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Había tanta gente, en esta fiesta que te era imposible caminar.
- ¡viernes!, ¿en donde esta, el Capitán? -hablaste a la ayuda artificial. Pero esta no respondió, algo extraño. Suspiraste y seguiste en la búsquedad de tu novio.
- ¡Steve! -gritaste.
Escuchaste una sonora carcajada, parecida a la de Steve. Así que decidiste acercarte. Sonreiste, al ver la anatomía de Steve. Caminaste sigilosa, pues tu plan era sorprenderlo.
- ¡Hola amor! -lo abrazaste por la espalda. Enrollando así tus brazos en su cuello.
- ¡Hola, preciosa! -te zafaste. Con asombro, ese no era Steve.
- disculpa, creí que eras mi novio -le sonreíste. Al chico frente a ti.
- pues, puedo serlo so quieres -se acerco a ti. Te alejaste de su cuerpo.
- en verdad, te pareces a él -lo miraste con asombro. - lo único es que, Steve esta más mosculoso -dijiste con una sonrisa traviesa. El rubio, rodó los ojos.
- ¡Cariño, al fin te encontré! -Steve apareció, de entre la multitud y se paro a lado del rubio.
- ¡Hola, guapo! -saludaste a Steve, con tu apodo favorito. Este sólo sonrió tímido.
- ¿este es tu novio? -Johnny comenzó a reírse.
- ¿algún problema? -el pecho de Steve se infló, notando así su enojo.
- Steve, tranquilo -te paraste frente a él, para así tomar su rostro con tus manos. En un movimiento leve lo obligaste a verte, pero el capitán no apartaba la vista del chico rubio también.
- ¿que tal, si nos vamos? -le sonreiste a tu novio. Este bajo su mirada en ti y te dedico una sonrisa.
- dame un segundo, ¿si linda? -beso tu frente, Pará después hacerte un lado con delicadeza. Rodaste los ojos pues ya sabias lo que pasaría.
