🆈🅾🆄 🅰🅽🅳 🅼🅴 ( 🆃🅾🅼 🅷🅸🅳🅳🅻🅴🆂🆃🅾🅽)

8. Presencias incomodas

-Siéntate, Kate por favor -le dijo Dorothy-Respira hondo... Bebe un poco... -le dio un vaso de agua-Y te contaré lo poco que sabemos.

-Oh, Dios.... -exclamó Kate, agarrando el vaso.

-Te he dicho que Tom se encuentra bien, Kate -insistió su madrina-Ha podido enviar un mensaje a través de la televisión de allí, que luego transmitieron a la red de televisión inglesa, y éstos se lo transmitieron a Paul. Él me lo ha dicho a mí, pensando que sería mejor que te lo dijera yo

-respiró profundamente-Aparentemente, Tom y su cámara fueron atrapados en un tiroteo hace dos días. No resultó herido... -le aclaró rápidamente-Pero los terroristas, probablemente deseando notoriedad mundial, los han hecho prisioneros hace dos días...

-¿Hace dos días? Pero... No han dicho nada en las noticias...

-Lo dirán. Por eso he querido comunicártelo antes de que te enteres por la televisión. Después de matar al líder del país, los terroristas se dieron cuenta de que se habían quedado sin un arma para negociar. Y debieron pensar que unos periodistas extranjeros les servirían para recuperar poder. Habrá un boletín más tarde, en el que harán públicas sus demandas.

Kate se sintió mareada. No podía creer que aquello estuviera sucediendo. Sabía que aquello no podía terminar bien.

Tom le había dicho que tenían que hablar cuando él volviera. Pero ¿y si no volvía?

-Bebe agua Kate-le dijo Dorothy.

Ella bebió.

-¿Qué quieren? -preguntó.

-Lo que quieren todos. Libertad en su país, la liberación de los presos políticos... Pero eso no ocurrirá nunca, por supuesto. Los militares volverán a tomar el control, y pondrán a uno de sus líderes, y todo volverá a empezar.

Kate se mojó los labios.

-¿Y Tom?

Dorothy suspiró.

-Como te he dicho, es uno de los rehenes que han tomado para negociar.

Pero el mundo occidental no negociaba con los terroristas...

Ella tragó saliva. Siempre había sentido compasión por las familias de los rehenes en situaciones similares, pero siempre lo había hecho de una forma distanciada... Jamás había pensado que le sucedería a ella con el hombre al que amaba.

-Kate, Tom ha querido transmitirte el mensaje especialmente a ti -Dorothy se agachó al lado de Kate y le agarró una mano.

Kate la miró.

-¿Sí?

-Sí -respondió Dorothy, y le apretó la mano.

-Yo... Pero... ¿Y Sarah?

-¿Sarah? -su madrina pareció confundida-No sé nada de nadie con ese nombre. El mensaje de que está bien era para ti sola.

Él estaba bien de momento. Hasta que quedara claro que las exigencias de los terroristas no serían cumplidas. Entonces... empezarán la matanza.

¡Oh, Dios!

Los malentendidos entre ellos ahora le parecían sin importancia. Sólo le importaba Tom y su seguridad.

Y Sarah Mayhew.

Porque, por más que odiara el papel de aquella mujer en la vida de Tom, no podía dejar que ésta se enterase por la televisión del secuestro de Tom. Sería demasiado cruel después de lo que había pasado aquella mujer.

Alguien tenía que ir a decirle a Sarah lo que había sucedido.

Y esa persona tendría que ser ella.

-¡Cuánto lo siento! -dijo la mujer. Kate y Sarah Mayhew estaban sentadas en el salón de la casa de ésta.

-Mi ama de llaves me ha dicho que su nombre es Katy Smith ¿verdad?-se había equivocado al decir su nombre lo cual irritó a Kate.

-Kate -la corrigió automáticamente, no muy convencida de haber hecho lo correcto, ahora que estaba allí.

Había sido algo instintivo, quizás. El querer compartir con alguien la preocupación por Tom, ¿el amor, quizás?

Pero ahora, sentada allí en aquel salón, rodeada de fotos familiares de Rory Mayhew, tenía serias dudas.

El hecho de que Sarah Mayhew fuera tan hermosa tampoco la animaba. Siempre le había parecido bella. Pero ahora que no tenía la presión de ser la esposa de un político, se la veía más hermosa aún, más libre y joven. Sarah era una mujer de cuarenta y un años. Ella y Rory eran una pareja joven con niños de por medio. Pero cuando Rory y Sarah se veían juntos en las fotos de los periódicos anunciando algún evento político, se les veía felices, como pareja y como personas, se notaba que ella aun lo amaba, entonces ¿Dónde quedaba Tom?.

-Kate-dijo la mujer-¿No quiere sentarse?

-Estoy bien, gracias -Kate agitó la cabeza.

No quería estar mucho tiempo allí.

-Creo que hablamos por teléfono la semana pasada. .. -agregó Kate.

La mujer pareció darse cuenta de quién era y se puso a la defensiva durante un segundo. Luego volvió a su compostura, disimulando cualquier efecto sobre ella.

¡Era tan hermosa!

Tenía que salir de allí.

-¿Sí? -Sarah Mayhew agitó la cabeza-Lo siento. El ama de llaves me ha dicho que había venido por un asunto del colegio de mi hijo...

Fue la primera excusa que se le había ocurrido a Kate , puesto que sabía que la mujer no iba a dejar pasar a nadie relacionado con los medios de comunicación.

-He mentido -le dijo-Soy amiga de Tom Hiddleston...

-¿De quién? -preguntó Sarah Mayhew, confundida.

-¡Oh, por favor! -Kate no tenía ganas de juegos-Aun suponiendo que no hubieran seguido siendo amigos, no creo que se haya olvidado de la aparición de su esposo en el programa de Tom poco antes de su muerte...

-¡Creo que es mejor que se marche! -exclamó la mujer. Se había puesto pálida-Kate ... -repitió-Ahora me doy cuenta de quién es usted. Y puede estar segura de que no hablaré con ningún periodista...

-¡No soy una periodista! -Kate estaba enfadada-He pensado, pero me he equivocado, que querría saber, al margen de lo que pueda oír hoy en las noticias, que Tom se encuentra bien.

La mujer se puso más pálida.

-No sé de qué está hablando.

-Lo sabrá. Hoy, más tarde -le advirtió Kate.

La mujer abrió los ojos, sorprendida.

-¿Me está amenazando? Se mete en mi casa con mentiras, habla de gente que ni siquiera conozco...

-¡No sea ridícula! -Kate estaba perdiendo la paciencia-He venido aquí con la sola intención de que supiera que Tom está a salvo. Pero como no lo conoce, no le importa, ¿no? -exclamó, afectada-¡Tampoco le importará si dentro de un par de días le pegan un tiro y lo matan! -se dio la vuelta y salió del salón, y de la casa.