Mucha gente los viernes en la noche salen de fiesta, van a ver películas, o simplemente se quedan en sus casas durmiendo, pero ese no es mi caso, aunque estuve toda la noche anterior prácticando el cómo manejar mis poderes y estoy exhausto, estoy aquí, con Garry y unos compañeros de clases en el nuevo parque del pueblo.
- Dylan, ¿estás bien? Tienes una cara horrible.
- Estoy bien Garry, solo un poco cansado. Pero dime, ¿a qué atracción iremos primero? - Dije algo intrigado, estaba un poco emocionado. Era mi primera salida con amigos.
- Bueno tenía pensado ir primero a los "Carritos Chocones".
- ¡Vale! - Gritaron los demás con bastante energía.
Y así fue, fuimos a los "Carritos Chocones", luego fuimos a la montaña rusa y debo admitir que me asustó, pues siempre le he tenido miedo a las alturas y esto fue llegar al límite. Subidas, bajadas, vértigo, muchas emociones juntas. Vomité obviamente al bajarnos de la atracción.
Luego, para llenar un poco las tripas que vacié, fuimos a comer unos hot dogs y, entre risas e historias sobre familiares que caían de un carrito de la montaña rusa, vi de repente a alguien en los columpios que no esperaba. Llevaba la misma falda de esta tarde y sobre su blusa turquesa un suéter negro que le quedaba perfecto. Era Sky.
- Ya vuelvo, chicos. - Dije decidido.
Tenía que disculparme con ella por lo de esta tarde, y quizás hablar un poco, hay algo de ella que me anima a conocerla, tiene un aire curioso que de verdad me intriga... Si tuviese que describir la emoción, creo que diría que me gusta...
- Hey, soy yo, Dylan...
- Oh... Eres el pervertido... - Dijo mientras bajaba la mirada y se sonrojaba de pena.
- Quiero disculparme contigo por lo de la tarde, no debí hacer eso.
- Está bien Dylan... No pasa nada, tranquilo. - Tenía una sonrisa dulce en su cara.
No pasa nada... ¿De verdad no pasa nada porque su falda haya flotado hacia arriba por mi culpa?
- ¿Puedo sentarme a tu lado?- Dije con voz temblorosa.
- C-claro, adelante.
¿Fue idea mía o su voz tambaleó un poco? Me sentía un poco fuera de este mundo, y no era lo mismo que cuando estaba con ella en clase de química, o cuando nos mirábamos fugazmente en clase de matemáticas. Era... diferente.
- Dylan, cuéntame de ti, ¿cómo es tu vida?
Ninguna chica hasta ahora me había preguntado eso, jamás.
- Pues, es un poco aburrida, me dedico sólo a leer novelas, escribir poesía y me interesan mucho las computadoras, así que todos los días intento aprender algo nuevo de ellas. - De nuevo saqué el tema de la poesía... Que bochorno.
- Ya veo. - Dijo riéndose inocentemente.
- ¿Y qué tal tu vida?- Pregunté de manera curiosa.
- Pues es algo neutral... Me gusta venir a este tipo de lugares, pero solo para relajarme. - Dijo mientras su mirada recorría el cielo entero - Solía ir en mi ciudad natal a un sitio parecido a este cuando estaba todo apagado y reinaba el silencio... Las estrellas podían verse claramente hasta a través de las nubes.
- Eso suena bastante interesante.
¿De verdad? ¿"Interesante"? ¿No hay otra cosa que pueda decir?
- Sí, bastante, ¡algún día te invitaré a venir conmigo a este parque para que lo veas con tus propios ojos! - Dijo dibujando una sonrisa en su rostro mientras sus ojos color miel brillaban.
Sin palabras. Estoy seguro de que me sonrojé mientras esbozaba una sonrisa bastante torpe y estúpida.
- Hey, ¿qué haces tú aquí? - Conocía esta voz de alguna parte.
Al voltear vi a Jeff Strider, un abusón del instituto. Realmente nunca le he tenido miedo, pero él tampoco ha tenido razones para meterse conmigo. Quizá hoy quiera pasarse de listo con alguien nuevo, pero...
- ¿Cómo que qué hago aquí? Es la apertura del parque y quise venir con unos amigos. - Dije levantándome con voz retadora.
- ¿Y esa voz de hombre? ¿Te crees muy fuerte? - Dijo mientras me empujaba hacia atrás.
Vi por el rabillo de mi ojo como Sky se escondía detrás de mí e intentaba halar de mi camisa para que nos fuéramos. Sin embargo yo me sentía osado. Sería un momento perfecto para probar mis poderes en contra de alguien. Claro, lo hice en parte para saber si esto serviría para defenderme, pero a la vez... Sí, me asqueaba su presencia desde que entré al instituto. Imité su comportamiento de orangután (nada orgulloso de esto) y lo empujé por el pecho con mis manos.
- No debiste hacer eso, enano.
Jeff se me abalanzó encima tumbándome al suelo, me golpeo dos veces en el rostro y cuando me iba a dar el tercer golpe escuché la voz de Sky pronunciando mi nombre...
- ¡DYLAN!
En ese momento, miré el puño de Jeff y simplemente se quedó dónde estaba, bajo la desesperación, coloqué mis manos en su pecho como antes, pero esta vez simulé que lo empujaba cuando lo que hacía era impulsarlo con mis poderes, mi nariz iba a empezar a sangrar pero ya tenía que hacer algo. Jeff cayó hacia atrás mientras yo rápidamente me levantaba, tenía que hacer algo rápido pero, pensándolo bien, no podía usar mis poderes en público y menos si no sabía controlarlos aún, así que fui directo a hacer lo mismo que había hecho antes, a simular golpearlo en la cara impulsándolo de nuevo, pero al hacerlo él me tomó de la muñeca y me derribó de nuevo al suelo.
- Parece que lo osado no sólo se queda en el salón de matemáticas, Forest.
Su puño derecho fue directo a mi ojo, y luego de varios golpes en la cabeza, sumados al cansancio de la noche anterior... Efectivamente caí inconsciente.

ESTÁS LEYENDO
Life Source
Genç KurguDylan es un chico común y corriente, pero es alguien no muy apreciado por la sociedad, un día le suceden cosas muy extrañas y conoce nuevas personas que cambiarán el panorama de Dylan.