Capítulo XIII: Problemas

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- Te amo... - Pronunciaron los labios de Sky.

- Yo... te amo más...

Desperté y estaba allí, acostado al lado de Sky en medio de la nada y el cielo estrellado en el que fantaseamos anoche estaba desapareciendo. Miré el reloj y... Eran las 06:30 de la mañana.

- Sky, despierta, o llegaremos muy tarde al instituto. - Dije algo exaltado.

Entonces Sky empezó a abrir los ojos y a apartar el cabello de su rostro, era una imagen tan tierna como torpe... Luego me vió directamente a los ojos y nos conectamos por un momento.

- Buenos días Dylan... ¿Aún seguimos aquí?

- Sí Sky, nos quedamos dormidos luego de caer para ver las estrellas... - Dije algo sonrojado.

- Eso es interesante... ¿Nos vamos? - Dijo sonrojada y con los ojos brillosos.

Entonces tomé su mano y nos fuimos corriendo para bajar la colina rápido, luego nos separamos para ir a prepararnos en nuestras casas. Luego de terminar de alistarme fui a la ventana para irme volando pero me encontré con la sorpresa de que en mi puerta estaba Omega, allí parado, como si supiera que lo iba a encontrar.

- Dylan... ¿Por qué no me invitas a pasar? Tengo algo importante que decirte. - Dijo mientras abría la puerta.

Bajé por la ventana para no hacerlo esperar y entré rápido a ver que quería.

- ¿Qué sucede Omega? - Dije sonando algo despreocupado- Tengo prisa en ir al instituto.

- Pulse, te están persiguiendo.

- Q... ¿Qué?

- Haste y Heca, junto a otros Anti-Pulsadores están dándote caza, quieren deshacerse del Proyecto Z.

- ¿Por qué? - Ahora sí me estaba empezando a preocupar.

- Te ven como a una amenaza. - Dijo sacándose la capucha y descubriendo sus intensos ojos azules - Te dije que tu Pulso no era algo que había que tomarse a la ligera, es único y puede llegar a ser muy destructivo si se domina al 100%. Así que debo sacarte de aquí.

- No puedes hacerlo, ¡no eres mi padre! No eres quién para darme órdenes.

De repente Omega se acercó a mi como una bala, y me señaló con su mano llena una carga eléctrica que lucía peligrosa. Del impacto que este susto me causó, lo alejé y lo impulsé a la pared para luego someterlo tomándolo por el cuello. Hasta yo me impresioné de todo lo que había mejorado.

- ¡Soy tu líder y debes acatar órdenes, si no me veo obligado a tener que lidiar contigo y catalogarte como un Anti-Pulsador!

Mantuve un silencio rotundo, luego lo ví a los ojos y lo solté.

- Tienes un plazo de dos días para hacer lo que tengas que hacer aquí... Luego nos iremos a la base en Seattle.

- Entendido, Jefe...

Entonces como si nada, salió por la puerta y se esfumó como una chispa... ¿Seattle? Iba a salir de Inglaterra y lo más preocupante es que iba a dejar a Sky... No quería hacerlo, me había aferrado por completo a ella. Además... ¡le había dado mi primer beso! No quería que las cosas se quedaran hasta aquí, justo al empezar, pero ya no había vuelta atrás... Así que me fui al instituto mientras pensaba como iba a lidiar con todo esto.

- Señor Forest, otra vez tarde. - Dijo la profesora de Química al verme entrar.

- Lo siento señorita, no volverá a pasar... - Dije con una voz muy seca.

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