnus, el de la foto era él. Lo miro lentamente, seguía tan hermoso como siempre. Su celular sonaba y contesto sin dejar de ver la foto. Sabia quién era
-¿Dónde está? –Fue lo primero que pregunto.
-New York, pero, espera, –la chica suspiro, –estaba ahí por una boda del hijo de uno de los empresarios más importantes del país.
-¿Quién?
-Robert Lightwood. –Samuel continuo mirando la foto.
-No tengo puta idea de quien sea. ¿Es Magnus amigo de su familia?
-Es más que eso. –Samuel frunció el ceño.
-¿Qué quieres decir?
-Si miras las fotos, sabrás.
Samuel cambio a la siguiente foto; Era otra de Magnus con una chica de pelo negro, riendo con ella, Samuel sonrío. Luego otra con otra chica pelirroja y un chico rubio. Después la siguiente, con un chico... Que lo abrazaba... Que lo besaba... Cerro la computadora.
-¿Quién es? –Gruño al teléfono.
-Alexander Lightwood. Es policía así que supongo que imaginaras su hermosa historia de amor; El lo cuidaba y después se enamoraron. –No quería escuchar eso.
-¿Sigue ahí?
-No, volaron a Seattle, supongo que ahí es donde vive Magnus. Y no, no los seguí, Alec es policía y es malditamente bueno, se hubiera dado cuenta de que los seguía. –Samuel alzo ambas cejas.
-¿Lo conoces?
-Tuvimos algo una vez.–Le resto importancia. –Como sea, no importa ahora. –Pero Samuel podía decir por el tono de voz, que si importaba. –Ya hice lo que tenía que hacer, te toca a ti. –Y colgó.
Samuel tiro el celular a un lado, y abrió la computadora de nuevo, mirando la misma foto de Magnus y ese tal Alexander. La siguiente foto seguía siendo de ellos mismos, al parecer bailando. Samuel cerro os ojos.
" -¿Sam? –Escucho su voz, levanto la mirada hacia Magnus, quien le sonrió con ternura. -¿Qué haces aquí? –Miro su traje.- Pensé que estarías ya en el baile. –Se sentó a un lado de él.
-Solo espero que Gen me hable para pasar por ella. –Le sonrió. -¿Tu a dónde vas?
-Comprare pan. –Samuel se rió y Magnus golpeo su hombro.- Cállate.
-¿Por qué no iras al baile? Estoy seguro de que invitaciones te sobraron. –Magnus suspiro.
-Mmm, no había nadie interesante con quien ir. –Miro a Samuel. –Pareces nervioso.
-Es solo que... no se me da el bailar muy bien. –Magnus se rió.
-Bueno, si no es incómodo para ti, puedo enseñarte.
-No es incómodo para nada, lo agradecería. –Era una buena oportunidad para estar cerca de Magnus. Magnus se levantó, caminando al centro del aquel pequeño kiosko.
-Hagámoslo, –Samuel se levantó detrás de él, mientras sacaba su celular, –pondré la primera canción que salga.
-¿Qué tal que no es una buena bailable?