Su cabeza le dolía y lentamente abrió los ojos, trato de moverse, pero se dio cuenta de que estaba amarrado y miro alrededor con pánico.
-Magnus. –Una voz vino detrás de el, le erizo la piel.
El dueño de la voz se paro frente a el, Magnus tembló. -Samuel. -Trago saliva, levantando su mirada hacia el -¿Por qué? ¿Por qué estás haciendo esto? ¿Por qué mataste a Gen?
-¿Eso es lo que quieres saber, Magnus? –Se acerco a el, Magnus se hizo un poco para atrás, todo lo que la silla le permitía.
-¿Por qué me hiciste tanto daño?
-Yo no te hice ningún daño. Evite el daño que Gen quería hacerte. –Magnus frunció el ceño.
-Ella era mi mejor amiga, nunca me haría daño.
-No, ella no lo era, y tú eras demasiado inocente y la querías mucho como para darte cuenta. –Magnus sacudió la cabeza, sabia que lo que decía era mentira, Gen lo había querido, él era su mejor amigo.
-La perdí a ella y te perdí a ti, los dos me dolieron igual, fallaste en evitar ese daño.
-¿Me perdiste? –Samuel se rió, sin gracia.
-Sí, eras quien estaba ahí para mí, me aconsejabas, como un hermano...
-¡PERO YO NO TE QUERÍA COMO UN HERMANO! –Magnus dio un respingo del susto, Samuel lo agarro por los hombros. –Yo te amaba, te amo.
-Por favor. –Ahora las lágrimas resbalaban por sus mejillas. –Déjame ir. –Samuel se alejo de el, paso una mano por su cabello y respiro, controlándose. Luego, acerco un bote y se sentó frente a Magnus, levanto su mano, pasándola por las mejillas de Magnus, limpiando sus lágrimas, Magnus quería alejarse, pero no lo hizo, no quería alterarlo más.
-Me dijo que estaba embarazada días después de que terminamos, yo no quería estar con ella, no la amaba, pero iba a hacerme responsable de ese bebé, pero ella no quería eso, estoy seguro de que ni siquiera le importaba el bebé. Ella llevaba ventajas, era menor de edad y yo mayor, yo no tenía muchas opciones.
-¿Por eso la mataste?
-No. –Sacudió su cabeza.- Gen me dio otra opción... matarte.
-Eso no es cierto.
-Esa noche, –el continuo-, tenías que ser tú y no ella, pero yo no podía. –Magnus sacudió su cabeza negando.
-No... no eso no puede ser cierto.
-¿No lo recuerdas, Magnus? ¿No parecía ella ansiosa por que no te fueras? ¿No te mintió diciendo que no quería quedarse sola porque le tenía miedo a la lluvia? –Las lágrimas continuaban saliendo, porque el recordaba todo eso, pero se negaba a creerlo.
-No... no podía quedarme, tenía que ir con mi mamá. ¿Qué hay de Theo? ¿Por qué lo golpeaste a el? Casi muere.
-Fue un accidente, no quería hacerle daño, lo prometo. –Saco un cigarrillo de su bolsillo del pantalón, después lo encendió, fumo y al soltar el humo, lo miro.- Ella incluso estaba planeado otro día en el que te quedaras en su casa y sus padres no estuvieran, como esa noche, –se rió,- como si no supiera que yo no iba a hacerlo. Así que peleamos y me dijo que sus padres la habían ayudado a abortar. Ese fue un detonante para mí y la mate. –Se encogió de hombros.- No me arrepiento, lo merecía.