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Me levante temprano por la mañana, algo raro en mi. Escucho la regadera cerrarse, me levanto y tomo mi ropa. Suspiro y entonces lo veo, hay una sonrisa socarrona en su cara. Yo solo me quedo seria.
Comienzo a cambiarme y puedo sentir sus brazos rodearme.
- por favor quédate -me pide en susurro.
- Chris, no puedo -hablo casi en susurro, puedo sentir como me suelta de su agarre.
- él, te tiene todos los días, puede acariciarte en público -alza su voz yo solo lo miro.
- Chris, él es mi esposo -y ahí es cuando Chris estalla.
- lo sé, no necesitas recordármelo siempre -pone las manos en su cintura.
-es la verdad, me case con él -Chris se acerca y me toma con fuerza.
- sabes que odio que digas eso -susurra en mis labios.
- Chris, basta me lastimas -el me suelta rápidamente.
- lo lamento -soba la zona donde a quedado marca de su agarre.
- debo irme, Ryan debe estarme buscando -de pronto mi celular suena. Lo tomó y contestó es él mi esposo. Ryan Gosling. El gran actor
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escucho que me a llamado, cientos de veces y que esta preocupado por mi, le digo que llegare en veinte minutos y me cuelga, no sin antes decirme "Te amo".
Giro a ver a Chris, este ya se a cambiado. Bueno sólo lleva un bóxer puesto. Suspiro y le digo que no me llame. El sólo ríe ambos sabemos que nos volveremos a ver, pues aunque no queramos, siempre caemos a esta relación, tóxica. Donde tenemos que escondernos.
Luego de media hora llego a casa, Ryan me recibe contento.
- ¡Hola, linda! -se acerca y me besa. Me alejo de el rápido, pues me parece patético que luego de haber estado con Chris, venga cínicamente a besarme con el.
