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Esta era la primera navidad que pasabas con Jake todo debía lucir bien para la cena, el atleta comenzó a decorar su casa con luces adornos navideños. Maldijo pues quedaba poco tiempo para arreglarse y poder sacar la lasagna del horno, así que después de bañarse corrió rápido a la cocina con la toalla aún puesta. Pará asegurarse que la comida estaba en su punto, sonrió y siguió arreglandose.
Y tu como eras tan puntual llegaste al tiempo acordado, así que tocaste la puerta varias veces.
Jake corrió para abrirte y encontrarte con nieve en todo tu cuerpo y abrigo, incluso había nieve en tus pestañas, río para después acercarse para abrazarte.
- ¿no pensaras dejarme aquí o si? -hablaste.
- de acuerdo ya voy -Jake rio mientras tu temblabas de frío.
- no puedo creer que te parezca gracioso, casi muero -Comenzaste a calentar tus manos.
- pero no fue así, estas caliente aquí conmigo -Jake comenzó abrazarte y llenarte de besos.
- ¿huele a lasagna? -el asintió.
- te disculpo por abandonarme afuera unos minutos -besaste a Jake, para después salir corriendo a la cocina.
- espera, aun no es tiempo de cenar -Jake te atrapó antes de que llegaras a la lasagna.
- ¡Hey, pero tengo hambre! -hiciste un puchero para después tratar de safarte de el.
- buen intento, pero aún debemos poner la mesa -bufaste para después ayudar a poner la mesa.
La cena transcurrio llena de bromas hacia Jake por lo terrible que fue en su último juego, por lo que harán después de la graduación. Y por lo bueno que es Jake cocinando.
- ¿no quieres abrir los regalos ya? -Te levantaste para tomar su mano.
- de acuerdo, tu ganas -lo jalaste leve para llevarlo a la sala.
- ¿quién empieza primero? -tomaste tu regalo.
- primero tu amor -a sentiste.
Le entregaste tu regalo que estaba envuelto en papel de periódico en la sección de deportes. Abrió la caja que contenía un Jersey con su nombre grabado de su equipo favorito, pero lo que más le hizo gritar fue ver la firma de su jugador favorito.
-ni siquiera preguntaré como lo hiciste -se acercó a ti para llenarte de besos por toda la cara Provocando tu risa.
- mi turno -se acercó al árbol para tomar el regalo más pequeño que había en aquel árbol.
